Después de unas más que merecidas vacaciones retomo los retos del Círculo... o eso espero, jejjeje.
Este plato no ha sido difícil de hacer ya que al ser un plato de carne mis hijos no han tenido el mínimo problema a la hora de comérselo. Y es que son carnívoros a más no poder, jejjejee.
además lo de cocinar con vino es lo habitual en mi casa, no podía ser de otro modo habiéndome criado en la cuna de varios de los mejores vinos, por lo menos para mí, del mundo mundial : Valladolid.
Siempre he pensado que la mayor parte del éxito de un plato cocinado con vino reside en alimentar el guiso con el mejor vino posible, es más, casi podría afirmar que la mejor manera de saborear ese plato es guisarlo con el vino con el cual vayamos a acompañarlo en la mesa. Que será más caro no cabe duda pero si queremos que el resultado sea exquisito tampoco me cabe ninguna duda de que esa será la mejor manera. Por eso el vino que he utilizado en esta ocasión a sido un Ribera del Duero de crianza, que ha estado 9 meses en barrica de roble.
La receta es la que nos han proporcionado desde Whole Kitchen, ¿para qué buscar otra si esa me parecía ya estupenda? Aunque, como siempre, la he adaptado un pelín a mis gustos, jejjejej.
Ingredientes :
- 500 g de cebollitas francesas
- 1 cebolla
- 1 rama de apio
- 1 zanahoria
- 6 lonchas de bacon
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 diente de ajo
- harina
- sal y pimienta negra recién molida
- 8 muslos de pollo
- 3 cucharadas de mantequilla
- 400 ml de vino tinto con cuerpo
- 500 ml de caldo de pollo
Poner una cazuela a fuego medio con una cucharada de aceite. Añadir las cebollas picadas, el apio en rodajas finas, las zanahorias en rodajas gruesas y el bacon en trozos del tamaño de un bocado. Rehogar hasta que esté pochado, unos 10 minutos. Subir el fuego y dejar que se dore sin parar de remover, otros 10 minutos más o menos. Agregar el ajo picado y rehogar 1 minuto más. Pasar a un bol y reservar.
Lavar el pollo y secarlo bien. Salpimentarlo y rebozarlo en harina. Darle unos pequeños golpes para retirar el exceso de harina. En la misma cazuela en la que rehogamos la verdura y el bacon, sofreír bien la mitad del pollo en una cucharada de aceite y otra de mantequilla, unos 10 minutos. Retiralo y repetir la operación con el resto del pollo, otra cucharada de aceite y otra de mantequilla.
Retirar el exceso de grasa, echar un chorrito de agua y desglasar añadiendolo al bol de las verduras.
Verter el vino y dejar hervir hasta que reduzca a la mitad. Introducir de nuevo el pollo, las verduras y las cebollitas francesas, añadir el caldo, tapar parcialmente y dejar cocer a fuego medio durante unos 50 minutos.
Cuando esté cocido retirar el pollo y las verduras. Mezclar una cucharada de harina y una de mantequilla y remover hasta que tenga la textura de una pasta fina. Agregar a la salsa, dejar cocer a fuego lento, durante 5 minutos, sin parar de remover.
Volver a poner el pollo y las verduras en la salsa, remover con cuidado y servir.
La carne estará tan tierna que ella sola se despegará del hueso así que a tener cuidado con la salpicaduras, jajjaja.
Y las cebollitas están para morirse del grandísimo sabor que han cogido con el guiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario