Y esta es la original. Como podéis apreciar, mi plato tiene tan solo una ligera semejanza pero que se le va a hacer, como yo no soy un gran Chef se me puede perdonar ¿verdad? 😉😉😜
En el momento que vi la original tenía claro que si yo les ponía un plato así de vacío en la mesa a mis chicos los ojos les iban a hacer chiribitas, demasiado minimalista para su gusto.
A mí, sin embargo, el plato no me disgusta, el contraste de los colores me parece de lo más primaveral, además de ser ideal para preparar en cualquier viernes de cuaresma, totalmente de ayuno y abstinencia.
Ahora en serio, me parecía interesante y me apetecía mucho intentar experimentar la técnica de las dentelles (puntillas), aunque el plato fuera tan escaso de ingredientes.
Después de sacar la foto en cuestión, lo rellené un poco para llevarlo a la mesa, que no quería que me lo terminaran tirando a la cara 😆😜 Tengo que decir que fue todo un exitazo y casi me hacen hasta la ola 😀😂😂
La tartaleta la había visto en la revista Regal y me llamó la atención ya que los colores casaban a la perfección con la base del plato.
Debía estar predestinado el que lo hiciera porque, al ir al Mercado Central el sábado siguiente, encontré unos preciosos manojos de zanahorias de colores. Ahora sí que sí tenía claro el relleno del plato.
Ingredientes (para 6 personas) :
Para las quenelles
- 4 yemas de huevo previamente cocidos
- 1 lata de atún en aceite de oliva (52g)
- 36 g de agua
- 4 g de harina
- Colorante marrón
- 2 cucharadas de guacamole
- 2 cucharadas de puré de zanahoria
- 1 cucharadita de nigella (semillas de cebolla)
- 1 puñado de berros
- 125 g de harina tamizada
- 50 g de mantequilla fría en taquitos
- 27 g de huevo batido (1/2 huevo L)
- 1/4 de cucharadita de sal fina
- 1 pizca de pimienta negra de molinillo recién molida
- 1/2 cucharadita de nigella (semillas de cebolla)
- 2 zanahorias amarillas pequeñas
- 2 zanahorias naranjas pequeñas
- 2 zanahorias moradas pequeñas
- 1 calabacín baby
- 1 huevo L
- 80 ml de leche
- 80 ml de nata líquida
- 1 pizca de comino en polvo
- Sal
- Pimienta negra de molinillo recién molida
Poner en un bol la harina, la sal y la pimienta. Añadir la mantequilla e integrar con la punta de los dedos hasta que tenga una consistencia de migas. Incorporar el 1/2 huevo batido y la nigella y amasar un poco, sin trabajar demasiado, solo hasta que esté integrado. Si estuviera demasiado seco añadir un poquito de agua. Formar una bola con la masa, envolver en plástico de cocina y refrigerar 15 minutos.
Mientras pelas las zanahorias y cortar a lo largo con ayuda de un pelador de patatas o una mandolina para hacer láminas lo más finas posible. Lavar bien el calabacín y laminar también con el pelador.
Precalentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo, sin aire.
Batir el huevo junto con el comino, añadir la leche y la nata líquida y batir hasta que esté ligeramente espumoso. Salpimentar al gusto y reservar.
Sacar la masa de la nevera, estirar con un rodillo dejándola bien fina, de unos 2 mm de grosor. Cortar círculos de un diámetro 3cm más grande de la base de los moldes para que cubra las paredes sin problemas. Mojar un poco con agua el filo de la masa para que se quede pegada al molde y al cocer no se baje.
Verter un poco de la mezcla de leche en el fondo de las tartaletas forradas, realizar espirales con las láminas de zanahorias y calabacín alternando los colores dentro de cada una. Añadir un poco más del preparado de leche si fuese necesario. Introducir al horno y cocer unos 25 minutos.
Cuando las tartaletas estén horneadas, dejar enfriar ligeramente sobre una rejilla para que no se reblandezcan.
El siguiente paso será ponerse con las dentelles y las quenelles.
Para las dentelles mezclar los ingredientes hasta que estén bien integrados. Poner una sartén pequeña a fuego medio con un poquito de aceite de girasol. Cuando esté caliente, echar un poco de mezcla y dejar que se consuma el agua. Cuando hayan dejado de salir burbujas retirar con cuidado con ayuda de una espátula y colocar sobre papel absorbente para retirar el exceso de grasa. Si lo quieres ver más claro con este vídeo no te quedará ninguna duda.
Para hacer la quenelle solo habrá de amasar el atún con las yemas cocidas hasta que quede una pasta uniforme. Darle forma con dos cucharas o, si te resulta más sencillo, con las manos bien lavadas.
Tan solo quedará montar el plato. Poner una franja de puré de zanahoria, unos puntos de guacamole, unas cuantas semillas de nigella y unas hojas de berro según podéis ver en la primera foto. Colocar la quenelle y pinchar en ella una pequeña dentelle. Y, para completar el plato, añadir una tartaleta.
Para decorar un poco más mis tartaletas hice unas florecillas con la clara de uno de los huevos cocidos, con ayuda de un cortador con expulsor, y puse un puntito de guacamole en el centro de cada una.
Si queréis saber como han interpretado la foto mis compañeras de reto aquí os dejo el recopilatorio... y a disfrutar.
6 comentarios:
Muy colorido, te ha quedado muy hermoso. Un saludo!!
Te quedó un plato precioso y muy rico, en mi casa tambien me decían que era poca comida jjjjjj besinos
Que chulo y encima lo has mejorado!! Me encanta, te quedo genial.
Besinos
El Toque de Belén
Vivi, Te ha quedado mas bonito que el original porque los colores de esa tartaleta le quedan de maravilla. Además debe estar riquísima.
Que belleza Vivi, al igual que a ti, me ha costado dejar el plato tan solitario... tuve que ponerle a las otras fotos más cosillas y al final un desparrame de todo para llenar mi estómago. Esas tataletas estan preciosas el formato personalizado y la manera en que dispones las zanahorias me parece preciosa. Toda la receta es un goce para los sentidos, un placer compartir reto y ver todas las ideas de este veo veo.
Mil besos!
Jajaja tu eres del club de Natalia, que le da pavor 3 cm de plato en blanco! Pero la verdad es que la tartaleta le queda perfecta porqué como dices, los colores conjuntan a la perfección. Estas zanahorias son preciosas! <3 me enamoran <3 y me encanta que vieras la connexión con la propuesta de este mes.
Un beso enorme Vivi!
Blanca
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