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miércoles, 13 de noviembre de 2024

Biscotti de café y harina de castañas, sin huevo

    Estando como estamos en plena temporada de castañas me ha parecido que estas galletas que hoy os traigo nos van a hacer disfrutar de lo lindo. Aunque, en realidad, lo que he usado para prepararlas ha sido su harina el sabor sigue siendo inigualable y, con cada bocado, parecerá que nos estemos llevando los sabores más otoñales a la boca. 

    La forma que tienen de grano de café se debe a que, precisamente, ese es su otro ingrediente  principal, cuyo sabor casa perfectamente con el del otoñal fruto. Y doy fe de que están ricas a rabiar.

    Ingredientes :

  • 225 g de harina de castañas
  • 125 g de mantequilla, a temperatura ambiente
  • 125 g de azúcar glass
  • 4 g de café soluble (2 sobrecitos)
  • 25 g de cacao en polvo
  • 1/4 de cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 pizca de sal
  • 25 ml de café fuerte
  • 2 cucharadas de leche

    Batir la mantequilla junto al azúcar hasta que ésta blanquee. Añadir el café. Tamizar la harina, el café soluble, el caco, la levadura, el bicarbonato y la sal, mezclar bien y agregar a la crema de mantequilla y café. Integrar todo, con la ayuda de una lengua de cocina, añadiendo la leche si hiciera falta, de cucharada a cucharada, hasta que tenga una textura blandita pero manejable, que no se pegue demasiado a los dedos. Volcar la masa sobre un plástico de cocina dándole forma de churro, envolver bien y refrigerar durante, por lo menos, 1 hora.

    Sacar de la nevera y cortar en rodajas. A mí me salieron unas 40 no muy grandes, pero dependerá del tamaño que les deis. Bolear cada rodaja de manera que quede ligeramente ovalada y hacer un corte en la mitad, sin llegar al fondo, para que se asemeje a un grano de café. Repetir con el resto de rodajas y volver a refrigerar otra media hora, para conseguir que no se deformen al cocer.

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo, y hornear por tandas, dejando espacio entre cada galleta, sobre una bandeja cubierta con papel, alrededor de unos 15 minutos, dependiendo del tamaño. Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla. Yo horneé 10 galletas en cada tanda.

    Fuente : Adaptada de I Sapori di Ethra 

lunes, 21 de octubre de 2024

Ensalada templada de melocotón, mozzarella y cecina

    Todos los años me acaba pasando lo mismo. Con la llegada del verano, y con él los albaricoques,  melocotones y toda la demás fruta de hueso que tanto me gusta, me planteo preparar un montón de platos con ellos, tanto dulces como salados; pero al final, ya entrado y bien entrado el otoño, me doy cuenta que de lo proyectado no he hecho ni una cuarta parte y es entonces cuando me meto como loca en la cocina antes de que se retiren por completo algunas de esas frutas que todavía quedan en los mercados. Éste es uno de los platos que tenía en mente preparar y que, como aún no hace demasiado frío, es muy agradable de comer.

    Ingredientes :

  • 2 melocotones
  • 1 bola de mozzarella
  • 100g de cecina
  • 1 puñado de rúcula
  • 1/4 de cucharadita de tomillo seco
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
  • Aceite de oliva virgen extra

    Lavar la rúcula, escurrir bien todo el agua posible y poner en el fondo de una bandeja. Sacar la mozzarella de su envase, secar con papel absorbente y cortar en rebanadas. Formar rollitos con cada loncha de cecina. 

    Lavar y secar bien los melocotones y cortarlos en gajos. Dorarlos ligeramente, por ambas caras, en una sartén con un chorrito de aceite.

    Ir colocando los gajos de melocotón ya dorados sobre la rúcula, alternando cada gajo con una rebanada de mozzarella en la mitad de la bandeja y con los rollitos de cecina en los lados.

    Poner en un bote un chorreón de aceite, sal, pimienta negra y el tomillo, tapar, agitar hasta que emulsione y verter sobre la ensalada.

    Servir enseguida para que el melocotón llegue caliente a la mesa. 


viernes, 27 de septiembre de 2024

Bundt cake hormiguero

    Acabado de entrar el otoño lo que más me apetecía era poner el horno de nuevo en funcionamiento, sin que hacerlo resultara deporte de riesgo; por lo que, como durante el fin de semana pasado no hizo demasiado calor, cosa que ayer y hoy la bajada de temperaturas se ha convertido en un espejismo y sigamos a más de 30ºC, me puse manos a la obra. Y lo primero que tenía apuntado en mi lista de pendientes era este bundt que las chicas de Jarita's cookies nos enseñaron por Instagram.

    Ellas nos cuentan que esta maravilla es típica de Brasil, allí llamado bolo formigueiro, así como de muchos otros países latinoamericanos, cambiando su nombre por el de torta hormiguera.

    Ingredientes :

  • 3 huevos M
  • 220 g de azúcar
  • 125 ml de aceite de girasol
  • 200 ml de leche
  • 280 g de harina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 120 g de fideos de chocolate + 1 cucharada de harina

    Calentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo. Engrasar bien el molde elegido con spray desmoldante, dejándolo escurrir  boca abajo para retirar el exceso de grasa, o pincelar con mantequilla fundida. En un cuenco, mezclar bien los fideos con la cucharada de harina.

    En un bol, a velocidad alta, batir los huevos junto al azúcar hasta que la mezcla blanquee y esté muy espumosa. Bajar la velocidad y, sin dejar de batir, ir vertiendo el aceite en hilo. Cuando esté homogéneo incorporar la leche y la vainilla y batir hasta que la mezcla esté uniforme. Tamizar la harina junto a la levadura y la sal sobre la masa y mezclar con ayuda de una espátula, con movimientos envolventes. Incorporar la mezcla de fideos y harina y trabajar con la espátula hasta que estén uniformemente repartidos.

    Verter en el molde preparado anteriormente, dando unos ligeros golpes sobre la encimera, para que penetre por todos los lados y las posibles burbujas suban a la superficie. Hornear sobre la rejilla, a media altura, durante unos 40 minutos. Comprobar que esté bien hecho pinchándolo con una brocheta, ésta deberá salir húmeda pero sin restos.

    Sacar del horno y dejar reposar, sobre una rejilla, durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, zarandear el molde para que el bizcocho se despegue por completo de las paredes, poner la rejilla encima y dar la vuelta al molde para que el bizcocho acabe posado sobre ella. Dejar que se enfríe por completo.

    Fuente : Jarita's cookies

domingo, 25 de agosto de 2024

Ensaladilla de gambones

    Mientras sigamos con estos calores creo que seguiré publicando platos fresquitos porque, no sé a vosotros pero a mí, aún no me apetece meterme entre pecho y espalda una comida demasiado contundente. Eso no quiere decir que los platos no puedan ser de auténtico lujo porque, por ejemplo, éste que hoy os traigo es un platazo que puede presentarse incluso en la mesas más lujosas, tanto que me estoy planteando prepararlo de cara a las comidas navideñas.

    He servido la ensaladilla en copas, a modo de entrante, acompañada de unas láminas de pan crujiente, para que quedara con una presentación más festiva... ya os digo que me estoy planteando incluir el plato en las comidas navideñas y ésta me ha parecido una presentación muy acorde para la ocasión.

    Ingredientes :

  • 1 patata mediana
  • 1 zanahoria grande
  • 50 g de aceitunas rellenas de anchoa
  • 1 huevo L
  • 12 gambones
  • Sal
  • 4 ó 5 cucharadas de mahonesa
  • 1/4 de cucharadita de sriracha

    Lavar bien la patata, porque la coceremos sin pelar, y pelar la zanahoria. Poner ambos en un cazo, cubrirlos con agua y llevar a fuego medio. Salar y dejar cocer hasta que al pinchar con la punta de un cuchillo se introduzca fácilmente, lo normal es que la patata tarde un poco más en estar lista que la zanahoria. En un cazo con agua fría poner el huevo, que deberá estar a temperatura ambiente para que no se rompa al cocer, y cocer durante unos 10 minutos desde que el agua rompa a hervir. Escurrir y meter en agua fría para cortar la cocción. Pelar y reservar.

    Cuando estén cocidas, tanto la patata como la zanahoria, sacar del agua y dejar enfriar. Mientras se enfrían, pasar los gambones por una plancha caliente, regada con un hilo de aceite, hasta que estén hechos por ambos lados. Dejar que se enfríen un poco antes de retirarles las cabezas y pelarlos por completo, dejando 4 colas sin pelar reservadas para decorar. Poner en un cuenco la mahonesa, la sriracha y el jugo de alguna de las cabezas de los gambones (yo le puse el jugo de 6)  y remover hasta que esté uniforme.

    Pelar entonces la patata. Escurrir las aceitunas de su líquido. Cortar en cuadraditos tanto la patata, como la zanahoria y el huevo duro y ponerlos en un bol. Trocear las colas de gambones y añadirlas al bol. Cortar las aceitunas en trocitos y agregárselas también. Echar la mezcla de mahonesa y remover con cuidado hasta que esté integrada.  

    Repartir la ensaladilla en las copas y decorar con los gambones reservados. Meter en la nevera para que se enfríe bien y sacar justo antes de servir.

    No está bien que yo lo diga pero, os aseguro que, esta ensaladilla es delicatessen total.

sábado, 17 de agosto de 2024

Crujiente o crumble de higos en freidora de aire

    Siempre me emociona que mis compañeros de trabajo se acuerden de mí cuando recogen fruta de sus árboles. Y eso es precisamente lo que ha pasado esta semana cuando me han dejado, en la nevera del trabajo, una "cajita" de higos, que no era tal sino una pedazo de caja. Como en mi casa siempre me han dicho que de ser bien nacido es el ser agradecido no he podido por más que preparar algo dulce, con parte de ellos, para agradecerle el detallazo. Pero claro, primero tenía que probar yo la receta, ya que era mi estreno con ella en la freidora de aire, porque al final también he sucumbido yo, y bien contenta que estoy ahora de haberlo hecho, a comprarme una.

    Ingredientes :

  • 300 g de higos (de 6 a 8 dependiendo del tamaño)
  • 40 g de harina
  • 10 g de copos de avena
  • 30 g de azúcar
  • 15 g de almendra laminada*
  • 30 g de mantequilla fría

    Lavar y secar los higos y cortarlos, a lo largo, por la mitad o en cuartos dependiendo de su tamaño. Engrasar con mantequilla un molde o fuente, que quepa en el cestillo de la freidora, e ir colocando dentro los higos troceados.

    Echar en un bol el resto de los ingredientes y trabajar, con las puntas de los dedos, hasta que tengan la textura de unas migas no demasiado finas.

    Repartir las migas por encima de los higos, introducir en la freidora y programar a 180ºC durante 10 minutos. Sacar y dejar templar.

    Los crujientes se deben comer templaditos o, como mucho, a temperatura ambiente, acompañados de nata montada, yogur o helado. 

    Mi recomendación : comerlo con una buena bola de helado de vainilla... disfrute máximo con ese contraste de temperaturas, os lo aseguro.

jueves, 8 de agosto de 2024

Muslitos de codorniz con chutney de fresas a la hierbabuena

    Ola de calor tras ola de calor, esto no hay quien lo resista, así que cuanto menos tiempo pasemos en la cocina mejor que mejor. Pero eso no quiere decir que dejemos de comer cosas ricas, ni que tengamos que dejar de experimentar nuevos platos en la cocina, tendremos pues que echarle imaginación y volvernos un poco más creativos si cabe. 

    Aprovechando que las fresas que nos vienen de Segovia están en pleno apogeo, y que me quedaba aún un poco de hierbabuena, no me he podido resistir a preparar este rico chutney.

    Ingredientes :

  • 16 muslitos de codorniz
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
  • Patatas paja, para acompañar
    Para el chutney 

  • 350 g de fresas
  • 1/2 pimiento rojo
  • 1/2 cebolla morada
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 1 cucharada de vinagre de frambuesa
  • 3 ó 4 ramitas de hierbabuena fresca (1 cucharada picada)
  • 1 pizca de sal
  • 1/4 de cucharadita de granos de pimienta rosa
  • 1 pizca de cayena en polvo (Opcional)*
  • 1 hoja de gelatina
    * Aunque lo normal es que cualquier chutney tenga un puntito de picante yo, en esta ocasión, lo he hecho sin picante, pero os lo he puesto para que vosotros decidáis si lo queréis con o sin.

    Lavar la fresas, escurrir, retirarlos pedúnculos y cortar en cuartos. Lavar los pimientos, secar, retirar las membranas y las semillas interiores y cortar en juliana fina. Pelar y cortar la cebolla en juliana. Lavar las ramitas de hierbabuena, secar y picar las hojas.

    En una cazuela poner el aceite a calentar a fuego medio. añadir la cebolla y el pimiento y rehogar hasta que estén ligeramente dorados. Echar el vinagre y el azúcar moreno, remover y dejar cocer 3 ó 4 minutos. Agregar las fresas, los granos de pimienta rosa y la hierbabuena picada. Si queréis añadirle la cayena en polvo éste será el momento de hacerlo. Sazonar, remover, bajar el fuego al mínimo y dejar cocinar unos 8 minutos, removiendo de vez en cuando con mucho cuidado. Retirar del fuego. 

    Sumergir la hoja de gelatina en agua fría durante unos minutos. Estrujar entre los dedos para que se escurra bien de agua y añadir al chutney, que aún deberá estar muy caliente y remover hasta que esté completamente disuelta. Embotar, tapar y dejar enfriar a temperatura ambiente.

    Lavar los muslitos de codorniz bajo el grifo de agua fría y secar bien. Salpimentar por ambos lados. Poner una sartén a fuego medio-alto con un chorrito de aceite. Echar los muslitos y dejar cocinar durante unos minutos, voltear y seguir cocinando hasta que estén ligeramente dorados por ambos lados. 

    Poner en cada plato una cama de patatas paja y encima cuatro muslitos. Acompañar de un par de cucharadas del chutney anteriormente preparado. Servir antes de que la carne se enfríe.

    Aunque yo lo he servido junto a unos muslitos de codorniz, este chutney nos puede servir para acompañar cualquier tipo de carne. Lo que nos sobre del mismo deberá conservarse tapado dentro de la nevera y consumirse en unos pocos días.


martes, 30 de julio de 2024

Dorayakis rellenos de anko

    Desde hace unos años, gracias a unos dibujos animados, es fácil encontrar dorayakis en los supermercados pero, aunque los que comía Doraemon estaban rellenos de anko, por aquí sólo los hay  rellenos de chocolate. 

    Ya llevaba tiempo rondando por mi cabeza el hacerlos como los toman en Japón así que cuando leí el libro de Durian Sukegawa, Dorayaki, se reavivaron mis ganas. El hecho que me decidió a ponerme con ellos fue el club de lectura que tuvimos, la semana pasada, de dicho libro. De vez en cuando llevo algo que tenga que ver con la temática del club así que estaba claro lo que iba a ser en esta ocasión ¿no os parece? Por fin me iba a decidir a hacerlos.

    Supongo que os estaréis preguntando que es eso de anko. Así que lo primero es contaros que se trata de una pasta dulce de judías rojas, azuki, imprescindible en la repostería tradicional japonesa, aunque  también es común usarla en otros países asiáticos, por ejemplo como relleno en los Mooncakes que se comen en la Fiesta de Medio Otoño, una de las más importantes de China.

    Lo primero será preparar el anko de relleno así que vamos al lío

    Ingredientes :

  • 125 g de judías azuki
  • 115 g de azúcar
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
    La noche anterior dejar las alubias en remojo, bien cubiertas de agua a la que añadiremos 1/4 de cucharadita de bicarbonato, retirando las que estén rotas o dañadas.

    Al día siguiente escurrir y lavar bajo el chorro de agua fría. Poner en la olla rápida cubiertas, hasta un par de dedos por encima, con agua. Llevar a ebullición a fuego alto, reducir a fuego medio y dejar cocer un par de minutos. Colar, desechando el agua de cocción, enjuagar bajo el grifo del agua fría, escurrir y volver a poner en la olla. Cubrir de agua de igual manera que antes, llevar a ebullición, cerrar la olla y bajar el fuego. Dejar cocer durante 20 minutos. Cuando pase la presión, abrir la olla y comprobar que las alubias estén blandas y se puedan aplastar al presionarlas entre las yemas de los dedos. Colar, pero conservando el agua de cocción.

    Poner las judías en el vaso de la batidora, junto a 2 ó 3 cucharadas del agua de la cocción, y triturar hasta que tengamos una pasta fina, añadiendo más agua si estuviera demasiado espesa. Pasar la pasta por un colador para retirar las pieles y echar en una cazuela junto al aceite. Llevar a fuego medio y cocinar unos 3 ó 4 minutos antes de añadir la mitad del azúcar, removiendo hasta que se absorba por completo. Agregar el resto del azúcar, sin parar de remover, hasta que se integre. Espolvorear la sal y seguir cociendo, removiendo todo el tiempo para que no se pegue en el fondo, hasta que la pasta esté bastante densa. Volcar sobre una fuente amplia, extender y dejar enfriar sin tapar. Guardar en un recipiente hermético en la nevera, allí se conservará bien durante dos semanas y hasta dos meses congelada. 

    Ahora que ya tenemos preparado el anko del relleno nos liaremos con las tortitas.

    Ingredientes :

  • 2 huevos L, batidos (110-115 g)
  • 30 g de azúcar
  • 15 g de miel
  • 1 cucharadita de levadura química (tipo Royal)
  • 1 pizca de sal
  • 30 g de leche
  • 30 g de agua
  • 120 g de harina tamizada
  • 10 g de mirin (opcional)
    Mezclar todos los ingredientes, que deberán estar a temperatura ambiente, hasta obtener una masa ligera. Tapar y dejar reposar en la nevera durante media hora para que adquiera una consistencia algo más densa.

    Calentar una sartén antiadherente a fuego medio y, sin engrasar, ir vertiendo cucharadas de masa. Dar la vuelta cuando la superficie se llene de burbujitas, con ayuda de una espátula, dejar unos segundos y sacar. Sin dejar que se enfríen, porque sino no se pegarán los bordes, poner sobre una de las tortitas un montoncito de anko en el centro, tapar con otra tortita e ir apretando los bordes hasta cerrar los dorayakis por completo.

    Los dorayakis que llevé al club volaron, fueron vistos y no vistos, así que no deberían estar muy malos. Menos mal que tuve la precaución de dejar un par de ellos en casa para que los comiera mi hija, porque si no menuda me hubiera montado, jejjejje. 

    Fuente :  Anko: adaptada de Bake street Tortitas: Belén Casal en Instagram

martes, 23 de julio de 2024

Pepinillos agridulces

    Llegada esta época del año, con estos calores, lo que más apetece es comer de barbacoa. Bueno, de barbacoa, de barbacoa exactamente no, que una no tiene jardín para poder hacerla y no creo que sea demasiado buena idea el prepararla en el balcón. Hace bastantes años,  de hecho más de 30 que jolín como pasa el tiempo, se me ocurrió montar una en el balcón de la casa donde estaba alquilada y madre mía la que se armó, los vecinos casi llaman a los bomberos del humo que salía de allí. No se me volvió a ocurrir, por supuesto, y la barbacoa nunca más se volvió a usar.

    Pero corramos un tupido velo y vayamos a lo que nos ocupa hoy que son los maravillosos pepinillos agridulces que he preparado para acompañar hamburguesas, perritos y demás viandas que se suelen cocinar en una barbacoa.

    Ingredientes :

  • 2 pepinos dulces pequeños
  • 120 ml de agua
  • 60 ml de vinagre de vino blanco
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de pimienta negra en grano
  • 1/2 cucharadita de semillas de mostaza 
  • 1 hija de laurel
  • 1 ó 2 ramitas de eneldo fresco

    Lavar los pepinos, secar y cortar en rodajas de un tres o cuatro milímetros de grosor. 

    Lavar un bote y su tapa, meter los dos en un cazo bien cubiertos de agua, llevar a ebullición y dejar cocer durante unos minutos. Sacar con ayuda de unas pinzas y dejar escurrir. Secarlo cuando esté tibio, meter en el bote el azúcar, la sal, las especias y las hierbas. Introducir también las rodajas de pepino.

    Echar en un cazo el agua y el vinagre, poner al fuego medio y llevar a ebullición. Verter dentro del bote preparado anteriormente, cerrar bien y dejar enfriar boca abajo para que se haga el vacío.

    Cuando esté a temperatura ambiente meter en la nevera y dejar por lo menos un día antes de consumir. 

    Como no están esterilizados posteriormente es recomendable consumirlos, como mucho, en tres o cuatro semanas, es por eso por lo que se hace poca cantidad de cada vez.


jueves, 11 de julio de 2024

Tiramisú de lemon curd. Lemon curd en microondas

    Cuando llega el verano ni se me pasa por la cabeza el encender el horno pero, sin embargo, somos incapaces de renunciar a un buen postre. Así que, llegado a este punto, llegó el momento de experimentar cosas nuevas. Y, si el experimento lleva limón seguro que en casa será todo un acierto. Llevaba tiempo viendo tiramisús de limón por las redes pero, por h o por b, no llegaban a terminar de convencerme así que no me ha quedado otra que probar a prepararlo yo como me ha parecido que nos iba a gustar más y, desde luego, y no es porque lo haya hecho yo, estaba sublime. Y es que una ya no tiene abuelas que la alaben y, si las tuviera, esta claro que tampoco las necesitaría, jejjeje.

    Ingredientes :

    Para el sirope

  • 70 g de agua
  • 50 g de azúcar
  • 25 g de zumo de limón
    Para el relleno

  • 250 g de mascarpone
  • 125 g de nata de montar
  • 65 g de lemon curd
  • 35 g de azúcar glass
  • la ralladura de medio limón
    Para el lemon curd

  • 150 g de zumo de limón
  • 70 g de mantequilla
  • 70 g de azúcar
  • 2 huevos + 1 yema
  • ralladura de medio limón
  • 1 y 1/2 cucharadita de maizena (4 g aprox.)
    Además

  • 16-18 bizcochos de soletilla
  • Ralladura de medio limón para decorar

    Lo primero que haremos serán el lemon curd y el almíbar ya que tienen que enfriarse a temperatura ambiente.

    Poner en un bol, apto para microondas, la mantequilla y derretirla. Añadir el zumo y la ralladura y el azúcar y remover. Agregar los huevos y remover bien con una varilla hasta que la mezcla esté homogénea. espolvorear la maizena por encima y remover hasta que esté completamente integrada. Meter en el microondas y de minuto a minuto ir removiendo bien hasta que coja la consistencia deseada, teniendo en cuenta que cuando se enfríe espesará un poco más. Cuando esté lista y removiendo de vez en cuando para que no se forme costra.

    Para preparar el almíbar pondremos en un cazo el agua y el azúcar y lo llevaremos a fuego medio, remover hasta que el azúcar esté disuelta, y retirar del fuego cuando comience a hervir. Añadir el zumo y dejar enfriar a temperatura ambiente.

    En un bol amplio echar el mascarpone, la ralladura de limón y el lemon curd, que ya estará frío. Batir hasta que la mezcla esté homogénea. Montar la nata con el glass y añadir a la crema de dos veces integrándola con movimientos envolventes entre cada adicción.

    Una vez que tengamos todas las preparaciones empezaremos a montar el tiramisú, yo lo hice dentro de una fiambrera de cristal, pero podéis montarlo en un molde desmontable cubierto el fondo con papel de horno y los laterales con acetato. Mojar los bizcochos en el jarabe e ir cubriendo con ellos la base. Verter encima la mitad de la crema de mascarpone y alisar la superficie con una espátula. Cubrir con una fina capa de lemon curd. Poner otra capa de bizcochos embebidos, el resto de la crema y otra capa de lemon curd. Tapar y refrigerar como mínimo tres o cuatro horas antes de consumir. 

    Antes de servir, desmoldar y retirar el acetato si vuestro molde es desmontable, y espolvorear con la ralladura de limón.

    Fuente : Lemon curd en microondas de Belén Casal en Instagram


jueves, 4 de julio de 2024

Espárragos verdes crujientes y huevo pochado

    Desde hace tiempo que quería que esta receta de espárragos estuviera en el blog ya que, desde que los probé preparados de esta guisa, no podía quitármelos de la cabeza. Como han tenido un éxito tan rotundo en mi casa lo difícil era llegar a sacarles la foto antes de que acabaran con ellos. Vamos, que he tenido que prepararlos a escondidas casi, hacer la foto y llevarlos corriendo a la mesa para que no se enfriaran. Pero bueno, no me alargo más y vamos al lío.

    Ingredientes :

    Para los espárragos crujientes

  • Un manojo de espárragos verdes, si son gorditos mejor
  • 1 huevo L
  • 20 g de avellanas picadas finas
  • 20 g de pan rallado grueso*
  • Ralladura de un limón
  • 20 g de harina
  • 20 g de mantequilla
  • Flor de sal
  • Pimienta negra de molinillo
    *Yo usé panko para que estuviera aún más crujiente

    Además 

  • 4 huevos L
  • Patatas paja para acompañar

    Poner en una cazuela bastante agua con sal y llevar a ebullición. Lavar los espárragos con agua fría y retirar la base que estará más dura y fibrosa. Introducir en el agua hirviendo y dejar cocer 5 minutos. Sacar e introducirlos en un baño de agua helada para que se enfríen rápidamente. Escurrir y reservar.

    Batir el huevo en un plato. Mezclar en otro plato las avellanas, el pan rallado y la ralladura de limón. Rebozar en harina cada espárrago, sin llegar a la punta. Pasar por el huevo batido y empanar con la mezcla de pan preparada anteriormente. Volver a pasar por el huevo y la mezcla de pan, si fuera necesario, hasta que el espárrago quede bien cubierto. Repetir el proceso con todos los espárragos hasta terminar.

    Fundir la mantequilla en una sartén, a fuego bajo, y echar los espárragos. Ir volteándolos de vez en cuando hasta que estén bien dorados por todos lados. Retirar y mantener calientes.

    Para hacer los huevos pochados poner un cuadrado de plástico de cocina por cada huevo y engrasarlos con aceite ligeramente. Meter uno de los plásticos en una tacita de café con la parte limpia tocando las paredes de la taza. Cascar el huevo y echarlo dentro de la taza. Coger las puntas del plástico y cerrarlo, haciendo un atillo, con un hilo de cocina. Dejar uno de los extremos del hilo bastante largo para luego sacarlo del agua más fácilmente. Repetir con el resto de huevos. 

    Poner un cazo con agua al fuego y, cuando arranque el hervor, introducir los atillos y dejar cocer 4 minutos. Sacar, retirar el plástico y repartir en los platos. Poner unos cuantos espárragos junto a cada huevo y espolvorear todo con flor de sal y pimienta de molinillo. Acompañar cada plato de un puñadito de patatas paja. 

    Servir enseguida.

    Fuente : De los espárragos Fraise et basilic en Instagram

sábado, 29 de junio de 2024

Charlota de mousse de fresas

    Antes de que termine la temporada de fresas no podía dejar de traeros la que fue mi tarta de cumpleaños de este año. Sí, ya sé que el cumple fue hace unos meses, pero no me da la vida para todo lo que quiero hacer y aún no he sido capaz de estirar los días para que duren unas cuantas horas más ¿qué le vamos a hacer? Y esta es la razón por la que he tenido taaan desatendido el blog, aunque ahora estoy intentando organizarme mejor y ponerle remedio.

   Con lo que me gustan a mí las chalotas no podía elegir mejor tarta para celebrarlo. Además a mí me parece que tiene una textura más ligera y más agradable en boca debido debido a que la acidez de las fresas frescas, que van intercaladas en la preparación, rebajan un tanto la sensación grasa de la nata. Vamos, una combinación de 10.

    Ingredientes :

  • 20 bizcochos de soletilla
  • 380 g de fresas
  • 70 g de azúcar glass
  • 2 cucharaditas de zumo de limón
  • 5 hojas de gelatina
  • 360 g de nata de montar

    Para el almíbar

  • 100 g de agua 
  • 50 g de azúcar 
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
    Para decorar

  • 250 g de fresas

    Lo primero será preparar el almíbar para que se enfríe. Poner en un cazo al agua y el azúcar y calentar a fuego lento hasta que rompa a hervir. Retirar del fuego, añadir la vainilla, remover y dejar enfriar.

   Remojar la gelatina sumergiendo las hojas en un bol de agua fría. Limpiar todas las fresas, reservando aparte, en la nevera, las destinadas para la decoración. Retirar los pedúnculos de las demás y trocear. Echar los trozos en un vaso y triturar junto al zumo de limón. Colar para retirar las semillas y que quede bien fino. Poner 1/3 en un cazo junto al azúcar glass y calentar a fuego lento hasta que empiece a hervir, removiendo para que no se peque. Retirar del fuego, añadir la gelatina bien escurrida y mezclar hasta que esté completamente disuelta. Verter encima el triturado de fresas que habíamos reservado y remover hasta que esté integrado por completo. De esta manera, además, conseguiremos que se temple la mezcla. 

    Montar la nata, que deberá estar muy fría, hasta que esté bien firme. Reservar 1/4 de la nata, para la decoración final, metida en una manga con boquilla de estrella dentro de la nevera.

    Añadir, poco a poco, el coulis de fresas, con ayuda de una espátula, integrándolo con movimientos envolventes hasta que la mezcla esté uniforme.

    Preparar un molde desmontable poniendo papel de horno en la base y una tira de acetato tocando las paredes. Una vez frío el almíbar, ir remojando las soletillas en él, solamente por el lado plano, e ir colocándolos con la parte abombada contra la pared del molde. Colocar más bizcochos remojados en la base hasta cubrirla por completo.

    Verter la mitad de la mousse dentro del molde preparado y alisar con una espátula. Retirar el pedúnculo de otra docena de las fresas reservadas en la nevera, cortar por la mitad a lo largo y repartir por encima. Cubrir con el resto de la mousse alisando de nuevo la superficie. Cubrir la charlota y dejar refrigerar, por lo menos 5 horas y mejor toda una noche, para que la mousse cuaje y coja consistencia. 

    A la hora de servir, quitar el aro y retirar el acetato con cuidado, pasando una puntilla para despegarlo si fuera necesario. Terminar de decorar con la nata reservada y el resto de las fresas cortadas en cuartos a lo largo. 

    Servir bien frío.

    Puede conservarse en la nevera hasta cuatro días guardado en un recipiente hermético.

    Fuente : Lilie Bakery

lunes, 24 de junio de 2024

Vichyssoise

    De nuevo tenemos encima los calores del verano, y no es que me queje porque entiendo que en cada estación debe tener las temperaturas que tocan, pero resultan agotadores estos días bochornosos que no te dejan ni respirar. Aunque si al llegar la hora de comer te encuentras algo refrescante en la nevera y que además tengan bien de alimento pues tanto mejor ¿no os parece?

    Llegaron los días de gazpachos, salmorejos y toda esa variedad de primeros platos que bien fríos reconstituyen al más asfixiado. Yo. en esta ocasión, me he decantado por una deliciosa vichyssoise.

    Ingredientes :

  • 270g de puerros (sólo la parte blanca)
  • 35 g de aceite de oliva
  • 30 g de mantequilla
  • 500 g de agua
  • 250 g de patata
  • 95 g de crème fraîche
  • Sal
  • Pimienta blanca de molinillo
  • Nuez moscada rallada
  • Cebollino fresco picado, para decorar

    Pelar las patatas y cortar en trozos pequeños. Lavar muy bien los puerros retirándoles toda la tierra que puedan tener. Secar y cortar en rodajas finas. En una cazuela poner el aceite y la mantequilla a fuego bajo y, cuando esta última esté derretida, añadir los puerros cortados. Rehogar durante unos minutos, pero sin dejar que cojan color. Agregar las patatas y salpimentar el conjunto. Remover, verter el agua por encima y subir a fuego medio hasta que arranque el hervor. Volver a poner a fuego bajo, tapar y dejar cocer durante unos 20 minutos o el tiempo necesario para que la patata esté bien cocida y casi se deshaga. 

    Retirar del fuego, añadir la crème fraîche y nuez moscada al gusto y triturar hasta que la crema esté bien fina. Rectificar de sal si fuese necesario y dejar enfriar, cubierta con un film a piel para que no se forme costra. Una vez que esté a temperatura ambiente meter en la nevera hasta que esté bien fría.

    Repartir justo antes de llevar a la mesa, para que no se caliente, espolvoreando cada plato con un poco de cebollino picado.

    Con estos calores que tenemos yo la he servido bien fría pero también se puede servir en caliente, aunque esa opción creo que será más adecuada para cuando las temperaturas desciendan.

jueves, 7 de marzo de 2024

Cupcakes de naranja sanguina y semillas de amapola

    El continuar encontrando naranjas sanguinas en el mercado me crea la necesidad de seguir rebajando la lista de recetas pendientes de probar con ellas. La lista es bien larga así que sólo espero que la temporada se alargue un poquito más. Los cupcakes que hoy os traigo son de las recetas más recientes en entrar en ella pero los vi taaan bonitos que no me he podido resistir a prepararlos ya mismo.

    Os aseguro que, además de quedar muy cuquis, están para ponerles un piso. De la receta original he cambiado las cantidades de alguno de sus ingredientes (la del azúcar, por ejemplo). Además, he preparado la mitad de la crema de queso que lleva por encima, quedando la cantidad justa que se necesita para formar los rosetones.

    Ingredientes :

    Para las magdalenas .

  • 180 g de harina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 2 cucharaditas de semillas de amapola
  • 135 g de azúcar
  • 1 cucharadita de ralladura de naranja
  • 100 g de aceite de girasol
  • 2 huevos L
  • 200 g de sour cream (nata ácida)*
  • 50 ml de zumo de naranja sanguina, colado
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
    *La nata ácida la encuentro en Aldi pero, si no tenéis, podéis sustituirla por la misma cantidad de yogurt griego natural

    Para la crema de queso :

  • 115 g de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 60 g de mantequilla en pomada
  • 125 g de azúcar glass
  • 1 y 1/2 cucharada de zumo de naranja sanguina, colado
  • 1/4 de cucharadita de pasta de vainilla

    Calentar el horno a 175ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar un molde de muffins con cápsulas de magdalenas o con vasitos de cartón rígidos, como ha sido mi caso, y reservar.

    Tamizar en un bol la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal. Añadir al bol las semillas de amapola y remover para que se mezcle bien todo.

    En otro bol poner el azúcar y la ralladura y trabajar con los dedos para que el azúcar se impregne de la esencia de la naranja. Añadir los huevos y batir, a velocidad media-alta, hasta que blanquee y esté espumoso. Verter el aceite y mezclar. Agregar la nata ácida, el zumo y la vainilla y seguir batiendo hasta que la crema esté uniforme. Bajar la velocidad al mínimo y echar la mezcla de harina de 2 veces removiendo, sin trabajar demasiado, tan sólo hasta que esté integrado.

    Rellenar las cápsulas, hasta 1/3 de su capacidad, y hornear, a media altura, durante unos 18 minutos. Al pinchar con un palillo, para comprobar que estén bien hechos, este deberá salir limpio. Sacar del horno y del molde y dejar enfriar sobre una rejilla.

    Cuando las magdalenas estén completamente frías, prepararemos la crema de queso. En un bol poner la mantequilla junto el glass y batir hasta que esté bien cremosa. Añadir el queso, bien frío, el zumo y la vainilla y batir, a velocidad alta. hasta que esté bien integrado y quede una crema sedosa. Meter en una manga con boquilla de estrella y hacer rosetones encima de las magdalenas. Meter en la nevera hasta que los vayáis a degustar.

    Fuente : Adaptada de Short Stack Kitchen

miércoles, 28 de febrero de 2024

Panna cotta de naranja sanguina

    Con las ganas que tenía de volver a encontrar naranjas sanguinas, no os podéis hacer una idea de la alegría que me llevé este sábado al descubrir que, varios puestos en el mercado, ya las vendían. Así que preparaos porque vienen algunas recetitas en las que va incluido este ingrediente, comenzando con algo dulce y extraordinariamente rico.

    Pero no es una panna cotta cualquiera, es la panna cotta de las panna cottas y, para rizar más el rizo, viene regadita con un caramelo también de naranja sanguina. Todo un lujazo de postre.

    Pero vamos al lío que intuyo que ya estáis babeando, jejjejeje.

    Ingredientes :

    Para la panna cotta :

  • 125 ml de zumo de naranja sanguina
  • 3 ó 4 hojas de gelatina
  • 60 g de azúcar
  • Ralladura de 1/2 naranja sanguina
  • 80 g de yogur griego
  • 85 g de nata de montar (35% de m. g.)
  • 1/4 de cucharadita de zumo de limón
    Para el caramelo de naranja sanguina :

  • 2 naranjas sanguinas exprimidas
  • 80 g de azúcar

    Sumergir las láminas de gelatina en agua fría para que se hidrate. Poner el zumo de naranja en una cazuela y llevar a fuego medio. Cuando esté caliente, estrujar con la mano las hojas de gelatina remojadas y echarlas dentro de la cazuela. Remover hasta que estén disueltas por completo. Sin dejar de remover, añadir la ralladura y el azúcar. Cuando esté todo totalmente integrado continuar cociendo 3 minutos más. Retirar del fuego y dejar templar unos 10 minutos. Agregar el yogur, la nata y el zumo de limón y mezclar hasta que la crema esté uniforme. Repartir en moldes y refrigerar toda la noche.

    Al día siguiente prepararemos el caramelo poniendo en un cazo el azúcar y, llevándolo a fuego medio-alto, hacer un caramelo seco con él. Echar dentro el zumo, bajar el fuego y remover hasta que el caramelo se disuelva por completo. Dejar reducir un poco hasta que tenga la consistencia de un almíbar. Retirar del fuego y dejar enfriar por completo.

    Para desmoldar sumergir cada molde hasta un poco más de la mitad en agua caliente, con cuidado que no entre nada en el molde, cubrir con un plato y volcar para que caiga en él. Regar cada panna cotta con un el caramelo justo antes de llevar a la mesa.

    Fuente : Panna cotta de Con harina en mis zapatos y Caramelo de Hint of vainilla (blog que por más que lo he buscado no lo he podido encontrar, debe haber dejado de existir)


miércoles, 21 de febrero de 2024

Rodaballo sobre puré de colinabo y reineta con salsa de sidra

    Estando inmersos en plena cuaresma se me ha ocurrido que sería buena idea traeros un plato de pescado. No es que yo siga a rajatabla lo de no comer carne los viernes pero, si me encuentro en la mesa con una delicia como ésta, no le voy a poner ningún pero a abstenerme de comerla.

    Además, como base para el rodaballo, he utilizado productos de temporada, las manzanas de sidra que comienzan y los colinabos que terminan, que en este plato se dan la mano conjugándose a la perfección.

    Ingredientes :

  • 4 lomos de rodaballo
  • Cebollino fresco picado, para presentar el plato

    Para la base del plato :

  • 600 g de colinabo 
  • 300 g de manzanas reineta o de sidra (aprox. 2 medianitas)
  • 60 g de mantequilla 
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
  • Nuez moscada recién molida
    Para la salsa de sidra :

  • 3 dientes de ajo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 200 ml de sidra
  • 1/2 cucharadita de maicena
  • Sal 

    Pelar los colinabos y las manzanas. Trocear los colinabos y cortar en cuartos las manzanas, retirar los corazones y las pepitas y cortar por la mitad. Poner en una cazuela y echar agua justo hasta cubrir. Llevar a fuego medio y dejar cocer hasta que estén muy blanditos. Retirar del fuego y triturar hasta obtener un puré bien fino. Salpimentar al gusto y moler un poco de nuez moscada por encima y echar la mantequilla cortada en cubitos. Remover hasta que esté uniforme y reservar en caliente.

    Pelar y laminar los ajos. Poner un cazo con el aceite a fuego lento y, cuando esté caliente, saltear los ajos. Verter un poco más de la mitad de la sidra dentro y dejar cocer. Disolver la maicena en la sidra restante y añadírselo al cazo cuando comience a hervir. Remover hasta que espese ligeramente, retirar del fuego y reservar en caliente.

    Cortar cada lomo de rodaballo en dos trozos. Salpimentar ligeramente y pasar, por una plancha bien caliente, de 4 a 5 minutos por cada lado.

    Para emplatar, extender en la base de los platos varias cucharadas del puré, colocar sobre él el rodaballo, regar con la salsa de sidra y espolvorear por encima un poco de cebollino picado. Servir antes de que pierda calor.

    El marinaje perfecto para acompañar esta delicia no podía ser otra cosa que un buen vaso de sidra.

    Bon appétit.