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jueves, 8 de agosto de 2024

Muslitos de codorniz con chutney de fresas a la hierbabuena

    Ola de calor tras ola de calor, esto no hay quien lo resista, así que cuanto menos tiempo pasemos en la cocina mejor que mejor. Pero eso no quiere decir que dejemos de comer cosas ricas, ni que tengamos que dejar de experimentar nuevos platos en la cocina, tendremos pues que echarle imaginación y volvernos un poco más creativos si cabe. 

    Aprovechando que las fresas que nos vienen de Segovia están en pleno apogeo, y que me quedaba aún un poco de hierbabuena, no me he podido resistir a preparar este rico chutney.

    Ingredientes :

  • 16 muslitos de codorniz
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo recién molida
  • Patatas paja, para acompañar
    Para el chutney 

  • 350 g de fresas
  • 1/2 pimiento rojo
  • 1/2 cebolla morada
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 1 cucharada de vinagre de frambuesa
  • 3 ó 4 ramitas de hierbabuena fresca (1 cucharada picada)
  • 1 pizca de sal
  • 1/4 de cucharadita de granos de pimienta rosa
  • 1 pizca de cayena en polvo (Opcional)*
  • 1 hoja de gelatina
    * Aunque lo normal es que cualquier chutney tenga un puntito de picante yo, en esta ocasión, lo he hecho sin picante, pero os lo he puesto para que vosotros decidáis si lo queréis con o sin.

    Lavar la fresas, escurrir, retirarlos pedúnculos y cortar en cuartos. Lavar los pimientos, secar, retirar las membranas y las semillas interiores y cortar en juliana fina. Pelar y cortar la cebolla en juliana. Lavar las ramitas de hierbabuena, secar y picar las hojas.

    En una cazuela poner el aceite a calentar a fuego medio. añadir la cebolla y el pimiento y rehogar hasta que estén ligeramente dorados. Echar el vinagre y el azúcar moreno, remover y dejar cocer 3 ó 4 minutos. Agregar las fresas, los granos de pimienta rosa y la hierbabuena picada. Si queréis añadirle la cayena en polvo éste será el momento de hacerlo. Sazonar, remover, bajar el fuego al mínimo y dejar cocinar unos 8 minutos, removiendo de vez en cuando con mucho cuidado. Retirar del fuego. 

    Sumergir la hoja de gelatina en agua fría durante unos minutos. Estrujar entre los dedos para que se escurra bien de agua y añadir al chutney, que aún deberá estar muy caliente y remover hasta que esté completamente disuelta. Embotar, tapar y dejar enfriar a temperatura ambiente.

    Lavar los muslitos de codorniz bajo el grifo de agua fría y secar bien. Salpimentar por ambos lados. Poner una sartén a fuego medio-alto con un chorrito de aceite. Echar los muslitos y dejar cocinar durante unos minutos, voltear y seguir cocinando hasta que estén ligeramente dorados por ambos lados. 

    Poner en cada plato una cama de patatas paja y encima cuatro muslitos. Acompañar de un par de cucharadas del chutney anteriormente preparado. Servir antes de que la carne se enfríe.

    Aunque yo lo he servido junto a unos muslitos de codorniz, este chutney nos puede servir para acompañar cualquier tipo de carne. Lo que nos sobre del mismo deberá conservarse tapado dentro de la nevera y consumirse en unos pocos días.


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