Cientos de luces navideñas comienzan a iluminar nuestras cuidades y es entonces cuando me viene cada año, de una manera recurrente, la imagen de uno de los cuentos que llenaron la Navidad de mi niñez. Podíais pensar que mi preferido era el tradicional Cuento de Navidad de Dickens pero, en mi caso, eso no se ajusta a la verdad, ya que él que siempre ha sido mi preferido, y lo sigue siendo, es la pequeña cerillera de Andersen.
Este mes me ha tocado a mí elegir en el proyecto "Una galleta, un cuento" y no me he podido resistir a que sea, precisamente éste, sobre él que trabajemos en esta ocasión... que ya le tenía muchas ganas.
Por supuesto, no hay nada más representativo de este triste cuento que una caja con cerillas así que eso es precisamente lo que he preparado : unas deliciosas galletas de miel con forma de cerillas.
Ingredientes :
- 75 g de azúcar
- 75 g de miel
- 50 ml de agua
- 100 ml de aceite de girasol
- 5 g de levadura química (tipo Royal)
- 1/2 cucharadita de vainilla
- 300 g de harina
- 80 g de chocolate de cobertura de70%
Templar el agua y disolver en ella el azúcar y la miel. Añadir la vainilla y la levadura y remover hasta que la mezcla esté homogénea. Agregar el aceite e integrar. Incorporar la harina poco a poco hasta que la masa no se pegue a las manos pero sin quedar demasiado dura. Es posible que no necesitéis toda la harina o que tengáis que añadir un poco más, la cantidad que os pongo es orientativa y será la masa la que os vaya pidiendo la que necesite.
Hacer una bola con la masa y envolver en plástico. Refrigerar un mínimo de 4 horas para que coja cuerpo.
Una vez refrigerada, estirar con un rodillo, entre dos hojas de papel de horno, dejándola con un grosor de 1cm. Cortar en tiras de 1cm o centímetro y medio de ancho por 10cm de largo aproximado.
Colocar en una bandeja, forrada con papel, dejando separación entre ellas para que no se peguen. Redondear uno de los extremos dándole la forma de la cabez de la cerilla, en la siguiente foto podéis apreciar mejos la forma, y volver a refrigerar.
Precalentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo.
Hornear durante unos 12 minutos o hasta que estén ligeramente doradas. Sacar del horno y dejar reposar unos minutos en la misma bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que se terminen de enfriar.
Con esta cantidad de masa os saldrán unas 35 cerillas de las dimensiones que os he puesto.
Sólo faltará bañar las cabezas en el chocolate y dejar secar. Para eso derretir en el microondas, en golpes de 30 segundos y removiendo tras cada periodo, 2/3 del chocolate en un vaso extrecho, donde quepan las cabezas de las cerillas, hasta que esté totalmente fundido, teniendo cuidado de que no se queme. Añadir el resto del chocolate y remover hasta que la mezcla esté uniforme.
Meter la cabeza de cada galleta en el vaso hasta que esté cubierta de chocolate. Dejar escurrir y dar unos pequeños golpecitos para retirar el exceso, deberá quedar una capa fina pero uniforme.
Ir depositando las galletas bañadas sobre una bandeja cubierta con papel de horno y dejar hasta que se seque el chocolate.
Fuente : Bilyrecetas
Que bonita entrada para este cuento, sencillo, pero que aun hoy por desgracia, es actual...
ResponderEliminarLas galletas que ricas y tu presentacion, te quedo de diez. Me encanta. Felicidades Vivi. Besos.
Preciosas galletas. Me las guardo. Te han quedado de cuento.
ResponderEliminarBesos
Muy linda tu receta, una idea genial para este cuento, un abrazo!!!
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