Hoy se celebra el National Bundt Cake Day y, fiel a la cita, no podía por menos que publicar uno nuevo para sumar a los que ya hay en el blog.
La verdad que tenía muchas ganas de probar esta versión ya que, aunque ya tengo publicado éste en el que, además de las galletas, el cacao forma parte de la masa, en el que hoy traigo tan sólo van las galletas, lo que hace que el resultado sea totalmente distinto.
Ingredientes :
- 200 g de azúcar fino + 1 cucharada
- 250 g de mantequilla
- 1 cucharadita de pasta de vainilla
- 5 claras de huevo
- 300 g harina
- 2 cucharaditas levadura
- 1/2 cucharadita de sal
- 250 ml de nata líquida
- 7 galletas oreo trituradas
- 7 galletas troceadas
- 200 g de azúcar glass
- 2 ó 3 cucharadas de leche
- 1/4 de cucharaditas de pasta de vainilla
Poner a calentar el horno a 180ºC. Engrasar bien un molde de bundt de 10 tazas y reservar. Yo usé el Elegant Party de Nordic Ware.
Tamizar la harina junto a la levadura y la sal. Batir la mantequilla y el azúcar hasta que la mezcla blanquee, esté espumosa y doble su volumen, Sin dejar de batir echar la vainilla. Incorporar la harina de tres veces, a velocidad baja, alternándola con la nata, empezando y terminando por la harina.
Montar las claras hasta que se formen picos firmes e incorporarlas en la masa, con movimientos envolventes con ayuda de una espátula, hasta que estén totalmente integradas. Añadir las galletas troceadas y, con mucho cuidado de que la mezcla no se baje, remover para que se repartan por toda la masa.
Echar la mitad en el molde preparado y alisar ligeramente la superficie. Espolvorear la galletas trituradas por encima y cubrir con el resto de la masa. Hornear, a media altura, de 50 a 55 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta ésta salga limpia. Sacar del horno y dejar reposar 10 minutos antes de desmoldar. Terminar de enfriar sobre una rejilla.
Para preparar el glaseado poner en un bol el azúcar glass y la vainilla e ir incorporando la leche, poco a poco, mientras se va removiendo hasta conseguir la consistencia adecuada.
Cuando el bundt esté totalmente frío, regar con el glaseado y decorar con más trocitos de galletas.
No me digáis que no queda un corte precioso. Además al no llevar más que claras es tremendamente esponjoso y os aseguro que está impresionante.
Fuente : El rincón de Bea
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