Páginas

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Financiers de frambuesa y almendra

    La última receta del año, por supuesto, tenía que ser dulce ya que no puede haber celebración sin acabar con un postre y estos financiers son de los más rico que he probado este año. Bueno, o uno de los mejores por lo menos, que el nivel está muy muy alto, jejjeje.


     Hacía tiempo que los tenía echado el ojo ya que la combinación de almendra y frambuesa me parece de las mejores que existen pero cuando, además, la receta incluye el delicado y sutil sabor de la mantequilla dorada cualquier dulce pasa a otro nivel volviéndose sublime.

    Ingredientes :

  • 100 g de mantequilla
  • 60 g de harina
  • 90 g de almendra molida
  • 120 g de azúcar glass + para espolvorear
  • 30 g de miel
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla
  • 4 claras de huevo (120 g aprox.)
  • 18-27 frambuesas*
  • Almendra laminada
    *La cantidad de frambuesas es orientativa ya que dependerá del tamaño del molde que utilicemos así como el calibre de las frambuesas.


    Lo primero será preparar la mantequilla dorada, poniéndola en un cazo a fuego medio. Dejarla cocinar hasta que adquiera un color avellana, retirando la espuma según vaya saliendo. Retirar del fuego, añadir la miel, mezclar bien y dejar atemperar.

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Engrasar los moldes con spray desmoldante.

    Poner en un bol las harinas tamizadas, la sal y el glass. Agregar las claras de una en una, integrando bien entre cada adicción. Verter la mantequilla y remover, con ayuda de una espátula, hasta que la masa esté homogénea.

    Verter la mezcla en los moldes elegidos. Yo elegí uno de 9 cavidades rectangulares y, aunque es de silicona, lo engrasé para no tener ningún riesgo de que se pudiera pegar.

    Poner 2 ó 3 frambuesas en cada uno, yo puse 2 porque eran muy grandes, y espolvorear con la almendra laminada.

    Cocer de 35 a 40 minutos, a media altura de horno, hasta que estén bien dorados. Dejar enfriar por completo sobre una rejilla antes de desmoldar.


    Parece ser que pueden aguantar en perfecto estado durante varios días guardados en una caja metálica hermética... pero a mí no me ha dado tiempo a comprobarlo ya que han durado un suspiro, jejjeje.

    Fuente : Adopte un gateau

jueves, 23 de diciembre de 2021

Sopa cremosa de tomate asado

    Sí, ya sé que vienen días de grandes comilonas pero que os parece, para variar, llevar de primero a la mesa esta deliciosa sopa, que nunca viene mal y es de lo mejor para entrar en calor.


    Hace tiempo que le tenía echado el ojo a esta delicia y no me iba a quedar con las ganas de probarla antes de acabar el año, así que me he puesto manos a la obra y tengo que decir que no me ha defraudado en absoluto... está de muerte. 


    Ingredientes :
  • 650 g de tomates maduros
  • 1 cabeza de ajos
  • 1 pimiento rojo
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de pasta concentrada de tomate
  • 1 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimentón dulce
  • 2 cucharaditas de azúcar
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra de molinillo
  • 1 litro de agua hirviendo
  • 1/2 rama de apio, picado grueso
  • 1 cucharadita de albahaca picada
  • 125 ml de nata líquida (35% de mg)

    Calentar el horno a 200º C con calor de arriba-abajo. Lavar y secar los tomates y el pimiento y secarlos bien. Forrar una bandeja de horno con papel. Partir por la mitad los tomates e ir colocándolos en ella con el corte hacia arriba. Cortar el pimiento en cuartos, retirar las semillas, y colocarlo también en la bandeja. Cortar la parte superior de la cabeza de ajos como se ve en la siguiente foto.


    Poner la cabeza de ajos sobre un cuadrado de papel de horno y éste sobre un cuadrado de papel de aluminio. Rociar con un poco de aceite de oliva, envolver bien con ambos papeles y colocar también en la bandeja. Regar con un un hilo de aceite los tomates y el pimiento y espolvorear con un poco de sal.
    Meter al horno y dejar asar durante aproximadamente 1 hora y cuarto.

    Retirar la piel del pimiento y la envoltura del ajo y sacar la carne de las pieles. Poner en una cazuela la carne de los ajos junto a los tomates, los pimientos, los jugos y las 3 cucharadas de aceite. Añadir la pasta de tomate, las especias, el apio y el agua hirviendo. Remover y, cuando comience a hervir, bajar al mínimo y dejar cocinar 40 minutos. Apagar el fuego y triturar. Agregar el azúcar, la albahaca y la nata y volver a triturar. Rectificar de sal. 

    Calentar a fuego suave sin dejar que llegue a hervir y servir enseguida decorada con un chorrito de nata y unos brotes tiernos y espolvoreada con un poco de albahaca picada.

    Fuente : Adaptada de Lichtenstadt

sábado, 18 de diciembre de 2021

Bundt cake con frutas confitadas

    Estamos a un paso de que comiencen las fiestas navideñas y, aunque la blogosfera hace tiempo comenzó a llenarse de platos con su aroma, ya era hora de que también aquí me pusiera las pilas ¿no os parece? 

    Pues dicho y hecho, aquí os traigo una delicatessen salida de las manos de Bea de I love Bundt Cakes, una espectacular delicia, un bundt con frutas confitadas... ahí es ná.


   La receta de este bundt la tenía en pendientes desde que la publicó en su blog pero, la verdad que, según iba pasando el tiempo se iba quedando relegada, algo incomprensible teniendo en cuenta lo que me gustan a mí las frutas preparadas de esa manera. Cuando este año Bea nos la recordó en el perfil del blog en Instagram, tenía claro que de este año no pasaba. Así que, vamos al lío.

    Ingredientes :

  • 140 g de mantequilla
  • 200 g de azúcar
  • 360 g de harina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 100 ml de leche
  • 240 g de yogur griego
  • 3 huevos L
  • 200 g de frutas confitadas variadas
  • 1 pizca de sal


    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Engrasar el molde elegido con spray desmoldante y dejar boca abajo sobre papel de cocina para que escurra lo sobrante y reservar. Tamizar la harina junto a la levadura, el bicarbonato y la sal y reservar. Mezclar la leche y el yogurt y remover hasta que esté uniforme.

    Poner la mantequilla y el azúcar en un bol grande y batir hasta que la mezcla blanquee y esté espumosa. Añadir los huevos, uno a uno, batiendo bien entre cada adicción. Agregar un tercio de la mezcla de harina e integrar. Verter la mitad de la leche con yogurt batiendo, a velocidad baja, hasta que todo esté integrado. Repetir alternando el resto de la harina y la leche con yogurt de tres veces terminando con la harina. Añadir las futas confitadas y mezclar, con ayuda de una espátula, para que se repartan por toda la masa. Verter la preparación resultante en el molde anteriormente preparado y hornear, a mitad de horno, unos 50-55 minutos, hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio.

    Sacar del horno y dejar reposar 10 minutos sobre una rejilla antes de desmoldar. Volcar sobre la rejilla y dejar que termine de enfriarse. Justo antes de servir espolvorear con azúcar glass.


    No me digáis, además, que no queda como una preciosa y perfecta estampa navideña horneado en el Pine forest de Nordic Ware.  Y rico está un rato largo, no os lo podéis ni imaginar, jejjeje. Sin duda éste va directo al principio de la lista de mis bizcochos navideños preferidos.

    Fuente : I love Bundt Cakes

lunes, 6 de diciembre de 2021

Ensalada templada de farfalle, espinacas, calabaza, setas y aceitunas verdes

    Quien piense que las ensaladas solamente son para el verano está muy, pero que muy, equivocado. Y aquí lo demuestro yo con este pedazo de ensalada templada que, con lo contundente que es, puede ser utilizada perfectamente como cena. 


    La verdad que la tenía en mente hace tiempo ya que es una adaptación, muy libre eso sí, de una receta de uno de los números de la revista "Slowly veggie" de 2017... aunque sólo se parece en que lleva setas, queso, aceitunas y farfalle, jejjjeje. Ha llovido mucho desde entonces pero las recetas son imperecederas así que aquí os la dejo. 

    Ingredientes :

  • 300 g de farfalle*
  • 200 g de calabaza
  • 200 g de setas variadas**
  • 2 puñados de espinacas baby
  • 110 g de aceitunas verdes
  • 50 g de queso Arzúa-Ulloa
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra de molinillo
  • Tomillo fresco
  • Pimienta d'Espelette 

    Limpiar las setas y, dependiendo el tamaño, partirlas en  mitades o cuartos. Laminar finamente el queso y reservar. Escurrir las aceitunas.

    Preparar los farfalle siguiendo las instrucciones del envase. Pelar la calabaza y cortarla en pequeños cubos. Poner los cubos de calabaza en un cazo, cubrirlos con agua y añadir un poco de sal. Llevar a ebullición, bajar el fuego y dejar cocer hasta que esté bien tierna. Mientras saltear en una sartén, a fuego vivo, las setas con un chorrito de aceite, removiendo con cuidado para que no se rompan. Salpimentar ligeramente y espolvorear con unas pocas hojas de tomillo fresco.

    Escurrir la calabaza y los farfalle y ponerlos en un bol grande. Echar encima las setas cocinadas, las hojas de espinacas y las aceitunas. Salpimentar ligeramente, regar con 3 cucharadas de aceite de oliva y mezclar con cuidado. 

    Servir en los platos antes de que se enfríe. Repartir por encima las láminas de queso y unas pocas más de hojas de tomillo fresco. Para terminar espolvorear sobre la ensalada una pizca de pimienta d'Espelette y regar con un poco más de aceite, si fuera necesario.

    

jueves, 2 de diciembre de 2021

Snickerdoodles, unas galletas de canela muy especiales

    Alguna vez os he comentado que gran parte de los dulces que preparo están destinados para la hora en la que tomo el café con mis compañeros. Puede que los tenga mal acostumbrados pero para mí es esencial que caten y valoren mis preparaciones y, en base a sus comentarios, después decido si la receta merece estar publicada en el blog o no. Aunque la primera cata soy yo la que la realizo, ellos  finalmente son mi control de calidad, jejjeje. 

    La verdad que hacía tiempo que veía estas galletas por las redes en cuanto llegaban estas fechas pero no me había decidido nunca a hacerlas. Lo que sí que tenía claro es que quería hacerlas lo más fieles posible a las originales, hechas con crémor tártaro y bicarbonato, porque me daba a mí que tenían que tener un saborcito distinto y muy especial, con ese puntito ligeramente chispeante que les otorga el crémor, y no me había equivocado lo más mínimo. Estas snickerdoodles están impresionantemente deliciosas.

    Ingredientes :

  • 375 g de harina
  • 2 cucharaditas de crémor tártaro
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1 y 1/2 cucharaditas de canela
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 230 g de mantequilla, a temperatura ambiente 
  • 250 g de azúcar (267g en la receta original)
  • 1 huevo + 1 yema de huevo L
  • 2 cucharaditas de vainilla en pasta
    Para rebozar :

  • 35 g de azúcar
  • 1/2 cucharadita de canela

    Calentar el horno a 190ºC, con calor de arriba-abajo. Forrar 2 bandejas de horno con papel y reservar.

    Poner los ingredientes del rebozado en un bol y remover hasta que la mezcla esté uniforme. Reservar.

    Tamizar, en un bol, la harina, el crémor, el bicarbonato, la canela y la sal y mezclar. Batir en otro bol la mantequilla junto al azúcar hasta que esté cremoso, alrededor de 2 minutos. Agregar el huevo, la yema y la vainilla y seguir batiendo, a velocidad alta, hasta integrar. Bajar de nuevo la velocidad al mínimo e incorporar la mezcla de harina de tres veces.

    Hacer bolas de masa, de una cucharada colmada aproximadamente, Hacerlas rodar por el rebozado para que se impregnen bien de mezcla e ir depositándola sobre las bandejas preparadas, dejando algo de separación entre ellas. Meter a mitad de horno y dejar cocer unos 10 minutos. Sacar del horno y presionarlas ligeramente con el dorso de una cuchara para aplanarlas un poco. Dejar reposar en la misma bandeja unos 10 minutos antes de pasarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.

    Sally dice que guardadas en un recipiente hermético, a temperatura ambiente, duran hasta 7 días en perfecto estado pero yo no puedo corroborarlo. Después de que yo las catara me dio a mí la impresión de que iban a triunfar, aunque llevando canela no podía ser imparcial ya que es una de mis especias favoritas junto con el cardamomo, pero lo que no me imaginaba era que, después de probarlas, se lanzaran sobre ellas como posesos terminándoselas de una tacada, cuando normalmente llegan para dos días. Ésa era la mejor señal para saber que estaban deliciosas ¿o no? Eso sí, ninguno supo decir bien su impronunciable nombre, jajjaja.

    Fuente : Sally's baking addiction