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martes, 26 de agosto de 2014

Crema fría de remolacha y mascarpone

    Ya se que en algún lugar de España el otoño ha comenzado a hacer acto de presencia, no así aquí en Valencia donde, precisamente hoy, hemos llegado a superar los 40º C.
    Con una temperatura tan alta lo único que apetece comer son cosas fresquitas así que, me he liado la manta a la cabeza y, a primerísima hora de la mañana - y ya había 28º C, ¡¡ahí es nada!! - me he puesto a preparar esta cremita, que se hace en un plis con la Thermomix, para dejarla en la nevera hasta la hora de la comida. La receta la encontré en una de las revistas del Thermomix y desde que lo hice no he dejado de prepararla cada verano, está riquísima, aunque rebajando la cantidad de picante ya que a mis peques este no les gusta demasiado.
  

    Ingredientes :
  • 50 g de cebolleta fresca
  • 400 g de remolacha cocida
  • 150 g de caldo de pollo*
  • 150 g de mascarpone
  • 2 vueltas de molinillo de pimienta blanca en grano
  • 2 gotas de tabasco
  • 150 g de nata liquida de cocinar
  • 1 pizca de sal
    * En el caso de no tener caldo de pollo poner 150g de agua y 1/4 de pastilla de caldo de ave y, en este caso, no añadir sal ya que la pastilla es suficientemente salada.

    Poner en el vaso la cebolleta y la remolacha cortada en trozos grandes. Picar 4 seg, vel.4
    Incorporar el caldo, el mascarpone, la sal, la pimienta y el tabasco. Programar 2 min, 37ºC,  vel.5_10.
    Añadir la nata y programar 1min, vel.5
    En la receta original no le programa temperatura y, al principio mi crema  estaba llenita de puntos blancos. Entonces decidí poner a 37ºC para que la grasa del queso y de la nata se fundieran, los puntitos blancos, y esta se integrara mejor.
    Fue la solución perfecta ya que la crema adquirió un precioso tono fucsia totalmente uniforme.
    Pasar a una cazuela e introducir en la nevera. Servir bien fría.


    Yo la serví con unas gotitas de nata líquida por encima y unas ramitas de cebollino. Mi hijo dijo que la crema estaba muy rica pero que él no quería hierba de esa por encima, claramente se ve reflejado en la cuchara diciendo que no (menudo fallo, jejjeje) y mi hija estaba encantadísima de comer una crema taaan rosa, jejjeje.

viernes, 22 de agosto de 2014

Bagels de espelta con masa madre

    Parece que las vacaciones de verano están llamadas para viajar y descubrir nuevos lugares tanto física como gastronómicamente hablando. Lo malo que con la crisis los viajes están más encaminados para visitar a la familia que para hacer turismo como tal. A mí este año me hubiera gustado viajar al extranjero, París, Londres o Nueva York, pero me he tenido que conformar con ir a Valladolid y a Donosti.. que tampoco están nada mal.

    Además, mirándolo bien, si que he acabado pisando el extranjero, jejjeje, he pasado la frontera cercana a Donosti para ir a Hendaya al hipermercado, pero eso os lo contaré en otra entrada.
    De todas formas no me conformaba del todo así que me he puesto a preparar unos bagels newyorkinos que me han transladado imaginariamente a la mismísima  Fifth Avenue de la ciudad de los rascacielos.


    Ya había publicado una entrada de bagels (aquí) pero no me resistía a poner esta otra receta del libro "Panes Creativos" de Daniel Jordà ya que es ligeramente distinta en cuanto a los ingredientes y, por lo tanto, también en cuanto al sabor.


    Ingredientes :
  • 500 g de harina de espelta
  • 200 g de masa madre
  • 10 g de sal
  • 10 g de levadura fresca
  • 200 g de agua
  • 1 huevo
  • 50 g de mantequilla 
  • Semillas de sésamo blancas y negras crudas para rebozar
    Poner en un bol la harina, la masa madre, la sal, la levadura fresca, el huevo y la mayor parte del agua. Amasar hasta que se forme una mezcla manejable y no demasiado dura, añadir más agua si fuese necesario.
    Agregar la mantequilla y amasar hasta integrar dejando la masa fina, suave y uniforme.
    Dejar en reposo unos 45 minutos.
    Formar bolas de unos 90 g y, metiendo un dedo en el centro ir ensanchando el agujero hasta que adquieran la típica forma de rosquilla que tienen los bagels. El agujero deberá ser bastante grande ya que, al levar, la masa aumentará y se podría cerrar el hueco. Dejar levar tapados con un paño húmedo hasta que doblen su volumen.
    Precalentar el horno a 220º C.
    Poner un cazo al fuego con abundante agua y, cuando esta esté hirviendo, ir echando los bagels de uno a uno. Cocer un par de minutos por cada lado, retirar del agua con cuidado e ir rebozándolos, por uno de los lados, con las semillas de sésamo crudas.
    Colocar sobre una bandeja de horno cubierta con papel y hornear durante unos 8 minutos, hasta que estén dorados.


    Ya tan solo tendréis que rellenarlos. Yo lo hice con crema de queso, cebolla muuuy picadita, salmón ahumado y unas cuantas alcaparras... umm, absolutamente deliciosos!!


        Y lo dicho, si cerráis los ojos parecerá que estéis en el mismísimo centro de Manhattan.


    Si os sobran en una lata, protegidos de la humedad y el calor, se conservarán bien durante un par de días. También podéis congelarlos, solo tendréis que, sin descongelar siquiera, darles un golpe de horno y estarán como recién hechos.

miércoles, 20 de agosto de 2014

New York cheesecake con espirales de fresa

    Esta es una de esas tartas perfectas para el verano, no porque no se encienda el horno, que una es un poco masoca y no puede dejar de hacerlo ni en estas fechas, sino porque es ligera y no muy pesada a la hora de comer que es algo que siempre se agradece con estos calores. Además al horno, después de los primeros 15 minutos, se le baja a mucho la temperatura y como tiene que estar hora y cuarto más puedes huir tranquilamente de la cocina. Eso si, no te has de olvidar que la tienes en el horno.
    La receta es del blog "Kanela y Limón" y, como todo lo que Cristina publica en él, sale siempre perfecto y absolutamente delicioso.


    Ingredientes :
    Para la base
  • 150 g de galletas digestive
  • 70 g de mantequilla derretida
    Para el relleno
  • 600 g de queso crema (Philadelphia)
  • 200 ml de nata 35% mat. grasa
  • 150 g de azúcar
  • 3 huevos
    Para las espirales
  • 200 g de fresas
  • 40 g de azúcar

    Lavar la fresas y escurrirlas. Quitarles el rabito, cortar en trozos y poner a macerar con el azúcar.
   Forrar un molde desmontable con papel de horno tanto en la base como en el lateral. Cubrir toda la parte exterior del molde con papel aluminio para que al ponerlo a cocer después al baño maría no se filtre nada de agua.
    Precalentar el horno a 180º C poniendo una fuente con agua dentro donde quepa el molde anteriormente preparado.
    Triturar las galletas y mezclarlas con la mantequilla derretida. Extender la mezcla en la base del molde preparado presionando bien para que quede compacto. Meter en la nevera, mientras preparamos el relleno, para que se endurezca.
    Mezclar el queso con el azúcar hasta que estén integrados. Añadir la nata y mezclar de nuevo. Agregar los huevo de uno en uno removiendo pero sin batir para no meter aire en la mezcla. Volcar dentro del molde sobre la base.
    Triturar las fresas maceradas con el azúcar y filtrar la mezcla para eliminar las pepitas. Poner a hervir en un cazo durante unos 10 minutos, hasta que haya espesado un poco.
    Echar la mezcla en un biberón, dejar caer gotas sobre el relleno y, con ayuda de un palillo, ir haciendo espirales en ellas.
    Meter al horno dentro del recipiente con agua. Cocer 15 minutos. Bajar la temperatura a 110ºC y dejar cocer otros 75 minutos.
    Dejar enfriar por completo en el interior del horno, retirar y llevar el molde a la nevera toda la noche.
    Al día siguiente, desmoldar y colocar en el plato de servir.


    Aunque parece una receta bastante laboriosa te puedo asegurar que cuando la pruebes la vas a repetir. Está soberbia!!!

lunes, 18 de agosto de 2014

Ensalada de pasta, salmón y pepinillos con vinagreta de miel y mostaza

    Siempre he dicho que lo más apetecible en verano es una rica ensalada bien fresquita. Aunque en casa los platos de cuchara no dejan de prepararse en todo el año, cuantas veces me he encontrado comiendo un buen cocido o unas alubias con una mano y en la otra un abanico, una ensalada es lo que mejor sienta si después de comer tienes que moverte a algún sitio... porque con el cocido o las alubias lo más lejos que puedes llegar es al sofá, jejjeje.
    Las ensaladas las puedes preparar de muchas maneras y con muy variados ingredientes pero a mi me gusta meterle siempre algo de pescado y, en este caso, el pescado elegido ha sido un riquísimo salmón ahumado.


    Aprovechando que me quedaban unas preciosas mariposas arco iris de pasta, que no llegaban para hacer con ellas solas un primero, me decidí a prepararlas en ensalada y así poder engordar el plato... aquí se aprovecha todo, que no estamos como para tirar nada.
    Lo primero que se me ocurrió fue añadirle trocitos de salmón ahumado y como lo mejor que le va al salmón son los encurtidos y me quedaba un puñado de pequeños pepinillos en vinagre, fueron para dentro de la ensaladera también.


    Ingredientes :
  • 1 bolsa de rúcula + canónigos
  • 200 g de mariposas de pasta
  • 100 g de salmón ahumado
  • 1 puñado de pepinillos en vinagre
    Para la vinagreta de miel y mostaza
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 1 cucharada de mostaza a la antigua
  • 1/2 cucharada de miel
    Cocer la pasta en abundante agua salada durante el tiempo que nos indique el fabricante, escurrir y enfriar bajo el grifo de agua fría. Rociar con un poco de aceite de oliva virgen extra, remover para que no se peguen y queden sueltas unas de otras y reservar.
    Cortar el salmón en tiras y enrollarlas para formar rosas.
    Escurrir los pepinillos.
    Poner en una ensaladera la mezcla de rúcula y canónigos. Repartir las mariposas, las rosas de salmón y los pepinillos por encima. Reservar en la nevera mientras hacemos la vinagreta.
    Poner todos los ingredientes de la vinagreta en un bote de cierre hermético y cerrar bien. Agitar enérgicamente el bote hasta que esté todo mezclado y se observe que haya emulsionado.
    Aliñar con la vinagreta la ensalada justo antes de servir.


    La receta de la vinagreta es una mezcla de dos recetas del blog "Las salsas de la vida", la de la vinagreta de mostaza y la de la salsa agridulce de mostaza y miel.

sábado, 16 de agosto de 2014

Köttbullar, las albóndigas suecas

    Uno de los pasados retos de FoodBloggers Trotamundos, el de el mes de Junio, nos llevaba a Suecia de la mano de Julia de "Petites Sucreries" y una de las propuestas saladas que nos invitaba a preparar eran estas albóndigas. Entonces no llegué a tiempo de publicarlas pero, como a mí me gustaron mucho, aquí os dejo la receta.


    La verdad que estaban muy ricas pero, si digo la verdad, la cara de mi hijo era todo un poema cuando las vio en el plato, jejjeje. Lo cierto es que cuando me preguntó que qué había para comer y le dije que albóndigas, que le requete encantan, se le puso una sonrisa de oreja a oreja y cuando vio esa salsa tan clarita, evidentemente está hecha con nata, ya no sabía si reír o llorar, jejjeje. Tuve que reprimir una carcajada al ver el cambio en su expresión para evitar que me las pudiera lanzar a la cara, jejjeje. Al final no llegó la sangre al río, se sentó a la mesa y se las comió sin decir nada... solo cuando se levantó de la mesa me pidió por favor que las próximas albóndigas se las hiciera normales.


    Ingredientes :
  • 750 g de carne picada, mezcla de ternera y magro
  • 1/2 cebolla grande
  • 30 g de mantequilla
  • 80 ml de leche
  • 25 g de miga de pan
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de nuez moscada
  • 1/2 cucharadita de cardamomo (le puse solo 1/4)
  • 1 cucharadita de pimienta negra de molinillo recién molida
  • Aceite de oliva para freír
    Para la salsa :
  • 90 g de mantequilla
  • 40 g de harina
  • 500ml de caldo de ave
  • 10 ml de nata de cocinar
    Poner la mantequilla en una sartén y rehogar, a fuego medio, la cebolla muy picadita hasta que empiece a tomar color. Apartar del fuego y dejar enfriar.
    Echar la miga de pan en la leche y, después de que haya reposado un poco, triturar.
    Poner en un bol la carne, la sal, las especias, el huevo ligeramente batido, la mezcla de pan y leche y la cebolla pochada e integrar todo. Puedes hacerlo con una cuchara de madera pero como queda más uniforme es haciéndolo con la mano.
    Formar albóndigas con la mezcla y freír por tandas. Dejar escurrir sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa mientras preparamos la salsa.
    Derretir la mantequilla en una cazuela de fondo grueso. Espolvorear la harina por encima y cocer hasta que se dore. Sin parar de remover., verter el caldo y dejar cocer unos 5 minutos. Añadir la nata y echar dentro las albóndigas. Cocer unos 15 minutos.
    Servir acompañadas con puré de patata y una cucharada de mermelada de arándanos rojos caliente.
 

    Fuente : Directo al paladar

jueves, 14 de agosto de 2014

Mermelada de fresas con cava a la pimienta rosa

    Uno de los mayores placeres de los domingos y de los días de vacaciones es poder desayunar relajadamente : un buen café o té, un poco de fruta fresca y unas ricas tostadas de pan casero con el mejor de los acompañamientos,  una deliciosa mermelada también casera.
    Hacía mucho que quería hacer mermelada de fresas con pimienta rosa (ver aquí) y también hacía mucho que quería hacerla con cava (ver aquí) así que, ¿por qué no juntarlo todo?
    Al final resultó ser una mermelada un tanto especial y festiva, una mermelada de auténtico lujo.


    Hacer una mermelada casera es bien sencillo pero si está realizada en thermomix además de sencillo es limpio, muuy limpio. Como me gusta variar mucho de sabor de mermeladas, normalmente tengo empezados 3 ó 4 botes en la nevera, nunca hago más de 2 botes de unos 250 ml de capacidad de mermelada de cada sabor.
    Ingredientes :
  • 500 g de fresas
  • 200 g de azúcar
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 100 ml de cava
  • 1/2 cucharadita de pimienta rosa
    Lavar las fresas y dejarlas escurrir. Qitarles el rabito, partirlas en trozos y ponerlas en un bol junto al azúcar. Remover, cubrir con plástico y dejar toda la noche en la nevera.
    Al día siguiente las fresas habrán sacado todo su jugo que, junto al azúcar, habrán creado bastante almíbar.
    Poner la mezcla a fuego medio en una cazuela. Al empezar a hervir se irá creando una espuma que tendremos que retirar. Añadir el zumo de limón y dejar que cueza hasta que reduzca el líquido y espese bastante. Agregar el cava, remover hasta que esté uniforme y dejar reducir de nuevo. Al tener más líquido del habitual tardará más tiempo en llegar al punto deseado, teniendo en cuenta que al enfriar espesará bastante más.
    Machacar ligeramente en un mortero la pimienta rosa y añadirla a la mermelada cuando haya llegado casi al punto de retirarla del fuego. De esta manera conseguiremos que no pierda ni un ápice del aroma y sabor de la pimienta que es lo que pasaría si la añadiéramos al principio de la cocción. Verter en botes esterilizados, tapar y dar la vuelta a los botes hasta que se enfríe la mermelada.


    Pero ya os había dicho que la forma más limpia de hacer mermeladas es hacerlas con thermomix, y de esa manera es como yo la he hecho, así que ahora os explico como.
    Después de tener las fresas con el azúcar durante la noche en la nevera eché la mezcla en el vaso de la thermomix y programé 20 min, temperatura varoma, vel. 2.
    Cuando lleve 5 minutos añadir el zumo de limón a través del bocal.
    Al acabar el tiempo agregar el cava y volver a poner otros 10 min, temperatura varoma, vel. 2, poniendo el cestillo sobre sus patitas sobre el bocal par evitar así salpicaduras y que evapore antes. Cuando falten 2 minutos para terminar el tiempo añadir la pimienta rosa ligeramente machacada. Comprobar que está en el punto de mermelada antes de verter en los botes esterilizados.
    Dejar enfriar los botes vueltos del revés para que se haga el vacío.


    Una vez que los botes estén totalmente fríos será el momento de etiquetar para guardarlos.

martes, 12 de agosto de 2014

Focaccia con sal y romero de Lorraine Pascale

    Pues si, otra receta de Lorraine Pascale al canto, jejjeje.
    Se trata, en esta ocasión, de la receta propuesta para el reto del mes de junio del grupo de face de las lok@s por Lorraine Pascale. Tocaba reto salado y se eligió este maravillloso pan italiano (Fuente : BBC-Food)


    Como la quería para acompañar una cena de picoteo reduje a la mitad las cantidades de la receta original y esas, las que Yo utilicé, son las cantidades que os pongo aquí.
    Ingredientes :
  • 250 g de harina de fuerza
  • 7 g de sal
  • 12 g de levadura fresca
  • 80 ml de aceite de oliva virgen extra + para pincelar la bandeja y el pan
  • 130 g de agua templada
  • 1 manojo de romero fresco
  • 1 pellizco de sal gorda para espolvorear 
    Mezclar la harina, la sal y la levadura desmigada en un bol. Abrir un hueco en el centro y verter dentro el aceite y la mayor parte del agua. Amasar hasta que la mezcla se vuelva una masa suave y ligeramente pegajosa, añadir más agua si fuera necesario.
    Volcar sobre la superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y terminar de amasar, unos 10 minutos más o menos.
    Darle forma oval y poner sobre una bandeja de horno, cubierta con papel y ligeramente engrasada.
    Aplastar hasta dejarla de unos 2 cm de grosor y cubrirla con un plástico. Dejar levar hasta que doble su volumen.
    Precalentar el horno a 200º C.
    Con los dedos enharinados marcar agujeros en la superficie, hundiendo los dedos hasta que lleguen casi al fondo de la masa. Introducir ramitas de romero en cada agujero.


    Sazonar con la sal gorda e introducir en la parte media-alta del horno.
    Cocer de 20 a 30 minutos. Al retirar del horno pulverizar por encima con más aceite de oliva virgen extra y dejar enfriar enla bandeja.


    Y, aunque yo no llegara a tiempo para participar en este reto, aquí tenéis el logo y la lista de bloggers que si lo hicieron


    Chus Nenalinda de Siguiendo a Nenalinda
    Marisa de Marisa en la Cocina
    Susana de Té con limón y canela
    Teresa de Aurea's Kitchen
    Mavi de Mandarinas y Miel




domingo, 10 de agosto de 2014

Polos de piña

    ¡¡¡Al rico helado de piña para el niño y la niña!!!
    Siempre he tenido ganas de hacer los polos de este sabor ya que decir que me gusta se queda corto, me vuelve loca. De niña siempre pedía a la kiosquera que me buscara en el cajón que tenía los sugus, entonces solo había de esa marca en el kiosco al que Yo iba, los de sabor a piña. Después, cuando salía a cenar con mis amigos en mis tiempos mozos, hace ya una eternidad de ello, siempre reservaba un poquito de hambre para poder deleitarme con un rico helado de piña de esos que venían dentro de su cáscara. Luego, no se porque motivo,dejaron de llevarlos a la mayor parte de los sitios, cuestión de modas supongo.
    Así que, además de porque me gusta el sabor, estos polos me traen recuerdos de mi niñez.


    Hacía tiempo que no fotografiaba ningún helado y no me acordaba lo complicado que resulta que salga algo decente antes de que este comience a derretirse, jejjeje. Me parece haber conseguido unas fotos medianamente aceptables antes de que estos desaparecieran de manos de mis fieras, porque si difícil es que no se derrita el helado en la sesión fotográfica más difícil es contener sus pequeñas manos atacando por todos los flancos, jajjaja. Una batalla épica!!!


    Ingredientes :
  • 200 g de piña natural
  • 1 huevo
  • 1 cucharada de azúcar invertido
  • 200 g de nata líquida 35% de mat. grasa
  • 50 g de azúcar glass
  • 1 yogurt con sabor a piña
    Pelar la piña, retirar los ojos y la parte más dura. Triturar y reservar. Yo la trituré con la thermomix durante 30 seg. a vel. progresiva 5_8.
    Añadir en el vaso la mitad del azúcar y el huevo batido y programar 20 min, 90º, vel. 4. Si no tenéis thermomix poner la mezcla en un cazo a fuego medio y, removiendo de vez en cuando, dejar cocer hasta que se forme una crema con bastante cuerpo. Dejar enfriar cubierta con un film plástico por encima para que no se forme costra.
    Batir el yogurt con el azúcar invertido y añadírselo a la crema cuando esta esté totalmente fría.
    Montar la nata con el resto del azúcar. Mezclar delicadamente la crema con la nata montada con movimientos envolventes hasta que la mezcla esté totalmente integrada.
    Meter en la heladera y dejar mantecar durante unos 20 minutos o hasta que veáis que la mezcla tiene suficiente cuerpo. Rellenar los moldes de polos elegidos, dejar media hora en el congelador antes de introducir los palitos y volver a meter en el congelador hasta que queden bien firmes.

     
    Si no tenéis heladera os la recomiendo totalmente aunque podéis hacer el helado de igual manera como se ha hecho toda la vida, metiendo la mezcla en un contenedor, mejor si es metálico para que congele antes, y sacar cuando pase una hora para batir la mezcla y romper así los cristales de hielo que se vayan formando. Repetir un par de veces este proceso antes de rellenar los moldes y poner los palitos. Dejar congelar hasta que estén bien firmes y ya podéis disfrutar de unos riquísimos polos de piña.
    Y que conste que Yo sigo rebuscando entre los caramelos masticables para encontrar los de piña, jejjeje.

viernes, 8 de agosto de 2014

Ñoquis salteados de mascarpone con pesto

    Esta receta es también de uno de los retos de los cocinillas lok@s por Lorraine. Como ya sabéis  he faltado a bastantes de mis retos, de hecho, esta receta tenía que haber visto la luz el último día de abril, pero como está tan sumamente buena y es tan endiabladamente fácil y rápida de hacer no podía dejar de publicarla.


    En mi casa lo de los ñoquis como que no gustan ni un poco, sin embargo estos son tan diferentes que todos pedían más, claro que siendo de queso tenía muchos puntos a su favor... ya os he dicho muchas veces que en esta casa parece que vivan ratones en vez de humanos por la manera tan bestial de desaparecer el queso, da igual del tipo del que sea, jejjeje... Vamos al lío.

    Ingredientes :
  • 100 g de parmesano rallado
  • 350 g mascarpone
  • 2 huevos
  • 300 g de harina + para espolvorear
  • 1 puñadito de tomillo fresco
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida
  • Aceite de oliva
  • 50 g de mantequilla
  • 125 g de pesto (hecho en casa o comprado)
  • 1 puñado de rúcula
  • 1 puñado de piñones
    Mezclar el parmesano, el mascarpone, los huevos, la harina, el tomillo, la sal y la pimienta en un bol.
    Amasar hasta que los ingredientes estén totalmente integrados. Formar una bola con la masa.
    Dividir en tres partes iguales. Enharinar la superficie de trabajo e ir dando a cada parte forma de cilindro de unos 6 cm de diámetro. Cortar en trocitos de unos 2 cm. y marcar cada trocito ligeramente con los dientes de un tenedor y reservar tapados para evitar que se resequen.


    Poner un poco de aceite en una sartén y saltear los ñoquis 2 ó 3 minutos por cada lado. Añadir la mantequilla y dejar que se deshaga. De esta manera conseguiremos que queden crujientes por fuera y blanditos por dentro.
    Tostar ligeramente los piñones en una sartén sin grasa.
    Poner la rúcula en los platos y cubrir con los ñoquis. Echar el pesto sobre ellos, repartir los piñones por encima y servir bien calientes.


    Y como ya os he contado la receta pertenece a un reto, este es su precioso logo, creado por Susana, y estos los blogueros que participaron en él


    Chus Nenalinda de Siguiendo a Nenalinda
    Teresa de Aurea`s Kitchen
    Jose de Cocina y Kuchnia
    María José de Hecho en casa
    Susana de Té con limón y canela
    Marisa de Marisa en la cocina
    Blanca de Menjar a ca la Blanca

miércoles, 6 de agosto de 2014

Mahamri, los donuts swahilis

    En el mes de Junio Virginia y Clara, las chicas de Bake the world, nos invitaban a viajar al África Oriental, concretamente a las costas de Kenia y Tanzania, para preparar este riquísimo pan al que también se le llama mandazi, cuando no se prepara con leche de coco.
    Es una masa  que se fríe en aceite como los donuts, aunque es muchísimo menos dulce que estos ya que no llevan glaseado de ningún tipo.
    Aún sin ordenador si que pude participar en el reto gracias a que saqué alguna foto con  el móvil y desde él la envié.
    En esta ocasión utilicé la receta de la United Church Board of World Ministries que ellas nos pasaron al invitarnos al reto, solo que le tuve que añadir algo menos de la leche de coco que ponía en ella.

  
    Ingredientes :
  • 450 g de harina
  • 40 g de azúcar
  • 2 cucharaditas de mantequilla clarificada o ghee
  • 1 cucharadita de levadura seca
  • 350 ml de leche de coco (en la receta original 360)
  • 1/2 cucharadita de cardamomo molido
  • Aceite suave para freír (usé de girasol)
    Poner en un bol la harina, el azúcar, el cardamomo y la levadura. Hacer un hueco en el centro y verter dentro la mantequilla clarificada y la leche e ir integrandolo todo.
    Amasar hasta que la masa esté blandita y suave.
    Dejar reposar  10 minutos. Dividir en 8 bolitas y aplanar. Cortar en cuartos y dejar fermentar, sobre una superficie enharinada, tapados con un paño húmedo, hasta que doblen.
    Freír en aceite caliente durante un par de minutos hasta que se doren, dar la vuelta a los mahamri y dejar dorar por el otro lado.
    Poner sobre un papel de cocina para retirar el exceso de grasa y servir.


    Os aseguro que están deliciosos tanto calientes como a temperatura ambiente. Además a mí me encantó probar algo de unas tierras tan desconocidas gastronómicamente hablando.


    Y espero poder seguir arrebatando el ordenador a mi hijo para poder seguir publicando todo lo que tengo pendiente, jejjeje. Bendito verano, yuujuuu!!!

lunes, 4 de agosto de 2014

Falso cuscús de coliflor con naranja y anacardos

    Cada vez tengo más claro que para comprar frutas y verduras en el mercado hay que dejarse llevar por los sentidos; sin duda alguna la vista, el olfato y el tacto son fundamentales a la hora de elegir. No digo esto por decir, en esta ocasión fue una pequeña coliflor la que llamó la atención de mis pupilas al mismo tiempo que la fragancia de las naranjas recién traídas me embriagaba.
    Me ha quedado un comienzo de entrada un poco cursi pero es lo que hay, jejjejje. El caso es que inmediatamente me acordé de la receta de un falso cuscús que hace tiempo tenía apuntada en "pendientes" y coliflor y naranjas se vinieron a casa conmigo.


    Ingredientes :
  • 1 coliflor mediana
  • 2 naranjas
  • 1/2 limón
  • 75 g de anacardos
  • 1/2 cucharada de cominos en grano*
  • 1 cucharadita de pimentón de la Vera
  • 2 cucharaditas de cilantro picado
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida
    * La receta original lleva 1 cucharada de cominos, yo le puse 1/2 ya que el comino le da un sabor demasiado fuerte que, a mi parecer, acaba matando en parte el sabor del resto de ingredientes.
    Cortar la coliflor en ramilletes eliminando los troncos más duros y cortar en trocitos del tamaño de granos de cuscús, Yo metí los ramilletes en la picadora y le di un par de pulsos. Escaldar durante 30 seg en abundante agua salada hirviendo a partir de que empiece de nuevo el hervor. Pasar por agua fría para para cortar el hervor, escurrir y reservar.
    Pelar las naranjas a lo vivo, sacar los gajos  reservarlos.


    Exprimir los restos de las naranjas en un colador sobre un bol apretando con la mano de un mortero para sacar el zumo. Añadir un chorrito de aceite, el zumo del limón y salpimentar. Reservar.
    Lavar los anacardos, para eliminar el exceso de sal, escurrir y secar ligeramente con un papel de cocina.
    Tostar los cominos con 3 cucharadas de aceite a fuego medio hasta que comience a soltar su aroma.
    Añadir los anacardos y dejar tostar durante un minuto.
    Agregar la coliflor y el pimentón y dejar rehogar durante 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Rectificar de sal si fuera necesario.
    Servir el cuscús decorado con los gajos de naranja y espolvoreado con el cilantro y acompañado de aliño preparado anteriormente para que cada uno se ponga 2 ó 3 cucharadas sobre su ración.


    Fuente : El comidista

sábado, 2 de agosto de 2014

Ensalada templada de vieiras, queso de cabra y frambuesas

    A finales de mayo Rosilet nos retaba a llenar de ensaladas el verano, al igual que nos invitó a hacerlo el pasado, con el hastag #ponunaensalada. Desafortunadamente el año pasado entre unas cosas y otras no pude participar y este, que si me había organizado para poder hacerlo, mi ordenador, como ya sabéis, dejó de funcionar y tampoco he podido presentar mi ensalada.
    Aunque mi aportación ya no pueda estar incluida en el recopilatorio no me resisto a publicarla porque realmente ha sido una ensalada que me ha gustado mucho y no me parecería justo no compartirla con todos vosotros.

   
    Y os invito a que veáis el recopilatorio de Rosilet porque de verdad vale la pena, es fantástico ver la cantidad de ideas distintas que le han enviado para llenar el verano con 97 magníficas ensaladas. Aquí os dejo el enlace.
    Y no me extiendo más, vamos al lío.

    Ingredientes :
  • 1 bolsa de rúcula
  • 12 vieiras*
  • 2 crottins de cabra**
  • 125 g de frambuesas
  • vinagreta de frambuesas para aliñar***
   
    *Yo utilicé una bolsa de vieiras ya limpias y al vacío porque no encontré frescas así que me evité el tener que limpiarlas bien de la arena que suelen llevar y ahorré bastante tiempo.
    ** los crottins de cabra los suelo comprar en la sección de quesos internacionales del Carrefour pero si no los encuentras o prefieres un queso más suave se puede cambiar por queso de cabra de rulo sin que cambie el sabor en exceso.
    *** la vinagreta de frambuesa que utilicé la compré en el Lidl pero la podéis encontrar fácilmente en casi todas las grandes superficies.


    No creo que necesite explicar como montar una ensalada pero os contaré el proceso que he seguido Yo con esta, jejjeje
    En la fuente de servir hacer una cama con la rúcula.
    Limpiar bien las vieiras, si son frescas, y sacarlas de sus conchas. Cortar cada crottin en cuatro rebanadas.
    Poner una sartén al fuego y, con ayuda de un papel de cocina, extender un chorrito de aceite. Pasar las rebanadas de queso por ella cuando esté bien caliente para que se templen, sin dejar que se derritan, y colocarlas sobre la cama de rúcula. Reservar en un sitio templado.
    Volver a pasar el papel con aceite por la base de la sartén y echar las vieiras. Saltear durante 5 minutos , darles la vuelta y dejar hacer 5 minutos más. Colocarlas sobre la rúcula al igual que hemos hecho con el queso.
    Agregar las frambuesas y aliñar con la vinagreta de frambuesa.

  
     Sin lugar a dudas, si te gusta el contraste de sabores en las comidas, esta es tu ensalada.