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lunes, 27 de marzo de 2023

Angel Food Cake de naranjas sanguinas y arándanos rojos

    Este año se me ha echado el tiempo encima y casi se me pasa la temporada de naranja sanguina sin publicar ninguna receta que la incluyera, con lo fotogénicas que son y, sobre todo, lo riquísimas que están. En esta primera receta que os traigo las naranjas que encontré no estaban demasiado rojas pero aún así su sabor seguía siendo delicioso. 

    Me ha sorprendido gratamente la mezcla de estos ingredientes ya que el resultado no tiene nada que ver con el dulzor que esperas encontrar en este tipo de pastel. La acidez que le aporta los arándanos rojos combina a la perfección con la delicada dulzura de las sanguinas consiguiendo el punto justo de ambos sabores conservando la etérea textura que le caracteriza.

    Ingredientes :

  • 300 g de claras de huevo 
  • 1 cucharadita de crémor tártaro
  • 1 pizca de sal
  • 200 g de azúcar
  • 2 cucharaditas de mermelada de naranja dulce
  • 100 g de harina
  • Ralladura de una naranja sanguina
  • 100 g de arándanos rojos deshidratados
    Para el glaseado
  • 120 g de azúcar glass
  • 1,5 - 2 cucharadas de zumo de naranja sanguina

    Lo primero que tendremos que hacer es lavar y secar muy bien los arándanos y cortarlos en trozos más pequeños, yo los partí en dos y los más gordos en tres. Lavar concienzudamente la naranja y secar antes de rallar su cáscara y exprimir el zumo de media. Reservar. Echar en un cuenco el azúcar y la ralladura y trabajar con las puntas de los dedos hasta que el azúcar quede totalmente impregnado del aceite de la ralladura y reservar. Tamizar la harina y reservar.


    Calentar el horno a 175ºC, con calor de arriba-abajo.

    Echar las claras en un bol amplio. Espolvorear por encima el crémor tártaro y la sal. Empezar a batir, a velocidad baja, hasta que empiecen a espumar y el crémor esté totalmente integrado. Subir a velocidad media y batir hasta que se empiecen a formar picos blandos. Ir añadiendo el azúcar antes preparado a cucharadas, subir la velocidad y seguir batiendo hasta que el merengue esté brillante y forme picos duros. Agregar la mermelada e integrar. Bajar de nuevo la velocidad, espolvorear la harina sobre el merengue y trabajar hasta que la mezcla esté uniforme. Añadir los arándanos e integrar, con ayuda de una espátula para que queden repartidos uniformemente. 

    Volcar la masa en el molde de Ángel sin engrasar. Alisar la superficie y meter sobre la rejilla del horno, procurando que quede a una altura centrada. Dejar cocer durante unos 40 minutos o hasta que esté bien cocido, la superficie cuando se toque no se pegue a los dedos y pinchando con una aguja cerca del centro ésta salga limpia. Sacar del horno y girarlo boca abajo, dejándolo reposar sobre las patitas del molde por lo menos durante una hora. 

    Para desmoldarlo pasar una puntilla por todo el borde para despegarlo de las paredes del molde, girarlo y dejar terminar de enfriar sobre un plato en el cual, previamente, habréis espolvoreado con azúcar glass. Una vez totalmente frío prepararemos el glaseado, mezclando bien los ingredientes del mismo, y bañar con él la superficie del bizcocho. 

    Dejar que se seque un poco el glaseado antes de llevarlo a la mesa y preparaos para disfrutar de lo lindo porque está rico no, lo siguiente... vaya, como para ponerle un piso, jejjejeje. 

lunes, 13 de marzo de 2023

Quiche de puerros y langostinos

    Parece que la primavera quiere dejarse ver, por fin. Por lo menos en Valencia ya se deja sentir el calorcito comenzando a apetecer comer platos más ligeros, aunque el cuchareo nunca deje de estar presente en nuestra mesa. Además es de agradecer que los platos sean rápidos de preparar para aprovechar lo más posible los paseos bajo un solecito tan agradable aún en esta época del año. 

    Mi propuesta es una deliciosa quiche. 

    Además, como estamos en cuaresma, os sirve perfectamente para comer uno de estos viernes de abstinencia de comer carne que aún quedan. Vamos al lío.

    Ingredientes :

  • 1 paquete de masa brisa
  • 3 puerros
  • 350 g de langostinos crudos pelados
  • 3 huevos L
  • 200 ml de crème fraîche
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 75 g de queso parmesano rallado
  • Sal 
  • Pimienta negra de molinillo recién molida

    Limpiar bien los puerros bajo el chorro del agua fría. Retirar la parte más verde, ya que sólo usaremos la parte blanca, pero ni se os ocurra tirarla ya que la congelaremos y la usaremos para hacer caldos. Cortar en rebanadas finas la parte blanca. Cortar en trozos grandes los langostinos y reservar.

    En una sartén poner el aceite, a fuego medio, y cuando esté caliente, rehogar los puerros hasta que se ablanden. Sacar, escurriendo lo más posible del aceite. y repartir sobre papel de cocina. Dejar atemperar.

    En la misma sartén subir a fuego vivo y rehogar, sólo hasta se coloreen ligeramente, los langostinos troceados. Reservar.

    Engrasar el molde elegido y forrar con la masa, ajustándola bien por toda la superficie. Recortar, con un cuchillo bien afilado, los bordes que sobresalgan, pinchar el fondo repetidas veces y volver a llevar a la nevera mientras calentamos el horno a 190ºC, con calor de arriba-abajo. Una vez que el horno llegue a esa temperatura, sacar de la nevera el molde, cubrir con papel de hornear y pesos o legumbres para evitar que la masa suba durante la cocción y hornear, a media altura, durante nos 10 minutos.

    Poner en el vaso de la batidora los huevos y la crème fraîche. Salpimentar al gusto y triturar, a velocidad baja, hasta que la mezcla esté uniforme.

    Una vez pasado el tiempo de horno, sacar el molde y retirar el papel y los pesos que hayamos puesto. Extender en la base los puerros y verter con cuidado la mezcla de huevo. Repartir los trozos de langostinos uniformemente por toda la superficie y espolvorear con el queso rallado. Volver a llevar al horno y dejar cocinar durante unos 30 minutos.

    Si queréis que se dore un poquito más por arriba poner unos minutos a gratinar, pero controlando bien porque que pase de dorada a quemada puede llevar muy poco tiempo.

miércoles, 8 de marzo de 2023

Cupcakes Mimosa para el Día de la Mujer

    De nuevo hemos vuelto a coger la maleta para irnos de viaje gastronómico. Nuestro destino : Italia. Y es que hoy, Día de la Mujer, allí preparan un peculiar pastel inspirado en la flor de la mimosa, de ahí su forma y su nombre. Y es que estas flores son todo un símbolo en Italia en este día, en el cual es costumbre regalar ramilletes de mimosas a las mujeres.

    Este postre italiano, que consiste en un bizcocho genovés, coloreado de amarillo, bien calado en almíbar de ron moreno, relleno con crema diplomática y decorado con trocitos de bizcocho simulando la flor de la mimosa, se preparó por primera vez en Rieti en la década de 1950. 

    Aunque no es habitual que se prepare en formato individual yo he optado por prepararlo de este modo y creo que me han quedado unos cupcakes la mar de monos ¿no os parece?

    Ingredientes :

    Para el bizcocho

  • 120 g de harina
  • 120 g de azúcar
  • 3 huevos L
  • 1 puntita de colorante amarillo
    Para la crema

  • 240 ml de leche
  • 125 g de azúcar
  • 25 g de maicena (almidón de maíz)
  • 2 tiras de piel de limón
  • 3 yemas L
  • 25 g de mantequilla, a temperatura ambiente
  • 160 ml de nata para montar
    Para el almíbar

  • 80 ml de agua
  • 60 g de azúcar
  • 2 cucharaditas de ron moreno (yo puse armañac)
    Además

  • Azúcar glass para decorar

  Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar una bandeja de cupcakes con capacitos de magdalenas.

    Primero prepararemos la masa de los cupcakes. Poner en un bol grande los huevos junto al azúcar y montar, al baño maría, hasta que blanquee y triplique su volumen. Añadir el colorante y batir hasta integrar. La cantidad dependerá de como de amarillo queráis que quede, el mío quedó bastante subidito de color como podéis ver en las fotos.

    Tamizar la harina encima de la mezcla y trabajar suavemente, con movimientos envolventes con ayuda de una espátula, hasta que la masa esté uniforme. Repartir entre los capacitos de la bandeja preparada anteriormente y hornear, a media altura, durante unos 20-22 minutos. Sacar, desmoldar y dejar enfriar por completo sobre una rejilla.

    Para preparar el almíbar poner el agua y el azúcar en un cazo y llevar a ebullición. Dejar cocer un par de minutos antes de retirar del fuego. Echar el licor elegido, remover y dejar enfriar.

    Ya sólo quedará preparar la crema diplomática. Para ello pondremos las yemas junto a la maicena en un bol y batir ligeramente. Echar un par de cacitos de la leche y remover hasta integrar todo sin que queden grumos. Calentar el resto de la leche en un cazo junto con el azúcar y la piel de limón. Cuando rompa a hervir retirar la piel de limón y verter sobre la mezcla de yemas, removiendo hasta que esté totalmente integrada. Volver a poner en el cazo y llevar a fuego bajo, removiendo sin parar, hasta que coja cuerpo. Deberá espesar bastante. Retirar del fuego y dejar enfriar hasta que alcance unos 60ºC. Cortar en trocitos la mantequilla e incorporarla en la mezcla trabajando con una espátula. Tapar a piel y dejar enfriar por completo en la nevera.

    Montar la nata hasta que empiece a hacer picos suaves e incorporar a la crema fría de dos veces. Volver a tapar a piel y llevar de nuevo a la nevera.

    Cortar 3 bizcochitos en cubitos bastante pequeños, quitando las partes que estén doradas, y reservar. Retirar el centro de los 9 restantes, con ayuda de un descorazonador, y calar bien con el almíbar alrededor de todo el agujero creado. Rellenar con crema y volver a tapar con la parte superior de los centros retirados. Cubrir con más crema por encima y terminar de decorar con los pequeños cubitos reservados procurando que no quede ningún hueco. Espolvorear con azúcar glass justo antes de servir.

    Como resultado final tendremos unos cupcakes suaves y ligeros, casi etéreos, que emulan a la perfección las sensaciones que nos provocan las flores de la mimosa.

    Fuente : Adaptada de Bavette

viernes, 3 de marzo de 2023

Hinojo crujiente con semillas de sésamo

    Viernes de cuaresma, hoy toca abstenerse de comer carne. No es que sea yo mucho de seguir esta norma pero con platos como éste hasta haría el sacrificio de intentarlo, jejjejeje. Y más estando el hinojo en plena temporada.

    Ingredientes :

  • 2 ó 3 hinojos 
  • 1/2 limón
  • 3 cucharadas picadas en granillo
  • 2 cucharaditas de semillas de sésamo
  • 2 cucharaditas de pimentón ahumado
  • 3 cucharadas de pan rallado
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.

    Lavar y secar los hinojos. Retirar las hojas, reservando algunas para la decoración del plato y cortarlos en rebanadas. Ir colocándolas, una al lado de la otra, en una fuente de horno cubierta con papel. Rociar con el zumo del limón y salar. Repartir por encima de ellas las avellanas y el sésamo y regar con un hilo de aceite. Por último espolvorear sobre el conjunto el pimentón y el pan rallado.

    Hornear, a media altura, durante unos 40 minutos. Sacar del horno, decorar con las hojas reservadas del hinojo y servir enseguida.

    De este plato yo creo que lo más complicado pudiera ser el picar las avellanas así que no me diréis que no es fácil de preparar. Y rico ya ni os cuento... bocatto di cardinale

    Fuente : Timo e vaniglia