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sábado, 7 de mayo de 2016

Bocaditos de crumble de ruibarbo y fresas

    Ruibarbo, jengibre, solo el oír estas palabras me transportan a otros tiempos, muy lejanos ya. Esas tardes de verano, cuando a la hora de la siesta hacía demasiado calor y teníamos totalmente prohibido salir a la calle. Yo nunca he sido de dormir la siesta así que, para que esos ratos no se hicieran interminables, no quedaba otra que dedicarlos a la lectura... ahí comenzó una de mis pasiones.
    Mis primeras lecturas, como las de muchos otros niños en su infancia, comenzaron con los libros de Enid Blyton, mis preferidos eran los de las aventuras de Los siete secretos, mucho menos conocidos que los de Los cinco, pero donde también se atiborraban con pasteles de ruibarbo y galletas y cerveza de jengibre. Aún me acuerdo de la primera vez que probé unas galletas inglesas de jengibre, casi me da un ataque, puaggg, cómo picaban las condenadas!!... o quizás no tanto pero aún no estaba mi paladar acostumbrado a esta raíz que ahora me vuelve loca.


    Pero bueno, que me desvío del tema, la cuestión es que desde entonces tenía curiosidad por saber a que rayos sabían ambos. Mi primera experiencia con el jengibre os la acabo de contar pero aún me faltaba descubrir el sabor del ruibarbo y ahora, poco a poco, voy descubriéndolo solo o acompañado de otros frutos.


    En este caso viene acompañado de fresas y en un formato muy muy a la inglesa, porque ¿puede haber algo más inglés que un crumble?


    Ingredientes :
    Para el streusel
  • 50 g de mantequilla fría
  • 65 g de harina
  • 55 g de azúcar moreno
  • 1/4 de cucharadita de sal
    Para el pastel
  • 125 g de ruibarbo
  • 75 g de fresas
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 130 g de harina
  • 1/2 cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucahradita de sal
  • 115 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2 huevos L a temperatura ambiente
  • 1/2 cucharadita de pasta de vainilla
  • 125 g de azúcar glass
   
    Precalentar el horno a 180ºC.
    Forrar un molde cuadrado con papel de horno, el mío de 23x23, y reservar
    Poner en un bol los ingredientes del streusel y mezclar pellizcando con las yemas de los dedos hasta que se parezcan migas gruesas. Reservar en la nevera.
    Tamizar la harina.
    Lavar, secar, retirar la parte más leñosa del ruibarbo y los rabitos de las fresas y cortar ambos en trozos de 1 cm.


    Poner en un bol junto al azúcar moreno y 30 g de la harina. Remover para que se mezcle todo bien.
    Mezclar en otro bol el resto de la harina, la levadura y la sal.
    Batir la mantequilla con el azúcar glass hasta que se vuelva espumosa e ir añadiendo los huevos uno a uno, sin echar el segundo hasta que el primero esté totalmente integrado. Agregar la vainilla y mezclar.
    Incorporar la mezcla de harina e integrar sin trabajar demasiado para que no se desarrolle el gluten. Verter sobre el molde anteriormente preparado y alisar la superficie con una espátula.
    Repartir el ruibarbo y las fresas sobre la masa y esparcir el streusel por encima.
    Hornear a media altura, con calor de arriba-abajo, unos 45 min. La superficie debe estar dorada y la fruta burbujeante y al pinchar con una aguja esta salga limpia.
    Dejar enfriar totalmente sobre una rejilla antes de proceder al desmoldado.
    Cortar en cuadraditos y servir a temperatura ambiente.


    Los anglosajones suelen acompañar estos crumbles con una bola de helado pero, para mi gusto, no le hace falta nada para estar perfecto.


    Adaptado de Rhubarb Crumb Bars de Martha Stewart

2 comentarios:

  1. El jenjibre ya lo he incorporado a mis platos, sólo de vez en cuando no te creas, en casa no son nada amantes de las novedades ;-( Però el ruibarbo no lo he provado nunca. Este cake seria una magnífica ocasión para hacerlo.
    Ptnts
    Glòria

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  2. que recuerdos! como disfrutaba leyendo libros de los siete secretos, y las aventuras de los cinco que tambien leyeron mis hijos y ahora empieza mi nieta, jeje! un bocadito de lo mas apetecible! bicos

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