Para este mes, en el #cupcakesrevival, organizado por Carlamel de canyella y Cookcakes de Ainhoa, las opciones para transformar a una versión cupcake eran las tartas de manzana y de limón. El olor que sale al hornear manzanas y especias es delicioso, un aroma totalmente otoñal, pero con la añoranza del verano, aunque tengo que reconocer que estaba deseando que llegara el frío, me apetecía hacer algo más fresquito. Y, por eso, preparé estas pequeñas delicias de limón.
La receta tiene tres partes : la magdalena, el relleno y el merengue italiano así que vamos a ello
Ingredientes :
Para la magdalena
- 200 g de harina bizcochona
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 80 g de azúcar
- 2 huevos L
- 80 ml de aceite de girasol
- 100 ml de leche
- 30 ml de zumo de limón
- La ralladura de un limón
- 120 g de azúcar
- Piel de 1/2 limón
- 90 g de zumo de limón
- 2 huevo L
- 1 pizca de sal
- 60 g de mantequilla
- 4 g de albúmina
- 60 ml de agua templada
- 60 g de azúcar
**El merengue italiano está hecho con albúmina
Lo primero que prepararemos será el lemon curd del relleno ya que es lo que más tarda en enfriarse.
Poner en el vaso el azúcar y triturar 30 sg, vel 5_10. Echar la piel del limón, procurando que esta no tenga parte blanca para que no amargue, y triturar de nuevo 30 sg, vel. 5_10.
Añadir los huevos, el zumo colado y la pizca de sal, remover 30 sg, vel.6 y programar 20 min, 90ºC, vel.4. Pasado ese tiempo echar la mantequilla cortada en trozos, a través del bocal, y volver a programar 10 min, 90ºC, vel.4
Si antes de añadir la mantequilla observáis que la crema está muy líquida los últimos 10 minutos cambiar cubilete por el cestillo para que evapore más pero no lo salpique todo. Dejar enfriar del todo. Yo directamente lo metí en un manga pastelera con boquilla redonda de 1 cm, para luego distribuir mejor la crema.
Precalentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar un molde poniendo en cada hueco papelitos de magdalena. Yo utilicé tanto el molde de magdalenas como los papelitos de Ikea.
Poner en un bol la harina, la sal y el bicarbonato tamizados. Añadir el azúcar y remover para que la mezcla esté uniforme.
En otro bol batir el huevo, el aceite, la leche y el zumo de limón hasta que esté homogéneo.
Hacer un hueco en el medio de la mezcla de harina y verter dentro los líquidos. Añadir la ralladura de limón y mezclar, con ayuda de una espátula, sin trabajar demasiado, tan solo hasta que la crema se vea uniforme.
Verter la preparación en los capacitos, rellenándolos hasta la mitad de su capacidad, y hornear durante unos 20 minutos, hasta que pinchándolos con una aguja esta salga limpia pero húmeda.
Para preparar el merengue poner en un bol la albúmina junto con la mitad del agua para que se hidrate. Dejarlo reposar durante unos 20 minutos, el tiempo que tardarán en hacerse las magdalenas.
Desmoldar las magdalenas con cuidado y dejar enfriar sobre una rejilla.
Y seguiremos preparando el merengue. Poner el resto del agua junto al azúcar y llevarlo al fuego, medio, para hacer un almíbar. Cuando llegue a 100ºC empezar a montar la albúmina hidratada. Primero despacito hasta que esté disuelta toda la albúmina y después a velocidad más alta hasta que haga picos blandos. Cuando el almíbar llegue a 115ºC retirarlo del fuego y empezar a verterlo en forma de hilo sobre el merengue, sin dejar de batir y sin que el almíbar toque las varillas. Cuando esté todo integrado subir la velocidad y seguir batiendo hasta que esté frío. Meter en una manga en la que habremos puesto una boquilla sultana cerrada.
Cuando todas las preparaciones estén bien frías comenzaremos con el montaje de los cupcakes.
Retirar el centro de las magdalenas con un vaciador de manzanas, con cuidado de no llegar hasta el fondo y reservar la tapita de arriba. Rellenar los huecos con la crema de limón y cerrar con las tapitas reservadas.
Colocar la manga del merengue recta en el centro de cada cupcake y apretar suavemente hasta que el merengue llegue al borde de la magdalena, pero sin salirse, entonces dejar de hacer presión y retirar la manga de golpe. Con un soplete de cocina tostar ligeramente el merengue y, después, terminar de rellenar el hueco que queda con un poco más de crema de limón.
Puede parecer que es algo laborioso de hacer, de hecho lo es, pero os aseguro que merece la pena porque son pura delicia.
Además, ¿a que quedan preciosos?
Son preciosos Viví, me llevo uno para el desayuno.
ResponderEliminarMuakkk