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jueves, 24 de marzo de 2022

Madeleines de naranja sanguina

    Este año parece que la primavera ha entrado cargadita de agua y, a pesar de que es una de mis estaciones preferidas aún con lluvia, ya voy echando de menos el reflejo del brillo del sol en las flores recién brotadas. Reconozco que hace mucha pero que mucha falta el agua pero, con la de años que llevo viviendo en Valencia, ya no estoy acostumbrada a tener tantos días sin ver el sol y, la única manera que se me ocurre de alegrar la situación y levantarme un poco el ánimo es con algún dulce capricho como estas madeleines que hoy os traigo.

    Y, con ellas, doy por finalizadas las recetas con naranja sanguina, hasta que vuelvan a estar de temporada, ya que están preparadas con la última de las naranjas que me quedaba. 

    Ingredientes :

  • 100 g de mantequilla
  • 40 g de harina
  • 100 g de azúcar glass
  • 40 g de almendra molida 
  • 3 claras de huevos grandes*
  • 1/2 cucharada de miel de azahar
  • 25 ml de zumo de naranja sanguina
  • Ralladura de 1 naranja
    Para el glaseado :

  • 75 g de azúcar glass
  • 1 cucharada de zumo de naranja sanguina
  • Pétalos de flores de aciano
    * Utilicé 3 y 1/2 claras pasteurizadas

    Cortar la mantequilla en cuadraditos y ponerla a derretir en un cazo a fuego medio. Dejarla cocinar hasta que se tueste, retirando la espuma que vaya saliendo de vez en cuando, teniendo cuidado de que los residuos sólidos no se quemen. Cuando tenga color avellana retirar del fuego, colar y dejar templar.  

    En la receta original tamiza la harina junto al azúcar glass y a la almendra molida pero, como mi almendra molida no estaba muy fina, lo que hice fue triturarla junto al azúcar glass, dándoles un par de golpes de turbo en la Thermomix igual que hago cuando preparo macarons, y luego lo añadí a la harina tamizada. Añadir la ralladura a esta mezcla.

    Batir las claras, hasta que estén semi montadas, y agregar la mezcla de harina anteriormente preparada, e integrar con una varilla. Verter la mantequilla avellana, la miel y el zumo y mezclar bien.

    Tapar y dejar reposar en la nevera durante 2 horas por lo menos. Pasado ese tiempo, calentar el horno a 190ºC. Engrasar los moldes, para que no se peguen las madeleines, y rellenarlos casi por completo ya que, al no llevar ningún tipo de impulsor, no van a subir demasiado. Hornear 15-16 minutos o hasta que los bordes comiencen a dorarse. Sacar del horno y dejar reposar unos minutos antes de desmoldarlas. Pasarlas a una rejilla para que se enfríen. 

    Una vez frías por completo prepararemos el glaseado echando al azúcar glass el zumo, poco a poco y sin dejar de remover, hasta obtener una consistencia espesa. Ir mojando una parte de cada madeleine en el glaseado y decorar con algunos pétalos de aciano. Colocar sobre una bandeja forrada con papel y dejar reposar hasta que el glaseado se haya secado.

    Con esta deliciosa tentación y un té o café bien calentito puede llover todo lo que quiera que no va a conseguir que se nos borre la sonrisa de la cara ¿no os parece?

    Fuente : Loleta

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