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jueves, 31 de marzo de 2022

Crema de setas (mejorada)

    Parece que en Valencia, aunque las lluvias nos han dado un respiro, se avecinan días fríos de nuevo así que nada mejor para entonar el cuerpo que una deliciosa cremita ¿no os parece? 

    En esta ocasión he optado por prepararla con una mezcla variada de setas... ¡¡qué me gustan a mí las setas!!  Sí, ya sé que parece que lo de las setas pega más en otoño pero ya sabéis que soy una rebelde y, en cuanto puedo, me rebelo de lo establecido, jejjeje. Además que, en cada estación, se pueden encontrar deliciosas variedades. En mi caso he usado una mezcla de setas primaverales y de cultivo, pero podéis echar las que encontréis en el mercado.

    Ingredientes :

  • 500 g de setas variadas*
  • 2 chalotas
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 300 ml de agua
  • 200 ml de nata de cocinar**
  • Unas ramitas de tomillo fresco
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo 

    *Yo usé 155 g de setas de chopo, 75 g de camagrogs y 270 g de champiñones portobello.

    **Si queréis que salga muuucho más cremosa podéis usar nata de montar pero yo no quería que tuviera demasiada grasa así que opté por usar un brick de la de cocinar.

    Pelar y picar finas las chalotas. Limpiar y trocear las setas y los champiñones. Lavar las ramitas de tomillo, secar bien y deshojar, reservando unas pocas para la decoración final.

    Poner una cazuela con el aceite, a fuego bajo, añadir las chalotas picadas y dejar pochar hasta que estén transparentes. Entonces agregar los champiñones, rehogar y dejar cocinar hasta que reduzca todo el agua que hayan soltado. Subir a fuego medio, echar las setas y las hojas de tomillo y dejar rehogar moviendo de vez en cuando. Cuando el conjunto esté ligeramente dorado retirar unas cuantas para la decoración final, reservándolas en caliente. Verter el agua, salpimentar y, cuando rompa a hervir, bajar a fuego bajo, tapar y dejar cocinar durante unos 10 minutos. 

    Añadir la nata, de este modo bajaremos la temperatura, y triturar bien fino. Rectificar de sal y pimienta, si fuese necesario. Llevarla de nuevo a fuego suave, removiendo de vez en cuando para que no se agarre en el fondo, y calentar pero teniendo cuidado de que no llegue a hervir.

    Repartir en los platos. Decorar con las setas reservadas y espolvorear con el tomillo restante. 

    Servir enseguida para que llegue a la mesa bien caliente y preparaos para disfrutar.


jueves, 24 de marzo de 2022

Madeleines de naranja sanguina

    Este año parece que la primavera ha entrado cargadita de agua y, a pesar de que es una de mis estaciones preferidas aún con lluvia, ya voy echando de menos el reflejo del brillo del sol en las flores recién brotadas. Reconozco que hace mucha pero que mucha falta el agua pero, con la de años que llevo viviendo en Valencia, ya no estoy acostumbrada a tener tantos días sin ver el sol y, la única manera que se me ocurre de alegrar la situación y levantarme un poco el ánimo es con algún dulce capricho como estas madeleines que hoy os traigo.

    Y, con ellas, doy por finalizadas las recetas con naranja sanguina, hasta que vuelvan a estar de temporada, ya que están preparadas con la última de las naranjas que me quedaba. 

    Ingredientes :

  • 100 g de mantequilla
  • 40 g de harina
  • 100 g de azúcar glass
  • 40 g de almendra molida 
  • 3 claras de huevos grandes*
  • 1/2 cucharada de miel de azahar
  • 25 ml de zumo de naranja sanguina
  • Ralladura de 1 naranja
    Para el glaseado :

  • 75 g de azúcar glass
  • 1 cucharada de zumo de naranja sanguina
  • Pétalos de flores de aciano
    * Utilicé 3 y 1/2 claras pasteurizadas

    Cortar la mantequilla en cuadraditos y ponerla a derretir en un cazo a fuego medio. Dejarla cocinar hasta que se tueste, retirando la espuma que vaya saliendo de vez en cuando, teniendo cuidado de que los residuos sólidos no se quemen. Cuando tenga color avellana retirar del fuego, colar y dejar templar.  

    En la receta original tamiza la harina junto al azúcar glass y a la almendra molida pero, como mi almendra molida no estaba muy fina, lo que hice fue triturarla junto al azúcar glass, dándoles un par de golpes de turbo en la Thermomix igual que hago cuando preparo macarons, y luego lo añadí a la harina tamizada. Añadir la ralladura a esta mezcla.

    Batir las claras, hasta que estén semi montadas, y agregar la mezcla de harina anteriormente preparada, e integrar con una varilla. Verter la mantequilla avellana, la miel y el zumo y mezclar bien.

    Tapar y dejar reposar en la nevera durante 2 horas por lo menos. Pasado ese tiempo, calentar el horno a 190ºC. Engrasar los moldes, para que no se peguen las madeleines, y rellenarlos casi por completo ya que, al no llevar ningún tipo de impulsor, no van a subir demasiado. Hornear 15-16 minutos o hasta que los bordes comiencen a dorarse. Sacar del horno y dejar reposar unos minutos antes de desmoldarlas. Pasarlas a una rejilla para que se enfríen. 

    Una vez frías por completo prepararemos el glaseado echando al azúcar glass el zumo, poco a poco y sin dejar de remover, hasta obtener una consistencia espesa. Ir mojando una parte de cada madeleine en el glaseado y decorar con algunos pétalos de aciano. Colocar sobre una bandeja forrada con papel y dejar reposar hasta que el glaseado se haya secado.

    Con esta deliciosa tentación y un té o café bien calentito puede llover todo lo que quiera que no va a conseguir que se nos borre la sonrisa de la cara ¿no os parece?

    Fuente : Loleta

miércoles, 2 de marzo de 2022

Pastel de atún, aceitunas, kiri y albahaca

    Hoy es el Miércoles de ceniza y, aunque yo no soy mucho de guardar la cuaresma (más bien nada), hay ocasiones que la respeto si el plato en cuestión lo merece. Y este pastel que os traigo ya os digo yo que sí que lo merece y mucho. 

    Ésta es una buena manera de que los niños coman pescado, aunque tengo que reconocer que yo no tengo problema alguno con los míos. Como se puede tanto comer caliente como a temperatura ambiente resulta ideal para poder prepararlo con antelación y, si eliges el comerlo caliente, con darle un golpe en el microondas lo tendrás a punto.  

    Ingredientes :

  • 3 huevos L 
  • 90 g de yogur griego natural
  • 70 g de aceite de oliva 
  • 200 g de harina
  • 10 g de levadura química
  • 1 cucharada de albahaca fresca picada
  • 6 quesitos kiri
  • 150 g de atún en aceite
  • 25 aceitunas verdes sin hueso
  • 5 g de sal
  • Pimienta negra de molinillo

    Calentar el horno a 200ºC, con aire. Engrasar con spray un molde de cake, el que he usado yo es de 23x12 cm y unos 7cm de alto. Tamizar la harina junto a la levadura. Escurrir el atún y las aceitunas.

    Batir en un bol los huevos, el aceite y el yogur. Añadir la harina con levadura, la sal, la pimienta y la albahaca picada. Mezclar, con ayuda de una espátula, justo hasta que la masa esté uniforme. 

    Agregar el atún escurrido troceado, las aceitunas cortadas por la mitad y los kiri en dados grandes e integrar con la espátula, con cuidado, en la masa anterior. Volcar en el molde anteriormente preparado y meter al horno, a media altura, durante 5 minutos. Pasado este tiempo bajar la temperatura a 180ºC y dejar hornear durante otros 30 minutos o hasta que esté dorado y al pinchar con una aguja ésta salga seca. 

    Sacar del horno y dejar templar sobre una rejilla durante unos 10 minutos antes de desmoldar.

    En casa nos gusta calentito y, acompañado de una ensalada, tenemos una cena perfecta y rica rica.

    Fuente : Adopte un gateau