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sábado, 29 de diciembre de 2018

Estrella de pan dulce rellena de mermelada de arándanos rojos {Una galleta, un cuento}

    Otra vez me encuentro en las mismas, lo más difícil es imaginar algo que poner para introducir esta entrada y "busqué, mirando al cielo, inspiración y me quedé colgao en las alturas" como decía Serrat en su canción. Bueno, lo cierto que lo de mirar al cielo no sería del todo inapropiado si de esta manera pudiera ver pasar la estrella de Belén. Esa misma que fue guiando a Melchor, Gaspar y Baltasar para encontrar al Niño en el pesebre.Y que también indicó el camino a Artabán, el cuarto Rey Mago.
    En realidad, Artabán es el protagonista del cuento navideño que hoy nos ocupa, The Other Wise Men, escrito en 1896 por el teólogo presbiteriano estadounidense Henry Van Dyke. Este cuento es el que hemos elegido este mes en el reto "Una galleta, un cuento".


    Nada más conocer cual era el cuento elegido tuve claro que mi aportación iba a ser una estrella, aunque no sabía seguro de que iba a estar hecha... hasta que vi esta maravilla en el Instagram de @vesnas_suesse_welt.
    Para ser la primera que hago pienso que no me ha quedado mal, aunque nada comparable a la suya. Ahora que eso sí, rica estaba un rato largo, no podía dejar de estarlo siendo una adaptación de los rollos de canela que Ibán Yarza tiene en su libro Pan casero.


    Ingredientes :
  • 210 g de leche
  • 75 g de mantequilla
  • 390 g de harina de fuerza (usé la de Mercadona)
  • 4 g de levadura seca de panadería
  • 4 g de sal
  • 75 g de azúcar
  • 1/2 cucharadita de vainilla en pasta
  • Mermelada de arándanos rojos
  • 1 yema de huevo L
  • 1 cucharadita de nata líquida
  • Azúcar glass
    Calentar la leche a 37ºC y añadir la mantequilla. Cuando esta esté derretida echar la levadura y remover. Agregar 260 g de harina, mezclar un poco y poner en el bol de la amasadora. Trabajar 5 minutos, a velocidad baja, hasta que todo se integre. Añadir el resto de la harina, la sal, el azúcar y la vainilla y seguir trabajando a velocidad baja hasta que esté uniforme. Subir a velocidad media, amasar durante un par de minutos y dejar reposar 10. Repetir tantas veces como sea necesario hasta que la masa esté lisa y elástica y pase la prueba de la membrana.
    Bolear, colocar en un bol ligeramente engrasado, con el pliegue hacia arriba. Cubrir y dejar fermentar. Cuando casi doble su volumen, volcar sobre la superficie de trabajo enharinada y aplastar ligeramente para desgasificar la masa. Pesar la masa y dividirla en dos partes iguales.
    Estirar cada parte formando dos círculos de grosor uniforme de unos 5 mm. Poner uno de los círculos sobre una bandeja forrada con papel. Extender la mermelada por la superficie y cubrir con el otro círculo de masa. Dejar reposar 10 minutos para que la masa se relaje un poco.
    Yo elegí como relleno la mermelada de arándanos rojos de Ikea, me encanta lo deliciosamente acidita que es, pero podéis poner la que más os guste a vosotros o, incluso, rellenarla de nocilla o nutella.
    Hacer los cortes, como en la foto siguiente, con un cuchillo afilado.


    Introducir los picos que se han formado por las ranuras que hemos hecho en medio de ellos, sin apretar demasiado, un par de veces y doblar hacia fuera para formar la estrella. Aproximar las bases de las puntas para crear una estrella en el centro. Cubrir y dejar levar aproximadamente una hora, no es necesario que doble el volumen de nuevo.
    Precalentar el horno a 250ºC.
    Batir la yema de huevo con la cucharadita de nata y pincelar con la mezcla la estrella.


    Hornear durante unos 8 minutos. Con mucho cuidado arrastrar el papel de horno junto con la estrella hasta trasladar a una rejilla y dejar enfriar.
    Una vez fría del todo, espolvorear con azúcar glass.


    ¿Habéis visto que miga? Y para conservarla tierna lo ideal es que se guarde en una bolsa de plástico.

martes, 11 de diciembre de 2018

Stollen konfekt

    Seguimos en nuestro empeño de conseguir #elpanperfecto que, en este mes, se ha contagiado del espíritu navideño invitándonos a acercarnos a Alemania para traernos el postre más tradicional que se toma allí en Navidad : el Stollen.


    Ya en otro reto panarra tuve la ocasión de preparar este suculento y contundente pan dulce, aquella vez preparé el  stollen de masa madre de Ibán Yarza así que esta vez me ha parecido perfecto preparar algo distinto y ligeramente más sencillo, además que me apetecía presentarlo en deliciosas porciones de bocado. El resultado es una mezcla de dos recetas (esta y esta


    Ingredientes (para 28 stollen konfekt) :
  • 125 g de pasas sultanas
  • 30 g de pasas de Corinto
  • 15 g de naranja confitada en cubitos
  • 15 g de cidra confitada en cubitos
  • 10 ml de zumo de limón 
  • Ralladura de 1/2 limón
  • 30 ml de ron moreno
  • 90 ml de leche templada
  • 250 g de harina de fuerza
  • 5 g de levadura seca
  • 25 g de azúcar
  • 15 g de azúcar avainillado
  • 150 g de mantequilla
  • 60 g de almendra en cubitos
  • 50 g de azúcar glass para espolvorear
    Para la pasta de almendra
  • 50 g de almendra molida
  • 50 g de azúcar glass
  • 10 ml de agua

    Lavar los dos tipos de pasas y escurrir bien. Poner en un bol junto a la naranja y la cidra confitadas. Verter el zumo y el ron, remover, tapar y dejar reposar por lo menos 6 horas.
    Mezclar en una taza la leche, 1 cucharada de azúcar y la levadura.
    Echar la harina en un bol, hacer un hueco en medio y verter dentro la mezcla de leche preparada anteriormente. Con un tenedor remover ligeramente agregando un poco de la harina de alrededor. Del minuto 1:25 al 1:46 de este vídeo podéis ver como se hace. 
    Espolvorear sobre el borde la la harina el resto del azúcar, el azúcar avainillado, la ralladura y 100g de la mantequilla en pequeños trozos. Tapar y dejar reposar, en un sitio cálido, durante 15 minutos.
    Amasar con el gancho de la amasadora hasta que esté suave y ligeramente brillante.
    Echar las frutas remojadas, bien escurridas, y la almendra en cubitos y amasar un poco hasta que estén uniformemente integradas. el resultado será una masa dura que no se pega en la manos. Cubrir y dejar levar, en un sitio cálido, de 30 a 45 minutos.
    Mientras, prepararemos la pasta de almendra amasando todos los ingredientes hasta que la pasta esté homogénea. Envolver en plástico y reservar en la nevera. 
    Volcar la masa en una superficie espolvoreada ligeramente con harina y dividir en dos piezas. Extender cada pieza, con ayuda de un rodillo, formando un rectángulo de unos 35x10. Partir en dos la pasta de almendra y hacer con cada parte un cordón igual de largo que la masa estirada.
    Poner el cordón en la mitad de la masa y volcar uno de los lados por encima para que quede cerrado. Cortar en porciones de unos 2,5cm de ancho y colocar sobre una bandeja cubierta con papel.
    Repetir con la otra pieza. Cubrir y dejar levar durante 15 minutos.
    Precalentar el horno a 225ºC, con calor de arriba-abajo.
    Derretir el resto de la mantequilla y pincelar las porciones con ella. Hornear de 12 a 14 minutos. Nada más sacar del horno, pinchar con un palillo y volver a pincelar de mantequilla. Espolvorear generosamente con azúcar glass.
    Trasladar a una rejilla para que se terminen de enfriar. Volver a espolvorear con más azúcar glass y guardar envueltos en papel de horno en un sitio fresco y seco pero no en la nevera. Lo ideal es dejarlos envejecer durante unos 15 días... eso si aguantáis sin meter la mano, jejjeje.


    Aunque al principio tenía mis dudas, ya que el mazapán a mí no me entusiasma, tengo que reconocer que me ha sorprendido muy gratamente. De hecho he tenido que ponerlos a buen recaudo para que puedan madurar y quede alguno para Navidad.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Jan Hagel, galletas holandesas de Navidad {Reto CocinArte}

    Que deprisa ha pasado este año, casi sin darnos cuenta ya tenemos aquí mismo las fiestas de nuevo, y la blogosfera se llena de recetas navideñas. La verdad que yo este año no tengo muchas ganas de fiestas, ha sido un año bastante... bueno, mejor olvidar, pero en todos los retos en los que estoy metida si que tienen ganas de hacerlo así que haré de tripas corazón y voy a ponerme en modo navideño. En esta ocasión os traigo unas galletas típicas de estas fechas en Holanda ya que es de allí el pintor del cuadro que ha elegido María para el #CocinArte de este mes.


    Se trata del cuadro "El censo de Belén" de Brueghel el Viejo.


    Claramente, está ambientada en un nevado pueblecito holandes, así que que mejor que preparar una de las galletas más típicas de estas fechas por aquellos parajes.


    Ingredientes :
    Para la galleta
  • 300 g de harina
  • 1 cucharadita de canela molida
  • 1/2 cucharadita de levadura química
  • 100 g de azúcar
  • 170 g de mantequilla fría
    Para la cobertura
  • 100 g de almendras fileteadas
  • 50 g de azúcar
  • 1/2 cucharadita de canela molida
  • Agua

    Forrar una bandeja, de 20x30 cm, con papel y pincelar con mantequilla. Precalentar el horno a 175ºC, con calor de arriba-abajo.
    Cortar la mantequilla en 12 cubitos. Poner en el vaso de un procesador de cocina, yo usé la Thermomix, la harina, la canela, la levadura y el azúcar y mezclar hasta que esté uniforme.
    Sin parar la máquina, ir echando los cuadraditos de mantequilla por el bocal hasta que tenga una textura de harina fina.
    Volcar sobre la bandeja preparada y extender presionando, con las manos, hasta que esté bien unida, lisa y de un grosor uniforme.
    Pincelar con agua toda la superficie. Esparcir las almendras fileteadas por encima, espolvorear con el azúcar y la canela mezcladas y presionar la cobertura con los dedos para que se quede bien pegada.
    Hornear durante unos 25 minutos, hasta que esté dorado.
    Sacar del horno y, antes de que se enfríe, cortar con un cuchillo de sierra en rectángulos. Dividiendo la parte larga en 4 y la corta en 5 saldrán unas 20 unidades de unos 7,5x4 cm.
    Pasar a una rejilla para que se terminen de enfriar.

   
    Bueno, os dejo con esta deliciosa tentación navideña que yo me voy a decorar el árbol.


miércoles, 5 de diciembre de 2018

Migas de marisco al estilo de Pepe Rodríguez {Cooking the Chef}

    Para mí, decir Pepe Rodríguez es decir La Mancha así que tenía claro que la receta que iba a preparar para Cooking the Chef iba a tener mucho sabor y olor de esta tierra. Migas y gachas se dan la mano en ser dos de los más tradicionales platos manchegos así que estaba entre estos dos lo elegido por mí para preparar.


    Ojeando fotos de alguno de los platos de la carta de su restaurante me encontré con la Cigala con uvas, migas y chocolate. Me resultó curioso que mezclara marisco con las migas y, aunque es normal comerlas con uvas y chocolate, no tenía muy claro que a los míos les gustara demasiado la mezcla. Es por eso que decidí hacer una adaptación de su plato, las mías serían solo con marisco aunque alguna uva también se dejaría caer para alguno de los comensales 😉😋


        Ingredientes :
  • 4 carabineros grandes
  • 450 g de pan fresado del día anterior
  • 12 dientes de ajos
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 2 colas de rape
  • 150 g de gambas peladas
  • 150 g de zamburiñas
  • 1 cucharadita de pimentón agridulce (ocal)
  • 1 puñado de uvas 
  • Sal
  • Agua

    Cortar en cuadraditos y poner en un bol, humedecer con agua, sin llegar a empaparlo, y taparlo con un trapo húmedo y reservar.
    Dar un corte en cada diente de ajo pero sin quitarles la piel. Limpiar las colas de rape, retirar la espina central y cortar la carne en tacos. Reservar.
    Retirar los corales de las zamburiñas y reservar.
    Poner un chorrito de aceite en una sartén profunda y cocinar los carabineros. Reservar en caliente. En el mismo aceite echar las gambas, los tacos de rape y las zamburiñas y rehogar hasta que empiecen tomar color pero sin terminar de hacer. Sacar y reservar.
    Poner el resto del aceite en la sartén, poner a fuego bajo y freír los ajos hasta que estén dorados pero sin quemarse. Retirar.
    Echar los cuadraditos de pan en la sartén y remover para que se impregne todo con el aceite. Seguir removiendo hasta que el pan esté dorado uniformentente, tardará de 15 a 20 minutos. Espolvorear el pimentón por encima, salar al gusto y mezclar. Añadir los ajos y la mezcla de gambas, zamburiñas y rape y envolver para que se mezclen.
    Emplatar poniendo un carabinero en cada plato, y repartir las migas a su lado. Acompañar con las uvas lavadas, cortadas por la mitad y despepitadas. Decorar con pétalos de pensamientos y servir enseguida.


    Así están impresionantes, me pregunto como estarán con unos trocitos de chocolate... será cuestión de experimentar ¿o no?
    Y, entre bocado en bocado, me acompañas a ver el resto de participaciones? Pues vamos a ello.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Cupcakes de guinness con crema intensa de chocolate, guinness, pretzels y flor de sal #cupcakesrevival

    No sé si os pasa también a vosotros pero hay días en los que se te tuercen todas las cosas que intentas hacer. Hoy tengo uno de esos días y, como considero que no merece la pena desesperarse, lo mejor es respirar profundamente y contar hasta 10. Si eso no funciona lo mejor que puedes hacer es lanzarte a comer chocolate... eso sí que, si no va a solucionarte las cosas, por lo menos te va a hacer ver el día con otro talante 😋😋


Volvemos a la carga con el #cupcakesrevival, que ya sabéis como me ponen a mí los retos, organizado por Carlamel de Canyella y Cookcakes de Ainhoa. En esta ocasión las tartas elegidas para versionar en modo cupcakes han sido la Sacher y la Guinness. Entre chocolate y chocolate esta vez me voy a decantar por la guinness, pero no con su estupenda capa de crema de queso por encima, que hoy ha sido el día especialmente duro, sino con una deliciosa e intensa crema de chocolate y guinness y, para darle un puntito distinto, rematada con pedacitos de pretzel y espolvoreada con una pizca de flor de sal. Irresistible ¿a qué sí?


    Ingredientes :
    Para las magdalenas (12 unidades)
  • 120 ml de cerveza guinness
  • 40 ml de leche
  • 40 ml de aceite de girasol
  • 1 cucharadita de vainilla en pasta
  • 1 cucharadita de café soluble (tipo Nescafé)
  • 1 huevo L
  • 60 g de nata fresca
  • 20 g de cacao en polvo (tipo Valor)
  • 1/4 de cucharadita de zumo de limón
  • 135 g de azúcar
  • 100 g de harina
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
    Para la crema intensa de chocolate y guinness
  • 125 g de mantequilla en pomada
  • 80 g de cacao en polvo
  • 375 g de azúcar glass
  • 60 ml de cerveza guinness
  • 30 ml de leche
  • 1 cucharada de vainilla
    Además
  • Pretzels
  • Flor de sal

    Precalentar el horno a 180ºC con calor de arriba-abajo. Introducir capacitos de papel en un molde de magdalenas.
    Tamizar, en un bol, la harina, el cacao y el bicarbonato. Añadir el café y el azúcar y remover para que se mezcle todo.
    En otro bol mezclar la cerveza, la leche, el aceite y la vainilla. Agregar el huevo, ligeramente batido, y la nata e integrar. Hacer un volcán en los sólidos y verter los líquidos en el centro. Remover justo hasta que la mezcla esté homogénea, pero sin trabajar demasiado.
    La masa resultante es muuuy líquida así que no os asustéis pensando que os habéis olvidado de añadir algo.
    Rellenar con la masa los capacitos de magdalena, hasta los 2/3 de su capacidad, y hornear durante unos 20 minutos, hasta que al pinchar con un palito este salga húmedo pero limpio.
    Sacar del horno y pasar a una rejilla para que terminen de enfriarse. hasta que no estén bien fríos no se podrá cubrir con la crema.
    Para hacer la crema tamizaremos el glass y el cacao. Poner en un bol todos los ingredientes y batir, a velocidad baja, durante un minuto. Esto evitará que decoremos toda la cocina con goterones de masa de chocolate 😁😂
    Una vez que la masa esté bastante unificada, subir la velocidad y seguir batiendo hasta que esté cremosa y esponjosa, aproximadamente unos 5 minutos.
    Meter la crema en una manga con boquilla de estrella y decorar las magdalenas ya frías.  Partir en trocitos los pretzels reservando unos cuantos enteros.
    Distribuir los trocitos de pretzels por encima, pinchando uno entero en el centro de la crema y espolvorear con una pizca de flor de sal.


    Y con uno de estos en la mano a ver quien es el guapo que no mira el día de otra manera, jejjeje.

    Fuente : Receta versionada de esta del blog Tarta de manzana

domingo, 25 de noviembre de 2018

Crackers de harina de garbanzo y parmesano. El pez de oro {Una galleta, un cuento}

    Desde muy pequeña me aficioné a la lectura. Ese mundo mágico que te transporta a lugares lejanos o no tanto donde vivir aventuras y disfrutar con cada palabra. Parte importante en ese viaje de entonces fue a través de los cuentos así que, es por eso que, este reto de Una galleta, un cuento, ideado por Patricia, me gusta tanto.
    En el anterior reto, mis galletas de castaña para Maruca la castañera gustaron tanto entre las participantes que resultaron ganadoras así que, otra vez he tenido el honor de elegir cuento. Como ya llevamos muchos cuentos a las espaldas pensé en elegir uno que no fuera de los tradicionales, por lo que me fui en busca de otros "cuentistas" y, surcando el mar hacia otras tierras, un pez de oro me llevó hasta este relato ruso, escrito por Aleksandr Nikoalevich Afanasiev.


    Me resistía a poner, de nuevo, una receta dulce así que se me ocurrió que estos crackers eran una buena opción, acompañados de una crema de untar o cualquier dip, para completar una mesa de cumpleaños de una forma divertida.
    Yo los he acompañado con un poco de tarama pero con hummus o un buen queso o embutido seguro que estarán igual de buenos. 


    Ingredientes :
  • 75 g de harina de garbanzo
  • 50 g de harina bizcochona
  • 30 g de parmesano en polvo
  • 1/4 de cucharadita de semillas de cilantro en polvo
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 3/4 de cucharadita de azúcar
  • 20 g de semillas de sésamo
  • 35 g de aceite de oliva virgen extra
  • 60 g de agua
  • Escamas de sal

    Precalentar el horno a 200ºC con calor de arriba-abajo.
    Poner en un bol los ingredientes sólidos y remover un poco para que se mezclen. Formar un volcán con ellos y verter, en el centro, el aceite y 2/3 del agua. Trabajar con una espátula e ir añadiendo el resto del agua, poco a poco, hasta que tengamos una masa compacta pero que pueda trabajar bien con las manos. Puede que no necesitéis todo el agua o que tengáis que añadir un poquito más, dependerá de la humedad que tengan vuestras harinas. Lo podéis comprobar apretando la masa con la mano, esta no deberá desmoronarse ni pegarse a los dedos, la consistencia será como la de la plastilina.
    Hacer una bola y poner entre dos papeles de horno y estirar con un rodillo hasta que tenga unos 3 mm de grosor. Cortar con la forma deseada e ir colocando en una bandeja de horno forrada con papel. Pinchar con un tenedor para que no suba y espolvorear con las escamas de sal.
    Como veis yo he utilizado un cortador de galletas con forma de pez y he hecho las marcas de los cuerpos, las aletas y las colas con la punta de un cuchillo.
    Hornear de 12 a 15 minutos hasta que se vean ligeramente tostadas.
    Pasar a una rejilla hasta que se terminen de enfriar.
    Y, mientras se enfrían, ¿me acompañáis a ver el recopilatorio de este mes? Pues vamos...


    Para tenerlas hechas con antelación son ideales ya que se conservarán muy bien, durante unos días, dentro de una lata hermética.

    Fuente : Gastronomía & Cía

domingo, 11 de noviembre de 2018

Weckmänner, el pan de leche para San Martín {#elpanperfecto}

    De nuevo a la carga buscando #elpanperfecto. En esta ocasión el pan elegido era un pan de leche y, buscando una receta para hacer, encontré estos hombrecitos que se preparan en Renania del Norte-Westfalia para San Martín, que casualmente es hoy día 11 de noviembre. Cierto es que los originales llevan todos una pipa de cerámica pero, como fuera de esas tierras es complicado encontrarlas, los míos he decidido que hayan dejado de fumar, jejjjeje.
   

    Estos hombrecitos se preparan en varios países, no solo en Alemania, con diferentes nombres y en todos ellos representan a San Nicolás de Bari y se preparan para el 6 de diciembre menos en Renania del Norte- Westfalia que se preparan para San Martín.


    Como os he dicho los hombrecitos deberían de llevar una pipa de cerámica aunque, originalmente, no era una pipa sino el báculo que representa a San Nicolás de Bari pero que, con la reforma de Lutero, los panaderos lo adecuaron de esta forma para eliminar los símbolos religiosos.


    La receta, por supuesto, es de un blog alemán, Klitzeklein y, como en él, yo también he cambiado las pasas originales por pepitas de chocolate aunque no he puesto el limón y he hecho algunos cambios en la manera de realizarlo.


    Ingredientes :
  • 250 ml de leche templada
  • 8 g de levadura seca de panadería
  • 100 g de azúcar
  • 125 g de mantequilla
  • 500 g de harina de fuerza
  • 1 pizca de sal
  • 1 huevo L
  • 30 pepitas de chocolate
  • 1 yema + 1 cucharada de leche
    Poner en el bol de la amasadora la harina, el azúcar, la levadura, la leche templada, la sal, el huevo y comenzar a trabajar con el gancho hasta que la masa esté suave. Añadir la mantequilla a trozos y seguir trabajando hasta que esté totalmente integrada y la masa esté brillante y no se pegue en las paredes ni en las manos.
    Bolear y poner en un bol, tapar y dejar levar en un sitio cálido hasta que doble. Volcar sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada, y desgasificarla. Pesarla y dividir en 6 partes iguales.
    Hacer bolas ovaladas, colocarlas sobre una bandeja forrada con papel, tapar y dejar levar de nuevo.
    Precalentar el horno a 170ºC con aire.
    Presionar las bolas ligeramente con la palma de la mano, cortar con un cuchillo y terminar de moldear la cabeza, los brazos y las piernas con los dedos.
    Poner los ojos y los botones con pepitas de chocolate presionando un poco y marcar la boca. Pincelar los hombrecitos con la yema batida con la cucharada de leche y hornear de 12 a 14 minutos hasta que estén dorados.


    En casa han volado, no sé si por la forma tan divertida que tienen o por que estaban realmente buenos.


viernes, 9 de noviembre de 2018

Calabaza asada al horno o Carabassa torrà {Reto CocinArte}

    Hace ya 30 años que vivo en Valencia, toda una vida. Todos asociamos esta ciudad con las Fallas y la paella, por supuesto, pero fueron otra serie de cosas, desconocidas para mí en ese momento y tan emblemáticas como las anteriores, las que  me llamaron poderosamente la atención. Una de ellas fue encontrar, en la carta de postres de todos los restaurantes, la carabassa torrà. Y fue tal el descubrimiento y tan delicioso, mucho más que delicioso debería decir, que un trozo de calabaza asada al horno ahora también está asociada a esta ciudad, sobre todo después de un paseo a orillas del mar.


    Imaginaté que retrocedes en el tiempo y el azar te lleva a 1909. Estarías de enhorabuena porque tendrías la oportunidad de llegar a tiempo de asistir a la Exposición Regional que el Rey Alfonso XIII inauguró en Valencia ese año. Si, como a mí, la monarquía te la trae al pairo, podrías ir a comer una paella y, después, dar una vuelta por la playa al atardecer. Quizás allí podrías coincidir con unas delicadas damiselas, madre e hija, paseando por la orilla y unos metros más allá un caballero pincel en ristre, ya que fue, justo ese año, cuando Sorolla inmortalizó esa estampa, creando uno de sus cuadros más famosos.
    Seguro que con las pistas que os he dado sabéis de sobra el cuadro propuesto por María para el #CocinArte de este mes, y lo que me inspira ese cuadro también, jejjeje.


    Y, como no podía ser de otra forma, la manera de hacerla la he sacado de Cuinant.


    Cortar la calabaza por la mitad y retirarle las pipas.
    Precalentar el horno a 160ºC, con calor de arriba-abajo, dejando a media altura una bandeja forrada con papel.
    Meter media calabaza al microondas a máxima potencia durante 10 minutos. Una vez pasado ese tiempo coocarla en la bandeja del horno. Repetir el mismo proceso con la otra mitad y colocarla en la bandeja de horno al lado de la otra. Hornear durante una hora.
    Subir la temperatura a 180ºC, con aire, y dejar hasta que este tostadita y al pincharla esté muuuy tierna, yo la tuve unos 50 minutos más. Dejar enfriar.


    Aunque lo ideal es tomarla a temperatura ambiente, yo no me puedo resistir a meter la cuchara estando aún templada... Ummmm, es un bocado divino!!


    La suelen servir con nata montada pero, para mí, no le hace falta más acompañamiento que una cucharilla.


    No puedo resistirme más, me voy corriendo a ver el recopilatorio mientras acabo de zamparme el trozo entero, antes de que mis fieras se den cueta de que ha salido del horno y me dejen sin nada, jejjeje.

martes, 30 de octubre de 2018

Lemon pie cupcakes #cupcakesrevival

    Esta vez no tocaba receta dulce, lo sé, pero en estas tardes frías que tenemos nada apetece más que una buena taza de té y un rico pastelito para acompañarlo. Además que, con el cambio de hora el apoltronamiento se incrementa así que os invito a sentaros conmigo y disfrutar de este dulce placer.


    Para este mes, en el #cupcakesrevival, organizado por Carlamel de canyella y Cookcakes de Ainhoa, las opciones para transformar a una versión cupcake eran las tartas de manzana y de limón. El olor que sale al hornear manzanas y especias es delicioso, un aroma totalmente otoñal, pero con la añoranza del verano, aunque tengo que reconocer que estaba deseando que llegara el frío, me apetecía hacer algo más fresquito. Y, por eso, preparé estas pequeñas delicias de limón.


    La receta tiene tres partes : la magdalena, el relleno y el merengue italiano así que vamos a ello
    Ingredientes :
    Para la magdalena
  • 200 g de harina bizcochona
  • 1 pizca de sal
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 80 g de azúcar
  • 2 huevos L
  • 80 ml de aceite de girasol
  • 100 ml de leche
  • 30 ml de zumo de limón
  • La ralladura de un limón
    Para el lemon curd*
  • 120 g de azúcar
  • Piel de 1/2 limón
  • 90 g de zumo de limón
  • 2 huevo L
  • 1 pizca de sal
  • 60 g de mantequilla
    Para el merengue italiano**
  • 4 g de albúmina
  • 60 ml de agua templada
  • 60 g de azúcar
    * El lemon curd lo preparé en Thermomix siguiendo esta receta de La cucharina mágica pero reducida a la mitad.
    **El merengue italiano está hecho con albúmina


    Lo primero que prepararemos será el lemon curd del relleno ya que es lo que más tarda en enfriarse.
    Poner en el vaso el azúcar y triturar 30 sg, vel 5_10. Echar la piel del limón, procurando que esta no tenga parte blanca para que no amargue, y triturar de nuevo 30 sg, vel. 5_10.
    Añadir los huevos, el zumo colado y la pizca de sal, remover 30 sg, vel.6 y programar 20 min, 90ºC, vel.4. Pasado ese tiempo echar  la mantequilla cortada en trozos, a través del bocal, y volver a programar 10 min, 90ºC, vel.4
    Si antes de añadir la mantequilla observáis que la crema está muy líquida los últimos 10 minutos cambiar cubilete por el cestillo para que evapore más pero no lo salpique todo. Dejar enfriar del todo. Yo directamente lo metí en un manga pastelera con boquilla redonda de 1 cm, para luego distribuir mejor la crema.

    Precalentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar un molde poniendo en cada hueco papelitos de magdalena. Yo utilicé tanto el molde de magdalenas como los papelitos de Ikea.
    Poner en un bol la harina, la sal y el bicarbonato tamizados. Añadir el azúcar y remover para que la mezcla esté uniforme.
    En otro bol batir el huevo, el aceite, la leche y el zumo de limón hasta que esté homogéneo.
    Hacer un hueco en el medio de la mezcla de harina y verter dentro los líquidos. Añadir la ralladura de limón y mezclar, con ayuda de una espátula, sin trabajar demasiado, tan solo hasta que la crema se vea uniforme.
    Verter la preparación en los capacitos, rellenándolos hasta la mitad de su capacidad, y hornear durante unos 20 minutos, hasta que pinchándolos con una aguja esta salga limpia pero húmeda.
    Para preparar el merengue poner en un bol la albúmina junto con la mitad del agua para que se hidrate. Dejarlo reposar durante unos 20 minutos, el tiempo que tardarán en hacerse las magdalenas.
    Desmoldar las magdalenas con cuidado y dejar enfriar sobre una rejilla.
  

    Y seguiremos preparando el merengue. Poner el resto del agua junto al azúcar y llevarlo al fuego, medio, para hacer un almíbar. Cuando llegue a 100ºC empezar a montar la albúmina hidratada. Primero despacito hasta que esté disuelta toda la albúmina y después a velocidad más alta hasta que haga picos blandos. Cuando el almíbar llegue a 115ºC retirarlo del fuego y empezar a verterlo en forma de hilo sobre el merengue, sin dejar de batir y sin que el almíbar toque las varillas. Cuando esté todo integrado subir la velocidad y seguir batiendo hasta que esté frío. Meter en una manga en la que habremos puesto una boquilla sultana cerrada.


    Cuando todas las preparaciones estén bien frías comenzaremos con el montaje de los cupcakes.
    Retirar el centro de las magdalenas con un vaciador de manzanas, con cuidado de no llegar hasta el fondo y reservar la tapita de arriba. Rellenar los huecos con la crema de limón y cerrar con las tapitas reservadas.
    Colocar la manga del merengue recta en el centro de cada cupcake y apretar suavemente hasta que el merengue llegue al borde de la magdalena, pero sin salirse, entonces dejar de hacer presión y retirar la manga de golpe. Con un soplete de cocina tostar ligeramente el merengue y, después, terminar de rellenar el hueco que queda con un poco más de crema de limón.


    Puede parecer que es algo laborioso de hacer, de hecho lo es, pero os aseguro que merece la pena porque son pura delicia.
    Además, ¿a que quedan preciosos?

jueves, 25 de octubre de 2018

Galletas de castañas {Una galleta, un cuento}

    Otro otoño que llega cargado de sus ricos frutos : las castañas.
    La verdad es que no son de los frutos secos que más me gustan, pero me hacen volver a mi más tierna infancia. A esos puestos envueltos en la niebla, que apenas se intuían, mientras caminábamos en las frías tardes de domingo de la mano de mi padre. A él si le gustaban, y mucho, y nosotras nos rifábamos quien llevaría primero el cucurucho que haría que nuestras gélidas manos volvieran a entrar en calor. Veo puestos en otros lugares y no me vienen a la mente estos recuerdos pero, es llegar a Valladolid en otoño, aspirar el aroma que desprenden esos puestos y mi mente vuela de nuevo a esas entrañables escenas.


    Este mes, para el reto Una galleta un cuento, le tocaba escoger cuento a Mossets de plaer, que triunfó con sus cisnes en el reto pasado, y  Mariuca, la castañera de Juan Ferrándiz Castells ha sido el elegido.


    En uno de mis paseos por Instagram descubrí estas galletas tan adorables, del blog I sapori di Ethra. Sabía que las haría no tardando así que, cuando nos dijeron el cuento elegido, me fui corriendo a por la receta.


    Ingredientes :
  • 250 g de harina de castañas
  • 300 g de harina de repostería*
  • 200 g de azúcar glass
  • 1 huevo + 2 yemas
  • 1 pizca de sal
  • 250 g de mantequilla
  • Ralladura de un limón
  • 8 g de levadura química (tipo Royal)
    Cobertura
  • 100 g de chocolate con leche de fundir (usé Nestlé postres)
  • 50 g de nata líquida
    *En la receta original pone 250 g pero yo necesité 50 g más para poder manejar la masa. Aún así quedó una masa muy blandita, justo para no pegarse a los dedos.


    Batir la mantequilla y el azúcar hasta que esté cremosa. Añadir la ralladura, el huevo y las yemas y seguir batiendo hasta que se integren por completo. Agregar entonces las harinas, la levadura y la pizca de sal, tamizadas, y trabajar con una espátula justo hasta que la masa esté homogénea.
    Envolver en plástico y refrigerar durante una hora.
    Precalentar el horno a 180ºC con calor de arriba-abajo.
    Una vez pasado este tiempo, ir haciendo bolas con la masa, dándoles forma lo más parecido a una castaña, e ir depositando en una bandeja forrada con papel.
    Hornear, a media altura, durante unos 20 minutos.
    Dejar reposar un par de minutos en la bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que terminen de enfriarse.
    Preparar mientras la cobertura derritiendo el chocolate, a pequeños golpes de microondas para evitar que se queme. Una vez derretido por completo verter la nata, que deberá estar a temperatura ambiente, y remover hasta que la mezcla esté homogénea.
    Sumergir la base de cada galleta en la cobertura y colocar sobre una bandeja, forrada con papel, para que se endurezca el chocolate.


    Con estas cantidades salen unas 60 galletas, dependiendo del tamaño, pero se conservan muy bien, durante unos días, guardadas en una lata hermética.

   
     Os he comentado antes que las castañas no me apasionan pero, sin embargo, estas galletas me las comería una tras otra porque os aseguro que están de muerte, tan tiernas por dentro que casi parecen bizcochitos.


    Venga, ir pasando a por una castañita y me acompañáis a ver el recopilatorio