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martes, 31 de mayo de 2016

Pastelitos de zanahoria {Reto Cocinillas Lok@s por Lorraine}

    Si alguien me hubiera dicho alguna vez que una tarta de zanahoria iba a ser de las preferidas de mis hijos, no solo me lo hubiera tomado a broma sino que hubiera pensado incluso que me estaban intentando tomar el pelo. Pero, con gran asombro por mi parte, esta afirmación ha resultado ser absolutamente cierta, estos pastelitos han desbancado a los sabores tradicionales quedando casi a la par de la Red Velvet y de la de Oreo, ahí es nada...
    Puede que esta sea otra manera estupenda de que coman más verduras aunque no sea la forma más saludable, pero que diantre... un día es un día, jejjeje.


    Llegamos a final de mes y eso solo quiere decir que es el día de publicación del reto de los Cocinillas Lok@s por Lorraine. En esta ocasión tocaba elegir receta dulce y al final ha sido por esta delicatessen por la que nos hemos decidido.


    La receta es de los vídeos que Lorraine sube a su perfil en las redes sociales retando a prepararlas con el hashtag #bakeandshare así que eso es precisamente lo que hemos hecho...prepararla.
    En casa la he hecho ya un par de veces, ya os he dicho que ha triunfado, aunque con algunas variaciones, si es que no me puedo estar quieta, jejjeje. La principal es que he hecho pastelitos individuales, algo evidente viendo las fotos, y que el frosting que le he puesto es uno de los del curso Cupcakes para comer de La Tallerería de  Belén, de Cupcakes a gogó.


    Ingredientes :
    Para los pastelitos
  • 220 g de azúcar moreno claro
  • 220 ml de aceite de girasol
  • 3 huevos L
  • 1 pizca de sal
  • 220 g de harina bizcochona
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • 1/4 de cucharadita de nuez moscada molida
  • 1/4 de cucharadita de clavo molido
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 220 g de zanahoria rallada
  • Ralladura de 1 naranja
    Para el frosting
  • 200 g de queso crema
  • 100 g de azúcar glass
  • 100 g de nata de montar
    Para adornar
  • 1 puñado de nueces pecanas
    Precalentar el horno a 180º C.
    Forrar con papel el molde elegido y engrasarlo ligeramente, como yo utilicé moldes de silicona este paso me lo salté.
    Tamizar la harina junto a la sal y el bicarbonato. Reservar.
    Lorraine pone en un bol todos los ingredientes del pastel, los remueve y, cuando la mezcla está uniforme, rellena el molde. Yo he variado ligeramente la preparación, os cuento como lo hice.
    Como a mis fieras eso de encontrarse los trocitos de zanahoria como que no les va mucho, trituré la zanahoria rallada junto al azúcar, con lo que quedó una pasta bastante liquidita.
    En un bol poner los huevos y batirlos ligeramente. Añadir el aceite, las especias y el jengibre y remover un poco.
    Agregar la pasta de zanahoria, la mezcla de harina y la ralladura de naranja. Envolver con una lengua hasta que justo esté todo integrado, sin trabajar demasiado para que no se desarrolle el gluten de la harina que haría que la textura final del pastel quedara gomosa.
    Rellenar los moldes elegidos y meter a mitad de horno con calor de arriba-abajo. El tiempo dependerá del tamaño de los moldes, los míos tardaron una media hora en cocerse, si es un molde de 20x20 tardará de 40 a 50 minutos. Pinchar con una aguja para ver si está cocido y, si esta sale limpia, sacar sobre una rejilla para que se enfríe.
    Desmoldar cuando estén casi fríos del todo ya que si no acabarían desmoronándose.
    Para preparar el frosting comenzar a batir la nata. Cuando esté semimontada añadir el azúcar y el queso y seguir batiendo hasta que haga picos duros.
    Con ayuda de una espátula cubrir la superficie de los pastelitos con el frosting y decorar con un las nueces.


    Al llevar el frosting deberán conservarse en la nevera aunque dudo mucho que vayan a durar demasiado, jejjeje.


    Con estas cantidades me salieron 20 pastelitos y entre mis chicos y mis compañeros de café no duraron más que tres días, y tengo que decir que según pasaron los días estaban muchísimo más ricos, ganaron en sabores y matices.
    Aquí os dejo la portada del reto que nos ha montado Susana


    Y el listado de los compis que se han unido en esta ocasión al reto
    Bea de Bea, Recetas y más
    Chus de Siguiendo a Nenalinda
    Mar de El horno de Mar
    Mar de En la cocina con Mar
    Nati de Poesía Culinaria. Paladares... los sabores de Nati
    Bea de Sweet Cookies by Bea
    Marisa de Marisa en la Cocina
    Blanca de Menjar a ca la Blanca

sábado, 28 de mayo de 2016

Rodaballo con tirabeques y perretxicos al estilo thai

   Cuando era jovencita jamás me habría planteado el madrugar los fines de semana por nada del mundo. Sin embargo, ahora estoy deseando que llegue el sábado para levantarme pronto y encaminarme al Mercado Central.
    No se si os pasa también a vosotros pero el encontrar productos nuevos para mi cocina, o de temporada que te dicen comeme desde cada parada, es algo que me llena de gozo. No se si estoy un poco loca pero, a mi, si me dan a elegir entre un ramo de flores o, por ejemplo, un ramo de hermosos espárragos, ahora que es temporada, me quedo con lo segundo sin pensármelo... salvo que el ramo de flores sea de flores comestibles y pueda utilizarlo en mis platos, jajjaja. Y si de la parte de las frutas y verduras ya te pasas a la del pescado ya es como llevar al paraíso... marino, pero paraíso al fin y al cabo.
    Hacía mucho que no me llevaba rodaballo a casa y, estando en mi paraíso marino, vi unos cuantos con una pinta ideal que tuvieron a bien acompañarme gentilmente, jejjeje.
    Vamos que tanto rollo para deciros que eso es lo que os traigo hoy en esta entrada... si ya os decía que me estoy volviendo un poco loca, jejjeje.


    Y para acompañar que mejor que unos tirabeques tiernos y unos perretxicos que están en plena temporada.


    Ya sabéis lo que me gusta a veces rizar el rizo, así que le he dado un aire distinto al plato al incluir la santísima trinidad de la cocina thai : galanga, citronella y lima kafir.


    Ingredientes :
  • 4 filetes de rodaballo
  • 1 rama de citronella
  • 1 cm de galanga
  • 3 cebolletas pequeñas
  • 100 g de perretxicos
  • 100 g de tirabeques
  • 50 ml de vino añejo
  • 50 ml de caldo de pescado
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal ahumada en escamas
  • Flores comestibles (opcional) 
  • Ralladura de lima kafir
    Pelar y picar muy fino la citronella y la galanga. Pelar y picar la cebolleta en rebanadas.
    Limpiar, retirar la base de los perretxicos y laminar. Lavar los tirabeques, secar y retirar los hilos laterales.
    Saltear en una sartén con 3 cucharadas de aceite la citronella y la galanga. Añadir las cebolletas y, cuando comiencen a dorarse, agregar los perretxicos. Cuando el agua de las setas se haya consumido, echar los tirabeques y rehogar. Verter el vino y el caldo y dejar reducir a fuego medio. Cuando esté casi seco retirar y reservar en caliente.
    En una plancha, regada con un chorrito de aceite, pasar el rodaballo, primero por la parte de la piel, cociéndolo durante 2 ó 3 minutos por cada lado.
    Emplatar acompañado del salteado de perretxicos y tirabeques y adornado con las flores comestibles. Espolvorear con las escamas de sal, rallar un poco de lima kafir sobre cada plato y servir enseguida.


    Una conjunción de sabores que acaba convirtiéndose en toda una experiencia para los sentidos.

martes, 24 de mayo de 2016

Ensalada GastroBloggerVlc con frutas y costrones al aroma de lima káffir

    La semana pasada os contaba lo bien que lo pasamos en el II Encuentro GastroBlogger Valencia (ver aquí) y los platos que allí preparamos los distintos grupos que formamos. Como ya os conté entonces el grupo en el que yo estaba fue el encargado de los entrantes siendo uno de los que preparamos una ensalada.
   En la misma entrada también comenté lo bien que se portaron con nosotros los patrocinadores del evento así que volvimos bien cargados de bolsas para casa. Uno de ellos, y de los más generosos por cierto, fue Florette que no proporcionó un buen montón de ensaladas para cada uno. Así que, me he puesto manos a la obra y he intentado reproducir lo más fielmente posible como la preparamos.


    Ingredientes :
    Para los costrones
  • 2 rebanadas de pan
  • 1 diente de ajo
  • Perejil picado
  • Aceite de Oliva Virgen Extra
   
Lo primero será preparar los costrones. En el Encuentro usamos una mezcla de ajo y perejil para prepararlos, en casa yo restregué las rebanadas con el ajo y las espolvoreé con el perejil muy picado. Tras regarlas con un hilo de aceite las metimos al horno para que se tostara el pan, tanto en el Encuentro como yo en casa, pero lo podéis hacer igual en la tostadora. Eso si, tostándolas primero y aliñándolas después. Cortar en costrones y reservar.


    Pelar y cortar en trozos la carne del mango. Limpiar, quitar los rabitos de las fresas y cortarlas en trozos. Reservar. 
    Poner en una fuente las mezclas de ensaladas. Esparcir los trozos de mango y fresas por encima. Colocar también los costrones y aliñar con sal y aceite de oliva. Adornar con los pensamientos y rallar un poco de lima káffir por encima. Esta le dará un sabor y aroma indescriptible, os lo aseguro. Servir enseguida.


    Espero que os haya gustado la propuesta. Y como os dije en la entrada del Encuentro, tanto las flores comestibles como la lima káffir son de Rafa y MªJosé y el mango de Herbasana.

sábado, 21 de mayo de 2016

Mermelada de fresas y ruibarbo en Thermomix

    Era cuestión de tiempo el volver a encontrar ruibarbo en el mercado así que esta vez si que me vine bien cargada para casa... aún así podía haber comprado más porque ha sido un visto y no visto, jejjeje. De todas formas no me gustaría saturaros poniéndome monotemática así que las iré alternando mientras sea la temporada.
    Esta receta de Paula la tenía en pendientes desde hace poco más de un año y es de las que más ganas tenía de probar. Vamos, que tenía metida entre ceja y ceja que sería la siguiente cuando encontrara la dichosa verdurita, jejjeje. Y es que no puedo entender un desayuno de fin de semana sin tostadas y mermelada, sin ellas no sería lo mismo y está mermelada os aseguro que bien merece la pena probarla. Está de morirse de gusto.


    No he hecho mucha cantidad y la he envasado en pequeños botes, ya que me gusta cambiar casi en cada ocasión de sabores y, por este motivo, no le he puesto pectina ni trozos de manzana para que se conservara durante más tiempo, en un par de fines de semana ya no me quedaba ni gota. Eso sí, conservados dentro de la nevera.
 

    Ingredientes :
  • 200 g de ruibarbo
  • 400 g de fresas
  • 400 g de azúcar
  • Zumo de 1/2 limón
   
    Lavar, secar,quitar los rabitos de las fresas y trocearlas.


    Lavar, secar, retirar las partes más leñosas y marrones y trocear el ruibarbo.
    Poner en un bol las fresas y el ruibarbo troceados junto al azúcar. Remover y dejar macerar por lo menos hora y media.
    Pasado ese tiempo poner la mezcla en el vaso y triturar unos segundos a vel.3. Cocer 30 min, 100ºC, vel.2
    Si cuando falten 10 minutos estuviera muy líquida cambiar el cubilete por el cestillo para que evapore más y evitar salpicaduras.
    Rellenar los botes elegidos, esterilizados previamente. Limpiar los bordes, tapar y dejar enfriar boca abajo para que se haga el vacío.
    Una vez frío, etiquetar y guardar en la nevera.


    Cuando la prueben en casa os aseguro que os van a hacer la ola.


    Fuente : Con las zarpas en la masa

jueves, 19 de mayo de 2016

Pollo al horno con tupinambos y limón de Yotam Ottolenghi

    Últimamente mi blog parecía que se había vuelto vegetariano y nada más lejos de la realidad, para demostrarlo, aquí os traigo este rico plato del gran Ottolenghi.
    La verdad que hacía bastante tiempo que quería probar a prepararla pero unas veces porque no encontraba tupinambos y otras por no encontrar el estragón la había ido relegando en el olvido. El otro día que estaba buscando otra receta del mismo libro la volví a ver y, casualmente, tenía todos los ingredientes en casa así que me puse manos a la obra.


    Ingredientes :
  • 450 g de tupinambos
  • 3 cucharadas de zumo de limón
  • 8 muslos-contramuslos
  • 12 chalotas 
  • 12 dientes de ajo grandes
  • 1 limón mediano
  • 1 cucharadita de azafrán en hebras
  • 50 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 150 ml de agua fría
  • 1 1/2 cucharada de granos de pimienta rosa
  • 10 g de hojas de tomillo fresco
  • 20 g de hojas de estragón fresco (40 en la receta original)
  • 2 cucharaditas de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra
    Poner en una cazuela abundante agua y la mitad del zumo de limón. Pelar los tupinambos, cortarlos a lo largo en 6 trozos de aproximadamente 1,5 cm de grosor e ir echándolos dentro de ella. Cuando estén todos dentro poner al fuego y llevar a ebullición. Bajar a fuego lento y dejar hervir durante unos 15 minutos, deberán estar tiernos pero no demasiado blandos. Escurrir y dejar enfriar.
    Pelar mientras la chalotas y cortarlas por la mitad a lo largo. Pelar y cortar los dientes de ajo en láminas. Lavar y secar el limón, cortarlos por la mitad a lo largo y después cada mitad en rodajas muy finas. Separar los muslos de los contramuslos del pollo dejando la piel. Picar las hojas de estragón.
    Agregar en un bol amplio los tupinambos fríos, el pollo, las chalotas, los ajos, las rodajas de limón, el azafrán, el tomillo, la mitad del estragón y la pimienta rosa ligeramente machacada. Regar con el aceite y el agua, salpimentar y mezclar bien con las manos.
    Tapar con film plástico y dejar macerar durante toda la noche en la nevera.
    Precalentar el horno a 240º C.
    Mientras sacar el bol de la nevera y disponer los trozos de pollo, con la piel hacia arriba, en el centro de una bandeja de horno. Colocar el resto de los ingredientes alrededor suyo y regar con el líquido del marinado. Hornear durante unos 30 minutos, tapar con papel de aluminio y dejar cocer otros 15 minutos más. Comprobar que el pollo esté bien hecho y retirar del horno.


    Regar con el zumo de limón y el estragón picado reservados. Remover bien para que se integren, rectificar de sal si fuera necesario. Servir enseguida.


    La combinación de sabores que hay entre el azafrán y el limón le da al plato un gusto espectacular que, además, casa a la perfección con el ligero sabor y aroma a alcachofa que tienen los tupinambos, no en vano son conocidos también como alcachofas de Jerusalén.


    Fuente : Jerusalén de Yotam Ottolenghi y Sami Tamimi

lunes, 16 de mayo de 2016

II Encuentro GastroBlogger Valencia

    Hacía ya mucho que no teníamos un encuentro así que tenía verdaderas ganas de disfrutar nuevamente de una jornada gastronómica, así que cuando vi anunciar que ya estaba en marcha el II Encuentro GastroBlogger Valencia no dudé ni un segundo en reservar plaza. El pasado sábado día 7 fue el gran día.
    Lo mejor de estos encuentros no son las muestras de productos que obtienes por parte de los patrocinadores, aunque eso tampoco está nada mal, sino la cantidad de buenas experiencias que te llevas. El disfrutar de la compañía de otros bloggeros, apasionados por la cocina como uno mismo, es maravilloso y tener de nuevo una jornada de reencuentros así como la toma de contacto con otros nuevos lo vuelve sublime.
    El compartir ideas, trucos y recetas hace que la chispa surja de nuevo y las musas se vean abocadas a hacer horas extras, jejjeje.
    No os voy a soltar más rollo, o por lo menos eso voy a intentar, así que procuraré resumir un poco lo que allí vivimos no sin antes recomendaros no perderos el próximo encuentro porque os aseguro que no os vais a arrepentir.


    De nuevo Angi, de Cocina con Angi, y Rosanna, de Cosas con encanto, nos prepararon una gran jornada, donde compartir experiencias culinarias, mesa y mantel fue ligeramente distinta a lo que estábamos acostumbrados, esta vez se trataba de cocinar nuestro propio menú.


    Como el anterior encuentro el punto de reunión era la Chocolatería Valor de la Plaza de la Reina, donde Gloria ya nos estaba esperando para invitarnos a degustar un delicioso desayuno donde coger fuerzas para lo que se nos venía encima porque, como ya os he dicho, en esta ocasión no se trataba de quedar a comer sino de prepararnos nosotros mismos la comida. Si, ya se que he asistido a algún otro encuentro donde lo hemos hecho, pero esta vez no contábamos con un menú ya decidido sino que debíamos pensar que preparar sin tener un guión anteriormente establecido.


    Allí, después de dar buena cuenta del desayuno, nos repartimos en tres grupos. Uno encargado de los entrantes, entre los cuales debíamos incluir ensalada, proporcionada por Florette. Otro encargado del principal que debía contener arroz, proporcionado por Dacsa. Y el último encargado del postre donde, por supuesto, el chocolate debería formar parte junto a los frutos secos, cedidos por Chocolates ValorBorges. Mientras Eva, de Eva en pruebas, iba realizando el que ha sido un precioso reportaje fotográfico del evento.

Fotos por cortesía de Eva

    Una vez decididos los platos que íbamos a preparar cada grupo, nos encaminamos al Mercado Central para comprar el resto de los ingredientes que íbamos a necesitar. 
    Por mi parte no podía dejar de visitar los puestos de Rafa y MªJosé y de Herbasana en donde adquirimos varios de los ingredientes que después empleamos.


    Una vez conseguidos todos los ingredientes nos dirigimos hacia las instalaciones de Catering Cinco en la calle Comedias y nos pusimos manos a la obra.


    Mientras cocinábamos Stefan nos invitó a probar el Millésime Rosé, maravilloso cava de Pago de Tharsys, bodega encargada de marinar nuestros platos.
    Mientras se terminaban de cocinar los arroces pudimos ver un poco más a fondo y descubrir el precioso sitio en el que nos habíamos reunido.


         Una vez sentados a la mesa lo primero que pudimos degustar fueron, obviamente, los entrantes, preparados por el primer grupo cuyos integrantes eramos Ingrid de Dulce Fusión, Marta de La Cocina de Marta Blay, M.José de Malvavisco y yo.
    Nuestra propuesta constaba de tres partes : la primera era una ensalada frutas y costrones al aroma de lima kafir, la segunda hummus, melitsanosalata (crema de berenjena) y pasta de kalamata con tostas con ajo y perejil y la tercera y última unos falsos raviolis de calabacín rellenos de verduras y shitake con tomates secos y albahaca.
    Los patés, riquísimos todos ellos, los compramos ya hechos en Dyonis, en el Mercado Central.


    Los principales corrieron a cargo de M.Dolores de Cuinant, Ana de Bocados de cielo, Miquel de Suculent Gilabert, MªCarmen de La libreta de recetas y Noe de Cuina amb Noe, que nos prepararon dos tipos de arroz, uno al horno con pasas, garbanzos y habas (receta aquí y aquí) y otro mar y montaña (receta aquí) que estaban a cada cual más bueno.


    De los postres se encargaron Consuelo de Earthlytaste y Rosa de La Rosa dulce, que nos prepararon un bizcocho vegano de chocolate y unos vasitos de mousse de mango con nube de coco ambos decorados con frutos rojos y flores comestibles.


    En cuanto al maridaje los entrantes estuvieron acompañados nuevamente por el Millésime Rosé, para continuar  con el cava Carlota Suria durante los arroces y, para rematar con los postres, Stefan nos ofreció el delicioso vino dulce de la bodega, elaborado con la variedad Bronx. Para mí la joya de la corona de Pago de Tharsys porque si los cavas son excelentes este vino es de tocar el cielo con la punta de los dedos.

    
    Y no nos podíamos marchar sin la consabida foto de familia de los participantes

Foto por cortesía de Eva
 
    M.José tuvo el detalle de regalarnos a cada uno una de las cremas que ella prepara, con un delicioso aroma, además de sortear un par de lotes más de sus productos. Gracias guapa.

Foto por cortesía de Eva
 
    Una vez dada por finalizada la comida comenzó el reparto de obsequios de nuestros patrocinadores Valor, Florette, Dacsa, Silikomart, Borges y Valencia Turisme.

 Foto por cortesía de Eva

    Por la tarde, después de un más que merecido café en la Plaza del Negrito, nos dirigimos al restaurante Sweet Victoria donde ya nos estaban esperando para ofrecernos, junto a un pequeña muestra de varios de sus platos en una cata de gin-tonic, una degustación de tres ginebras de  69brosses : Premium, Con Naranja Navelina y Classic.


    Como podéis ver un día completito, doce horas de disfrute sin parar.

jueves, 12 de mayo de 2016

Espárragos blancos, verdes y púrpuras con romesco

    Ya lo dice el refrán "los espárragos de abril para mí, los de mayo para el amo y los de junio para el burro". Así que como los de mayo son para el amo, y yo soy la ama de mi casa, no me he podido resistir a preparar este delicioso bocado.


    Cuando estuve buscando recetas de la gran Carme Ruscalleda, para el reto de las Cooking the Chef del mes pasado, esta fue una de mis primeras elecciones para versionar pero claro, en aquella ocasión no encontré unos espárragos blancos frescos en condiciones con lo que la descarté para más adelante. Así que, en cuanto han caído en mis manos estos pedazo de espárragos blancos, no he dudado en ningún momento que esta era la ocasión para realizar el plato. Además que, de pura suerte, encontré en el mercado espárragos púrpuras lo que me iba a permitir añadir un nuevo color a la receta original, que está realizada solo con blancos y verdes.


    A cambio de añadir este otro tipo de espárragos en vez de hacer el romesco lo compré hecho. No todo iba a ser tan perfecto, jejjeje.
    Con las cantidades que os pongo he preparado 8 vasitos de aperitivo.


    Ingredientes :
  • 8 espárragos blancos frescos gruesos
  • 16 espárragos verdes frescos
  • 8 espárragos púrpura frescos
  • Aceite de oliva 
  • Salsa romesco
  • Unas flores de tomillo
    Para la tempura
  • 50 g de harina de trigo
  • 50 g de maicena
  • 120 ml de agua muy fría
  • 1 pizca de bicarbonato
  • Sal
  • Pimienta blanca de molinillo 

    Lo primero que haremos será preparar la tempura mezclando todos sus ingredientes. Reservar en la nevera.
    Pelar los espárragos y cortar la parte leñosa del final. Hervir, por separado cada tipo, en agua con sal, los blancos durante unos 15 minutos y los verdes y los púrpura durante unos 2 minutos. Tienen que estar cocidos pero sin estar blandos. Refrescar y escurrir bien. Cortarlos en trozos de unos 2 cm de largo.
    Poner una sartén a fuego medio con abundante aceite. Sacar la tempura de la nevera y emulsionar durante un par de minutos con la batidora. Secar los trozos de espárrago blanco y pasar por la tempura. Freír en el aceite caliente y sacar poniéndolos sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa. Reservar en caliente.
    Retirar el aceite de la sartén y saltear en ella tanto los trozos de espárrago verde como los de espárrago púrpura.
    Solo quedará montar los vasitos alternando los trozos de cada tipo y poniendo un poco de romesco entre ellos, comenzando con los verdes y acabando con los blancos en tempura. Terminar de adornar poniendo otro poco de romesco encima, las yemas de los verdes y rematar con unas pocas flores de tomillo.


    Servir bien calientes y a disfrutar.


    Fuente : Revista Cuina

sábado, 7 de mayo de 2016

Bocaditos de crumble de ruibarbo y fresas

    Ruibarbo, jengibre, solo el oír estas palabras me transportan a otros tiempos, muy lejanos ya. Esas tardes de verano, cuando a la hora de la siesta hacía demasiado calor y teníamos totalmente prohibido salir a la calle. Yo nunca he sido de dormir la siesta así que, para que esos ratos no se hicieran interminables, no quedaba otra que dedicarlos a la lectura... ahí comenzó una de mis pasiones.
    Mis primeras lecturas, como las de muchos otros niños en su infancia, comenzaron con los libros de Enid Blyton, mis preferidos eran los de las aventuras de Los siete secretos, mucho menos conocidos que los de Los cinco, pero donde también se atiborraban con pasteles de ruibarbo y galletas y cerveza de jengibre. Aún me acuerdo de la primera vez que probé unas galletas inglesas de jengibre, casi me da un ataque, puaggg, cómo picaban las condenadas!!... o quizás no tanto pero aún no estaba mi paladar acostumbrado a esta raíz que ahora me vuelve loca.


    Pero bueno, que me desvío del tema, la cuestión es que desde entonces tenía curiosidad por saber a que rayos sabían ambos. Mi primera experiencia con el jengibre os la acabo de contar pero aún me faltaba descubrir el sabor del ruibarbo y ahora, poco a poco, voy descubriéndolo solo o acompañado de otros frutos.


    En este caso viene acompañado de fresas y en un formato muy muy a la inglesa, porque ¿puede haber algo más inglés que un crumble?


    Ingredientes :
    Para el streusel
  • 50 g de mantequilla fría
  • 65 g de harina
  • 55 g de azúcar moreno
  • 1/4 de cucharadita de sal
    Para el pastel
  • 125 g de ruibarbo
  • 75 g de fresas
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 130 g de harina
  • 1/2 cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucahradita de sal
  • 115 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2 huevos L a temperatura ambiente
  • 1/2 cucharadita de pasta de vainilla
  • 125 g de azúcar glass
   
    Precalentar el horno a 180ºC.
    Forrar un molde cuadrado con papel de horno, el mío de 23x23, y reservar
    Poner en un bol los ingredientes del streusel y mezclar pellizcando con las yemas de los dedos hasta que se parezcan migas gruesas. Reservar en la nevera.
    Tamizar la harina.
    Lavar, secar, retirar la parte más leñosa del ruibarbo y los rabitos de las fresas y cortar ambos en trozos de 1 cm.


    Poner en un bol junto al azúcar moreno y 30 g de la harina. Remover para que se mezcle todo bien.
    Mezclar en otro bol el resto de la harina, la levadura y la sal.
    Batir la mantequilla con el azúcar glass hasta que se vuelva espumosa e ir añadiendo los huevos uno a uno, sin echar el segundo hasta que el primero esté totalmente integrado. Agregar la vainilla y mezclar.
    Incorporar la mezcla de harina e integrar sin trabajar demasiado para que no se desarrolle el gluten. Verter sobre el molde anteriormente preparado y alisar la superficie con una espátula.
    Repartir el ruibarbo y las fresas sobre la masa y esparcir el streusel por encima.
    Hornear a media altura, con calor de arriba-abajo, unos 45 min. La superficie debe estar dorada y la fruta burbujeante y al pinchar con una aguja esta salga limpia.
    Dejar enfriar totalmente sobre una rejilla antes de proceder al desmoldado.
    Cortar en cuadraditos y servir a temperatura ambiente.


    Los anglosajones suelen acompañar estos crumbles con una bola de helado pero, para mi gusto, no le hace falta nada para estar perfecto.


    Adaptado de Rhubarb Crumb Bars de Martha Stewart