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lunes, 8 de septiembre de 2014

Setas portobello al queso azul

    Hay un bar en mi barrio donde me gusta mucho ir, el bar Mari. Además de tener un género fresco y de calidad, hacen una comida para chuparse los dedos. Reconozco que no debe ser fácil presentar platos novedosos en un barrio pequeño como es la Fonteta de San Luis aún así, de vez en cuand,o nos sorprenden con alguno.
    Esta receta que os traigo es uno de estos platos. Ellos utilizan champiñones para hacerlo pero Yo encontré estas setas en el super, que estaban diciendo comemé, y me pareció que con ellas tampoco iba a quedar mal... y no me había equivocado, estaba delicioso!!


    Ingredientes :
  • 12 setas portobello grandecitas
  • 1 huevo batido
  • 100 g de queso azul
  • 1 chorrito de leche
  • Pimienta blanca de molinillo
  • Panko o pan rallado grueso
  • Aceite para freír

    Limpiar con un paño las setas y retirarles los pies. Ni se os ocurra tirarlos, guardarlos para añadírselos a una crema de setas por ejemplo o muy picaditos al sofrito de cualquier guiso, ya veréis que sabor más rico les da.
    Pasar los sombreros de las setas por huevo batido y rebozarlos bien en el panko (lo compré durante la semana asiática del Lidl pero sino tenéis podéis utilizar pan rallado grueso)
    Poner abundante aceite en una sartén y, cuando esté bien caliente, freír los sombreros por tandas hasta que estén bastante dorados. Reservarlos sobre un papel de cocina absorbente para que escurra el exceso de grasa.
    Desmenuzar en un cazo el queso azul, verter el chorrito de leche y dejar derretir, a fuego lento, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
    Cuanto la mezcla esté uniforme espolvorear con la pimienta recién molida y probar el punto de sazón. El queso ya lleva sal así que no necesité añadir más pero si consideráis que le hace falta será el momento de agregarla.
    Poner las setas en una cazuela, con los sombreros boca abajo, y regar con la salsa.


    Yo usé cazuelitas individuales para llevar el plato a la mesa y como adorno le puse, como Arguiñano, un poquito de perejil.
    Están riquísimos, os aseguro que han pasado a ser habituales en mi mesa.

1 comentario:

Débora de Lucas dijo...

que buenos mi niña ¡¡¡¡ se me han antojado ¡¡¡ besotes mil