Valencia era una ciudad rica y culta. En ella los árabes trabajaban la tierra, habían desarrollado un sistema de regadío por medio de acequias que regaba sus huertas, que aún persiste en gran parte del territorio, y la noria que llevaba el agua de los ríos a las acequias. Cultivaban arroz. naranjas, olivas, trigo y uvas. Cultivaban moreras con cuyas hojas alimentaban gusanos de seda y fabricaban tejidos. También fabricaban papel y trabajaban la cerámica. Todas estas riquezas aún son importantes hoy en día en estas tierras. Por todo esto era por lo que el Rey Jaume quería hacerse con el control del Reino de Valencia.
Las huestes cristianas, aprovechando los enfrentamientos existentes entre los diferentes reyes árabes que rodeaban el Reino, bajaron desde las tierras de Teruel comenzando a conquistar todos los pueblos que se encontraban a su paso hasta llegar a Borriana. Una vez que toda la Plana de Castelló estaba dominada, el Rey Jaume se encaminó hacia Valencia, acampando en primer lugar en el Puig para preparar la conquista de la ciudad.
El Rey tampoco era tonto y, como lo que le interesaba era seguir disfrutando de las riquezas de esta tierra, no entró a sangre y fuego en Valencia sino que rodeó sus murallas para que no pudiera entrar alimento alguno en ella, tras el asedio al que fue sometida la ciudad por parte de las huestes cristianas, el Rey Zayyan se sentó a negociar la rendición árabe con el Rey Jaume I firmando las Capitulaciones de Ruzafa. En ellas el Rey Jaume se comprometió a respetar a los habitantes árabes conquistados y no permitió a su ejército que los matara ni los hiciera daño, concediéndoles unas leyes propias, los fueros, y un gobierno propio, las Cortes, que residían en el Palacio de la Generalitat, lugar donde reside actualmente el gobierno de la Comunidad.
Y, después de tanto rollo histórico para ponernos en situación, podemos comprender el porqué un pueblo doblegado por otro rey que no era el suyo agasajara, en su entrada a la ciudad de Valencia, a Jaume I y Violante de Hungría, su esposa, regalándoles productos de la huerta envueltos en un pañuelo.
De ahí nace la tradición de regalar la mocadorà. Mocador es pañuelo en valenciano y es donde se envuelven las frutas de mazapán que se regalan en este día para conmemorar la entrada del Rey. Es tradición que se lo regalen los chicos a sus enamoradas convirtiéndose de este modo en el día de los enamorados para los valencianos. Y después de tanto rollo os dejo las frutitas que hizo el año pasado Sonia para este día y que no me dio tiempo a publicar entonces.
Ingredientes :
- 200 g de azúcar glass
- 250 g de harina de almendras
- 1 clara de huevo
- 1 yema de huevo para pintar
- Extracto de fresa, de naranja y de limón
- Colorante rojo, naranja, amarillo y verde
Nosotras en esta ocasión utilizamos el azúcar glass comprado pero se puede utilizar azúcar normal y triturarlo 1 min, vel.10 y dejarlo enfriar.
Precalentar el horno a 180ºC.
Poner en el vaso la harina de almendras y el azúcar durante 15 seg, vel.6
Incorporar la clara y mezclar 20 seg, vel.6. Sacar del vaso, retirar un trocito y dividir el resto en tres partes que pondremos en tres boles. En el primer bol añadir unas gotas de extracto de fresa y un poco de colorante rojo, en el segundo extracto de naranja y colorante naranja y en el tercero extracto de limón y colorante amarillo. En el trocito que retiramos antes de dividir la masa le pondremos unas gotas de colorante verde.
Amasar hasta que esté todo completamente integrado y probar la mezcla por si necesitáramos añadir alguna gota más de extracto o de color.
Dar a las masas forma de naranjas, limones y fresas y con el trocito verde formar tallitos y hojas que colocaremos en las naranjas y las fresas.
Colocar en una bandeja de horno cubierta con papel y pincelar con la yema de huevo batida. Meter en el horno, a media altura, y cocer durante unos 5 minutos.
Sacar del horno y dejar reposar unos 5 minutos en la bandeja antes de ponerlos a terminar de enfriar sobre una rejilla.
La verdad que nos quedaron un poquitín raros pero estaban deliciosos. Creo que los próximos no los pincelaremos con la yema de huevo para que nos les quede esa película por encima, jejjeje.
Pueden conservarse en el frigo, guardados en un recipiente hermético, durante una semana pero la verdad es que en casa volaron.
4 comentarios:
Pues no sabía el origen de esta tradición y me ha parecido muy bonito leerlo. Le quedaron genial las frutas de mazapán.
besos
Que bonitas te han quedado!!! y que gran explicación.... Hoy he visto tu entrada, me la apunto para el año que viene (si DQ).
Un abrazo. Mavi
A mi, todo lo que sea regalar ya me parece bien si detrás de ello hay una tradición, pues mucho mejor!
Muy bonitas las frutas!
Un beso
Maria
Qué tradición tan bonita!!! Al igual que las frutas, tu niña es una artista como la madre! Besiños.
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