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martes, 24 de diciembre de 2019

Rollos con za'atar. Calendario de Adviento Día 24

    En principio esta debería haber sido una entrada diferente y más glamurosa, ya que con ella se cierra el Calendario de Adviento de este año, pero el tiempo se me ha echado encima y me ha sido imposible preparar algo distinto, así que he tirado de los pendientes de publicar y, aunque las fotos son bastante mejorables, he decidido que sería un buen colofón.


    Ya sabéis que me gustan tanto las masas levadas y como las especias. La verdad, es que ya había probado estos rollos, aunque en versión individual, en un puesto de comida árabe que hay dentro del Mercado Central de Valencia, y tengo que decir que me encantó la mezcla, así que cuando descubrí esta receta sabía que la tenía que preparar sí o sí.


    Ingredientes :
  • 350 g de harina de fuerza
  • 1 cucharadita de sal
  • 5 g de miel
  • 9 g de levadura seca (o 20 de levadura fresca)
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 250 ml de agua
    Para la pasta de za'atar
  • 65 g de za'atar
  • 70 ml de aceite de oliva virgen extra
    Poner en un bol la levadura, el azúcar y la mitad del agua templada. Remover y dejar reposar durante unos 15 minutos, hasta que burbujee.
    Poner en el bol de la amasadora la harina y la sal y mezclar. Añadir el aceite y la mezcla de levadura e integrar, a velocidad baja. Verter el resto del agua y amasar, con el gancho, hasta que la masa se despegue de las paredes. Añadir algo más de agua si la masa se viera seca.
    Cuando la masa esté lisa y brillante pasar a un bol, ligeramente aceitado, tapar y dejar levar hasta que doble su volumen.
    Para preparar la pasta mezclar, en un cuenco, el za'atar y el aceite y remover hasta que la pasta esté uniforme.
    Volcar sobre la superficie de trabajo. Para que no se pegue la masa esta vez no espolvorearemos con harina sino que aceitaremos ligeramente la superficie.
    Desgasificar y estirar, con ayuda de un rodillo, hasta formar un cuadrado que tenga un grosor de, aproximadamente, 1cm. Extender la pasta de za'atar por toda la superficie y enrollar la masa sobre sí misma.
    Cortar en porciones e ir colocándolas en un molde de horno cuadrado de unos 22cm, ligeramente engrasado, dejando espacio entre los rollos ya que tienen que volver a crecer.


    Tapar y dejar levar de nuevo hasta que casi vuelvan a duplicar su volumen.
    Precalentar el horno a 190ºC, con calor de arriba-abajo.
    Hornear a media altura, durante unos 20 minutos, hasta que estén dorados y secos. Dejar enfriar en el molde.


    Desmoldar cuando estén templados y servir.


    No sé a vosotros pero a mí, me parece una muy rica opción para una merienda cena, acompañando cada rollo con un poco de embutido y algo de queso ¿no os parece? Aunque solos, también están de muerte.


    Fuente : Taste of Beirut

lunes, 23 de diciembre de 2019

Galletas Linzer de almendra. Calendario de Adviento Día 23

    Ya sé que en este calendario ya hay una receta de galletas pero, después de ver inundadas las redes con cientos de recetas de ellas, no me he podido resistir a traeros estas típicas de la Navidad austriaca.
    Son super fáciles de hacer, de hecho, yo no he usado ninguna máquina para preparar la masa. y son ideales para pasar una tarde jugando en familia.
    Tradicionalmente están rellenas de mermelada de fresa o frambuesa, que es como yo os las traigo, pero podéis jugar perfectamente cambiando el relleno : chocolate, crema de speculoos, dulce de leche. Vamos lo que os apetezca en ese momento... imaginación al poder.


    Ingredientes :
  • 120 g de almendra molida
  • 180 g de harina
  • 70 g de azúcar glass
  • 120 g de mantequilla, a temperatura ambiente
  • 38 g de huevo batido
  • 4 g de azúcar avainillado
  • 1/2 cucharadita de levadura química
  • 1 pizca de sal
  • 40-50 g de mermelada de fresa
  • Azúcar glass para espolvorear

    Poner todos los ingredientes en un bol y amasar hasta que la masa esté uniforme. Hacer una bola y envolverla en film plástico. Meter a la nevera y dejar reposar por lo menos un par de horas.
    Pasado este tiempo estirarla con un rodillo entre dos papeles de horno hasta dejarla con un grosor uniforme de 0,6cm.
    Cortar las galletas con el cortador elegido e ir depositándolas en una bandeja de horno forrada con papel.  A la mitad de ellas, con ayuda de un cortador más pequeño, cortarles el centro. Juntar los recortes, volver a estirar con el rodillo y cortar más galletas hasta terminar con toda la masa.Yo, en esta ocasión, he elegido un cortador de flor para la forma de las galletas y uno pequeñito de un reno saltando para los cortes centrales... más navideñas no pueden ser, jejjeje. Volver a meter a la nevera durante media hora para que no se deformen al hornear.
    Precalentar el horno a 160ºC, con calor de arriba-abajo.
    Hornear, a media altura, durante unos 15 minutos. Cuando falten 5 minutos, en las galletas no cortadas en el centro, aplastar un poquito el centro con el dorso de un cucharilla y rellenar con una punta de mermelada. Los bordes de las galletas deberán estar ligeramente
    Sacar, dejar enfriar unos minutos en la bandeja, ya que estarán bastante tiernas, y espolvorear las galletas que harán de tapa, las cortadas en el medio, con azúcar glass.


    Cubrir las galletas base con las tapas haciendo coincidir las formas exteriores de ambas.


    Pasarlas a una rejilla para que se terminen de enfriar.


    Una vez que se terminen de enfriar veréis que se han endurecido ligeramente, dándoles una textura crujiente.


    No sé los días que pueden aguantar en perfecto estado porque fue acabar con la sesión de fotos y... aaaale, dale que te pego a comer una tras otra. Vamos, que no dejaron ni las migas.


    Y, aunque diga mi hija que más parecen liebres, os aseguro que son renos, jejjeje.

    Fuente : Kanela y Limón

domingo, 22 de diciembre de 2019

Rape alangostado con salsa cóctel. Calendario de Adviento Día 22

    Recordando navidades pasadas me ha venido a la cabeza una plato que, muchas veces, aparecía en nuestra mesa. Esta receta viejuna, como le llamaría Biscayenne, normalmente se preparaba en ocasiones especiales y era una manera de hacer pasar gato por liebre en la mesa. Vamos, un trampantojo en toda regla.
    Hoy es el domingo, además el último de adviento, así que vamos a celebrarlo como toca.


    Ingredientes :
  • 1 lomo de rape de ~500 g 
  • 2 cucharadas de pimentón dulce
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
    Para la salsa
  • 80 g de mahonesa
  • 80 g de kétchup
  • 1 cucharada de salsa Worcestershire 
  • 1 cucharadita de extractode vainilla
  • 1/2 cucharadita de pimentón picante
  • El zumo de 1/2 limón
    Para acompañar
  • Ensalada verde ligeramente aliñada

    Limpiar de telillas el lomo de rape. Secar bien con papel de cocina y salpimentar. Hacer una pasta con el pimentón y un poquito de aceite y embadurnar bien toda la superficie.
    Envolver con plástico, dando varias vueltas, y apretando bien hasta formar un rollo. Enroscar los extremos y anudarlos para que quede compacto. Envolver el rulo con papel aluminio.
    Calentar agua en una cazuela y, cuando rompa el hervor, colocar un cocedor de vapor encima. Meter dentro el rulo y dejar cocer durante unos 15 minutos, a fuego lento.
    Sacar, dejar que se temple y guardar en la nevera. Dejar reposar por lo menos 8 horas.
    Hacer la salsa mezclando todos los ingredientes hasta que la mezcla esté homogénea. Poner en un bol y reservar en frío.


    Retirar el plástico del rollo. Puede que éste salga algo húmedo, secarlo un poco si es el caso. Cortar en medallones.
    Cubrir el fondo de una fuente con ensalada verde aliñada ligeramente, yo puse escarola. Poner encima los medallones de rape y acompañar con la salsa.


    Normalmente se echa un hilo de salsa por encima pero en mi casa no a todos les gustan las salsas así que yo, casi siempre, pongo este tipo de preparaciones con la salsa aparte. Ahora que yo soy de mojar y remojar ¿y vosotros?


    Fuente : El comidista

sábado, 21 de diciembre de 2019

Blondie con membrillo, helado de Idiazabal y tejas de nueces. Calendario de Adviento Día 21

    Llegan estas fechas y las redes se inundan con las imágenes de los mercaditos navideños que preparan en el centro de Europa de los cuales, algún día, alguno de ellos lograré ir a visitar. Sin embargo, llegado el día de hoy, solo puedo pensar en el País Vasco.
    Una de las cosas que te traen estas fechas a la cabeza son los recuerdos entrañables de navidades pasadas, no hace falta ser Ebenezer Scrooge para que tu mente las reviva, y una de esas imágenes me acercan a esas tierras, donde el Olentzero es el encargado de traer los regalos a sus gentes. Es por eso que mi entrada de hoy está inspirada en uno de sus postres más tradicionales : membrillo, queso y nueces.


     La elección de este día para la publicación del mismo no la he decidido al azar. Hoy, día de Santo Tomás, marca el inicio de la Navidad en Euskadi. Mis recuerdos me acercan a la plaza de uno de sus pueblos, lleno de puestos de carácter marcadamente agrícola y ganadero, donde huele a queso, a sidra y a talos con txistorra, y una cerda viva descansa en una esquina para, al final de la mañana, ser rifada entre los que hayan querido participar en el sorteo.
    En principio pensé en que mi entrada fuera de talos con txistorra pero luego decidí que esa la reservaría para otra ocasión... puede ser que para el día de San Sebastian.


    Ingredientes :
    Para 6 blondies individuales
  • 90 g de chocolate blanco de cobertura
  • 60 g de mantequilla
  • 1 pizca de sal
  • 60 g de azúcar fina de repostería
  • 1 huevo L
  • 47 g de harina tamizada
  • 40 g de dulce de membrillo
    Para el helado de Idiazabal
  • 100 ml de nata
  • 100 ml de leche
  • 50 g de azúcar
  • 1 cucharada de glucosa líquida
  • 50 g de queso Idiazabal
  • 1 yemas de huevo L
    Para las tejas de nuez
  • 1 clara de huevo L
  • ~37 g de azúcar*
  • ~37 g de mantequilla, a temperatura ambiente*
  • ~37 g de harina*
  • 20 g de nueces peladas 
    *Las cantidades del azúcar, mantequilla y harina serán iguales al peso de la clara de huevo, por eso he puesto que son aproximadamente esos gramos, que fueron los que me pesó a mí la clara.

    Para la crema de membrillo
  • 40 g de dulce de membrillo
  • 20 ml de agua fría
    Además
  • Taquitos de queso Idiazabal
  • Medias nueces peladas 
  • Unas cuantas hojas de chocolate negro

    Comenzamos preparando el helado para que pueda coger la suficiente consistencia.
    Limpiar, retirar la corteza del queso, que utilizaremos para aromatizar la leche, y rallar el resto. Reservar.
    Poner a calentar, en un cazo, la leche y la nata junto a la corteza. Añadir la glucosa, remover, y llevar a ebullición. Apartar del fuego y dejar templar.
    Batir la yema con el azúcar hasta que blanquee. Verter la mezcla de leche y nata, que deberá estar templada, sobre ella y remover hasta que esté integrado por completo y la mezcla esté homogénea.
    Cocer, al baño maría, removiendo constantemente, durante unos minutos y agregar el queso rallado, dejando cocer hasta que esté fundido y, sin parar de remover, hasta que coja una consistencia de crema ligera. No debemos dejar hervir la crema, procurando que no supere los 85ºC.
    Retirar del fuego, colar para retirar la corteza y la crema quede bien fina, cubrir a piel con un plástico y dejar enfriar. Cuando esté tibia, meter en la nevera y, cuando esté bien fría llevar al congelador. Pasadas unas 3 horas triturar, para deshacer los posibles cristales de hielo que se hayan formado, y volver a meter al congelador. Repetir un par de veces más, si hiciera falta, aunque la mezcla es tan cremosa desde el principio que el mío, con una sola vez, ya tenía la consistencia perfecta.
    Conservar en el congelador hasta su consumo.
 

     Para la crema de membrillo solo tendremos que batirlo, cortado en trocitos pequeños, en un poquitín de agua fría, hasta que esté cremoso. Meter en un biberón de cocina y reservar.

    Para las tejas de nuez, precalentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo. Picar finas las nueces y reservar.
    Montar la clara a punto de nieve con el azúcar. Mezclar la mantequilla ablandada con la harina e incorporar la clara montada, poco a poco, con movimientos envolventes para que no pierda demasiado aire, justo hasta que la mezcla esté uniforme.
    Poner cucharadas en una bandeja de horno, cubierta con papel, y extender, con el dorso de la cuchara, hasta tener un círculo lo más fino posible y de un grosor uniforme. Espolvorear las nueces picadas por encima, apretando ligeramente para que se queden pegadas.
    Hornear de 8-12 minutos, hasta que los bordes comiencen a dorarse. Sacar la placa con cuidado e ir dejando cada galleta sobre una botella o un rodillo para que tomen la forma de teja. Yo aproveché el molde de cocer baguettes vuelto del revés... de algo tiene que servir que tenga tantos trastos, jejjeje.


    Una vez frías guardar en una lata hermética para que no se ablanden y pierdan la forma y el crujiente.

    Y ya nos ponemos con los blondies. Subir la temperatura del horno a 180ºC. Cortar en cuadraditos pequeños el dulce de membrillo.
    Fundir la mantequilla junto al chocolate en el microondas teniendo cuidado de que no se queme. Es preferible poner varios tiempos cortos que arriesgarse.
    Remover bien, añadir el huevo y seguir batiendo, al principio parece que se corta pero al cabo de un poco ya veréis como se pone cremosa la mezcla, batir hasta integrar.
    Agregar el azúcar y, cuando esté integrado, añadir la harina junto a la sal. Echar la mitad de los taquitos de membrillo en la crema y moverlos ligeramente procurando que no se rompan.
    Untar los moldes con mantequilla, aunque si son de silicona no será necesario, y repartir la mezcla entre ellos. Terminar de distribuir el resto del membrillo por encima.
    Hornear aproximadamente 25 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar ligeramente antes de desmoldar, si los moldes son de silicona deberéis dejarlos enfriar por completo para que no se rompan. Terminar de enfriar sobre una rejilla.
    Aligerar un par de cucharadas de la salsa de membrillo en algo más de agua hasta que quede un sirope.


    Para montar los platos, poner un blondie en el medio y regar con el sirope. Colocar una bola de helado en uno de sus costados y rodearlos con puntos de crema de membrillo alternados con tacos de queso y medias nueces. Acompañar cada plato con una teja y terminar de adornar con una hoja de chocolate.


    Sí, ya sé que es laborioso de preparar pero el resultado final bien merece la pena y, además, quería que fuese un homenaje por todo lo alto... y creo que lo he conseguido ¿a vosotros que os parece?

    Fuente : Per sucar-hi pa (helado) y Con pan (tejas y crema de membrillo)

viernes, 20 de diciembre de 2019

Chuletillas de cordero al horno, níscalos y patatas duquesa. Calendario de Adviento Día 20

    Si le preguntarais a mis hijos que quieren comer por Navidad ellos lo tendrían bien claro : lechazo.
    Es probable que les haya transmitido el gusto por esa carne, al fin y al cabo el haberme criado en Valladolid puede que tenga algo que ver, o que todos la relacionemos con momentos muy especiales de reuniones familiares. No lo sé con seguridad, lo que sí sé es que ninguno de nosotros podemos imaginar la mesa de Nochebuena sin ella. Y, por supuesto, mi Calendario de Adviento no estaría completo sin traeros un plato con ese ingrediente.


    Mi idea primera era presentaros un carré de cordero pero al intentar preparar yo misma la carne como que la destrocé un poquito, es lo que tiene meterse en camisa de once varas... el próximo no me la jugaré y pediré que me lo preparen mis chicas del Mercado de Algirós, Raquel y Susana, en las que confío plenamente.


    He optado por traer las chuletillas ya cortadas pero las he preparado de igual modo que cociné el carré con la receta de Patry que, aunque destrozado e inservible para las fotos, estaba rico rico
    Y, para terminar de conferirle los sabores y aromas de la tierra donde me crié, no podía por más que acompañarlo con níscalos y patatas. La verdad que estaría redondo si fueran patatas panaderas pero pensé que le iría mejor que fuesen duquesas, para darle un aire más acorde con estas fechas ya que parecen pequeños árboles de Navidad... sí, ya lo sé, tantas entradas seguidas me está empezando a afectar y comienzo a ver cosas raras y abetos donde no los hay 😂😂


    Vamos con la receta.
    Ingredientes :
  • 12 chuletillas de palo de cordero
  • 1 cabeza de ajo entera
  • 12 cebollitas francesas
  • 1 pizca de ajo en polvo
  • 1 pizca de romero seco
  • 1 pizca de tomillo seco
  • Pimienta negra de molinillo
  • Sal en escamas
    Para el marinado
  • 1 vaso de vino tinto
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de vinagre de Jerez
  • 3 dientes de ajo picados
  • 1 ramita de estragón fresco
  • Varias ramas de tomillo y de romero fresco
  • Sal en escamas
    Para las patatas duquesa
  • 200 g de patatas de cocer
  • 1 cucharada de mantequilla
  • Sal
  • Huevo batido para pincelar
    Para los níscalos
  • 300 g de níscalos
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 2 dientes de ajo
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
  • Perejil fresco picado

    La noche anterior, o por lo menos 4 ó 5 horas antes, mezclar los ingredientes de la marinada en un cuenco amplio. Meter las chuletillas dentro procurando que queden bien cubiertas de líquido. Cerrar herméticamente y dejar reposar en la nevera.
    Precalentar el horno a 200ºC, con calor de arriba-abajo.
    Limpiar los níscalos, con ayuda de un pincel, para quitar los restos que puedan tener. Poner a fuego medio una cazuela con el aceite y, cuando esté caliente, echar los níscalos dentro, partidos en trozos si fueran muy grandes. Rehogar y, cuando pierdan todo el agua que suelten, añadir los ajos muy picaditos y dejar dorar ligeramente. Salpimentar y espolvorear con un poco de perejil picado. Tapar y reservar en caliente.
    Mezclar en un mortero la sal, el romero y el tomillo secos, el ajo en polvo y la pimienta.
    Sacar las chuletillas de la marinada y escurrir. Colocarlas en una fuente de horno y espolvorear con la mezcla preparada anteriormente. Añadir la cabeza de ajo entera cortada a la mitad y las cebollitas peladas.
    Regar con un generoso chorro de aceite de oliva y hornear, a media altura, de 15 a 20 minutos.
    Mientras prepararemos las patatas. Pelar y dejar cocer, en abundante agua con una pizca de sal, hasta que estén tiernas. Escurrir, poner en un plato y aplastar con un tenedor para obtener un puré espeso. Añadir la mantequilla, cortada en trocitos y mezclar hasta que integre con el puré. Rectificar de sal y meter en una manga con boquilla estrellada.
    Formar 12 montoncitos sobre una bandeja de horno cubierta con papel. Pincelar, con mucho cuidado, con el huevo batido.
    Una vez pasado el tiempo de horneado del cordero sacar la fuente, cubrirla con aluminio y reservar en caliente. Bajar la temperatura del horno a 180ºC e introducir la bandeja con los montoncitos de patata a una altura media-alta. Dejar cocer durante 15 minutos hasta que estén dorados. Deberán estar crujientes por fuera y cremosos por dentro.


    Servir enseguida repartiendo los níscalos, las patatas, las cebollitas y las chuletillas en los platos. Regar estas últimas con el líquido que haya quedado en la bandeja de cocción.   


jueves, 19 de diciembre de 2019

Cinnamon roll cupcakes. Calendario de Adviento Día 19

    Parece que nuevamente llegó el frío así que ¿por qué no disfrutar de un rincón del sofá, arropada con una manta, degustando un rico té calentito? Y, por supuesto, acompañando al té alguna pequeña delicia para pecar. Bueno, la verdad que estos cupcakes que os traigo pequeños, lo que se dice pequeños, no son. Además de ser una pequeña bomba calórica pero, ¡qué narices!, habrá que combatir el frío de alguna manera ¿no os parece? Y no hay nada más navideño que unos rollos de canela, por lo menos en Estados Unidos. 😜😂😂


    La receta tiene varias preparaciones que llevan su tiempo pero os aseguro que merece la pena. Mi consejo es hacerla en dos días : el primero preparando los rollitos de canela y el segundo horneando las magdalenas y montando los cupcakes.


    La receta es larga así que vamos por partes. En primer lugar haremos los rollitos de canela, que son los que tardarán más tiempo en estar listos.
    Ingredientes :  
    Para los rollos de canela
  • 100 g de harina
  • 50 g de leche
  • 20 g de azúcar
  • 20 g de mantequilla
  • 5 g de levadura fresca de panadero
  • 1 pizca de sal
  • 1/4 cucharadita de cardamomo molido
  • 20 g de mantequilla en pomada(para el relleno)
  • 20 g de azúcar moreno (para el relleno)
  • 1 cucharadita de canela (para el relleno)
  • Huevo batido para pincelar

    Calentar la leche a temperatura corporal (unos 37ºC) y derretir la mantequilla en ella. Agregar la levadura y desleír en la leche. Poner, en un bol grande, 2/3 de la harina y la mezcla de leche y comenzar a trabajar con una cuchara de madera hasta que esté todo integrado, unos 5 minutos. Incorporar el resto de la harina, la sal, el azúcar y el cardamomo y mezclar bien. Deberá quedar una masa que se pegue ligeramente a las manos.
    Colocar sobre la superficie de trabajo y amasar durante un par de minutos. Tapar con un paño y dejar reposar de 10 a 15 minutos. Repetir el proceso de amasados-reposos hasta que la masa esté lisa, brillante y elástica y pase la prueba de la membrana. Bolear. Colocar en un bol, ligeramente engrasado, con el cierre hacia arriba, tapar y dejar levar, en un sitio cálido y sin corrientes de aire, hasta que casi doble su volumen.
    Volcar sobre la encimera levemente enharinada y desgasificar estirándola con un rodillo. Formar un cuadrado de unos 3mm de grosor.
    Hacer una pasta con los ingredientes del relleno y extenderla sobre la superficie de la masa. Cortar tiras de unos 5cm y envolver formando un rollo largo y estrecho con cada tira, como si fuera un brazo de gitano. Cortar cada una de ellas en rodajas de 1,5cm y colocar en un molde de mini cupcakes, ligeramente engrasado. Tapar y dejar fermentar durante aproximadamente una hora, hasta que coja un poco de volumen.
    Precalentar el horno a 250ºC, con calor de arriba-abajo.


    Pincelar con huevo y meter al horno a media altura. Cocer durante 5 minutos. Deberán estar dorados pero blanditos para asegurar que estén tiernos y jugosos.
    Desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla. Una vez bien fríos guardar en una lata metálica.


    Ingredientes :
    Para los cupcakes
  • 80 g de harina
  • 1/2 cucharadita de levadura química
  • 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 de cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 1 huevo L
  • 50 g de aceite de girasol
  • 65 g de azúcar
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 60 g de yogur griego natural
    Para los remolinos de canela
  • 1/2 cucharada de canela
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 1 cucharada de azúcar
    Para la crema de queso de canela
  • 55 g de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 30 g de mantequilla en pomada
  • 110 g de azúcar glass
  • 1/4 de cucharadita de vainilla
  • 1 cucharadita de canela    
    Para el glaseado de queso
  • 25 g de azúcar glass
  • 25 g de queso crema
  • 8 ml de agua caliente
  • 1/4 de cuchardita de extracto de vainilla



    Precalentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.
    Preparar una bandeja de cupcakes con cápsulas de magdalenas. Tamizar la harina, la levadura, el bicarbonato, la canela y la sal y mezclar. Reservar.
    Poner en un bol el huevo con el azúcar y batir hasta que la mezcla blanquee y aumente de volumen. Sin dejar de batir, añadir el aceite, la vainilla y el yogur hasta que la mezcla esté uniforme.
    Agregar los ingredientes secos tamizados y mezclar sin batir con movimientos envolventes, con ayuda de una espátula, sin trabajar demasiado, justo hasta que la masa esté uniforme.
    Preparar la mezcla para los remolinos de canela juntando bien todos los ingredientes.
    Echar 1 cucharada de la masa en cada cápsula. Añadir 1/2 cucharadita de la mezcla de remolino. Cubrir con un poco más de masa y repetir el proceso hasta llenar los 2/3 de la capacidad de cada cápsula. Con ayuda de un palillo, mover la masa levemente para que se formen los remolinos. Espolvorear con un poco más de la mezcla de canela y llevar al horno, a media altura. Cocer de 18 a 20 minutos, hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio.
    Retirar del horno, desmoldar y terminar de enfriar sobre una rejilla.
    Batir el queso con la mantequilla hasta que la mezcla esté espumosa. Añadir la vainilla y mezclar. Incorporar el azúcar y la canela y remover hasta integrar. Meter la crema en una manga con boquilla de estrella y refrigerar hasta su uso.
    Cuando las magdalenas estén frías hacer un doble rosetón con la crema, en cada una, y colocar un mini rollito encima.
    Preparar el glaseado batiendo, enérgicamente, todos los ingredientes, con una varilla manual, hasta que la mezcla esté fina y suave. Regar con el glaseado por encima de los cupcakes como veis en las fotos.


    Dejar que se seque un poco antes de comerlos... si es que podéis aguantar la tentación.


    Decir que están ricos es quedarse corto. Yo me los llevé para merendar al trabajo y fueron un éxito total. No dejaron ni las migas.

    Fuentes : (Adaptados de) cupcakes y crema de queso de canela de Pies and Tacos, Bollos suecos de canela del libro Pan casero de Ibán Yarza y Glaseado de crema de queso de Megasilvita 

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Sorta de trucha con salsa de soja y cítricos y verduras salteadas. Calendario de Adviento Día 18

    Ya hace más de un año que hice mi primera sorta, siguiendo las directrices dadas por la grandísima Chef Elena Arzak, y me gustó tanto el resultado que no he dejado de repetirlas de vez en cuando. Es algo muy muy fácil de preparar y queda la mar de vistoso.


    Esta vez he querido rizar el rizo y modificar el relleno, aún a sabiendas de que podía salirme un truño que fuera directamente a la basura... y mira que me duele tirar comida. Pero ya se sabe que el que no arriesga no gana. Y puedo decir que esta vez he ganado por goleada. Claro, que si no hubiera salido bien, no estaría la receta publicada ¿no os parece?


    En este calendario de Adviento os estoy intentando traer platos que llamen un poco la atención pero sin grandes complicaciones a la hora de encontrar los ingredientes.
    En este caso me salto un poco la norma incluyendo una salsa al más puro estilo japonés que bien podéis sustituir por un teriyaki comprado ya hecho, que se encuentra con facilidad en cualquier gran superficie e incluso en muchos supermercados, aligerado con zumo de naranja y un chorrito de limón.


    Ingredientes :
  • 1 trucha grande
  • 250 g de fideos de arroz
  • 8 tiras finitas de puerro
  • 50 ml de agua
  • 1 cucharadita de maizena
  • Perejil fresco picado 
  • Aceite de oliva
    Para la marinada
  • 100 ml de mirin
  • 100 ml de salsa de soja
  • 100 ml de zumo de naranja
  • 1 cucharada de zumo de limón
    Para las verduras salteadas
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento verde
  • 1 pimiento rojo
  • 1 pimiento amarillo
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal 
  • Pimienta negra de molinillo

    Mezclar todos los ingredientes de la marinada y poner en un bol.
    Limpiar la trucha y sacar los lomos. Quitar todas las espinas con ayuda de unas pinzas y retirar la piel. Partir cada lomo en 2 a lo largo y después, cada tira, partirla a la mitad para hacer bastones de unos 3cm. Sumergirlos por completo en la marinada y dejar 2 horas, dándoles la vuelta de vez en cuando.
    Pasado ese tiempo, sacar los lomos de la marinada y secarlos con papel de cocina. Poner un chorrito de aceite en una sartén y sellar los bastones de trucha por todos lados, a fuego fuerte.
    Preparar las sortas cortando los fideos del tamaño de los bastones de trucha. Poner la tirita de puerro en la mesa. Extender un poco los fideos por encima, procurando que quede el puerro en la mitad, y colocar en el centro un bastón de trucha y envolver con los fideos. Atar la tirita de puerro y cortar los fideos de las sortas para que queden igualados. Repetir con el resto de los bastones y reservar en la nevera, tapados, hasta que terminemos de preparar el resto de las preparaciones.
    Pelar la cebolla . Lavar, secar y retirar el pedúnculo y las semillas de los pimientos.
    Cortar la cebolla y los pimientos en cuadraditos pequeños. En la misma sartén de sellar los bastones de trucha, echar las 2 cucharadas de aceite y saltear las verduras durante un par de minutos, a fuego fuerte, lo suficiente para que comiencen a dorarse pero sin ablandarse demasiado. Salpimentar y reservar en caliente.
    Colar la marinada, echarla en un cazo y dejar reducir a la mitad. Añadir la maizena disuelta en el agua y cocer, sin parar de remover, hasta que tome la consistencia de una glasa. Reservar en caliente.
    Sacar las sortas de la nevera y freír en abundante aceite bien caliente, durante unos pocos segundos por cada lado, hasta que se hinchen los fideos. Sacar y dejar escurrir sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa.
    Poner 2 ó 3 cucharadas de la salsa en el fondo del plato, rodear con un cordón de verdura salteada, formando un semicírculo, y colocar una o dos sortas en uno de los lados.
    Espolvorear con el perejil picado.


    Servir enseguida


martes, 17 de diciembre de 2019

Kringle Estonia. Calendario de Adviento Día 17

    Hace unos años causó furor en las redes está rosca trenzada de masa abriochada. Al final yo también acabé cayendo en sus redes pero, en aquella ocasión, me decidí a rellenarlo a la mallorquina, o sea, con sobrasada con miel. Ya sabéis lo rebelde que puedo llegar a ser, la cuestión es que ya por entonces me empezaba a gustar jugar con las masas levadas, y me picó el gusanillo aunque me apetecía preparar algo distinto al original.
    Y ahora, pasados ya 6 años de aquello, es cuando me he decidido a preparar la versión original.


    El origen de este dulce, que se remonta al s.XIII, no está ni mucho menos solo en Estonia sino en todos los países nórdicos, proviniendo el nombre de una palabra del nórdico antiguo, idioma extinto de Escandinavia, kringla que significaba anillo o círculo. Lo cierto es que, aunque aquí entendemos que este es un pan navideño, se suele preparar en cualquier celebración siendo las más habituales los cumpleaños.


    Como ya os digo causó furor a finales del 2012 así que tenía un montón de recetas donde elegir, casi tantas que no lograba decidirme. Al final fue un poco al pito pito 😂😂 y, finalmente, me quedé con ésta de Paula.
    Pero no me enrollo más, vamos al lío.


    Ingredientes :
  • 300 g de harina
  • 30 g de mantequilla
  • 15 g de levadura fresca
  • 130 ml de leche
  • 25 g de miel
  • 1 yema de huevo L
  • 1 pizca de sal
    Para el relleno
  • 50 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 2 cucharaditas de canela
    Para el glaseado
  • 1 clara de huevo L
  • 50 g de azúcar glass

    Derretir la mantequilla y dejar templar. Templar la leche y disolver la levadura en ella.
    Poner en el bol de la amasadora la harina y la sal. Hacer un hueco en el medio y echar dentro la leche con levadura, la mantequilla, la miel y la yema. Amasar a velocidad baja durante 10 minutos.
    Sacar la masa y formar una bola. Depositar en un bol, ligeramente engrasado con aceite, tapar y dejar levar hasta que doble su volumen.
    Mientras, prepararemos el relleno batiendo sus ingredientes hasta formar una pasta.
    Precalentar el horno a 190ºC, con calor de arriba-abajo.
    Volcar la masa en la superficie de trabajo, mínimamente enharinada, y desgasificar. Estirar, con la ayuda de un rodillo, hasta formar un rectángulo de unos 40x50 cm. y extender el relleno por toda la superficie.


    Enrollar la masa sobre sí misma, por la parte más ancha, y abrir por la mitad, a lo largo, dejando unos 2cm sin cortar en uno de sus extremos.


    Trenzar los dos trozos dejando la parte cortada hacia fuera, para que se puedan abrir bien las capas al hornear. Enroscar la trenza formando una corona y juntar ambos extremos con un poco de agua para que se peguen. Colocar sobre una bandeja de horno cubierta con papel.
    Hornear, a media altura, durante unos 20 minutos.
    Batir ligeramente la clara con el glass hasta que esté uniforme y pintar con ella la trenza en cuanto salga del horno.


    Trasladar a una rejilla para terminar de enfriar.


    En teoría el relleno de esta trenza es de canela con frutos secos, en concreto nueces, pero yo he seguido las indicaciones de la receta de Paula al pie de la letra así que no le he puesto más que la canela y estaba... ¡¡Madre mía, cómo estaba!!


    Y ¿qué me decís del corte? ¿No os parece divino? Yo, con tan solo con ver la foto, ya me pongo a babear.