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jueves, 21 de junio de 2018

Galette de cerezas al jengibre

    Una de las frutas que más me gustan son, sin duda alguna, las cerezas. Así que, en esta época del año, me pongo hasta arriba. El problema de que todos los de mi casa lo sepan es que, la mayoría de las veces, acabo con más de un kilo en la nevera.
    En esta ocasión pasaban de dos kilos de fragantes y madurísimas cerezas así que algo tenía que hacer con ellas antes de que se echaran a perder, aparte de pegarme unos cuantos atracones 😂😂
    Hacía mucho que no hacía una galette, con lo que me gustan, y me pareció una buena idea utilizar unas cuantas en prepararla.


    Esta semana voy un poco loca con el fin de curso por lo que me venía muy bien algo fácil y rápido de preparar para llevar de postre al trabajo en nuestra comida semanal.


    Y, cuando la cabeza la tengo en otro sitio, siempre se me acaba olvidando alguna cosa. En este caso se me olvidó llevar el azúcar glass para espolvorear la galette a la hora de presentarla en la mesa. Con lo dulces que eran las cerezas yo no lo eché en falta pero los más golosos sí que les faltó ese puntito más de dulzor.


    Ingredientes :
  • 1 paquete de masa brisa o quebrada
  • 400 g de cerezas deshuesadas
  • 15 g de azúcar*+ 1 cucharada para espolvorear
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 1 cucharadita de maizena
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
  • 80 g de queso crema (usé Philadelphia)
  • 1 yema de huevo para pincelar
  • Azúcar glass para espolvorear
    *La cantidad de azúcar a utilizar dependerá de lo dulce que sean las cerezas, estas lo eran mucho así que le puse muy poca cantidad.


    Lo más engorroso de esta receta sin duda es el deshuesar las cerezas, lo demás es muy muy sencilla.
    Poner las cerezas deshuesadas en un bol. Echar el azúcar, el zumo, el jengibre rallado y la maizena y remover. Dejar reposar unos minutos mientras se precalienta el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.
    Desenrollar la masa quebrada sobre una bandeja de horno forrada con papel. Untar el queso crema dejando libre unos 3 dedos en todo alrededor.
    Verter las cerezas preparadas encima del queso y doblar el borde libre de la masa sobre ellas formando pequeños pliegues.
    Pintar con la masa con la yema de huevo batida y espolvorear por encima la cucharada de azúcar.
    Hornear a media altura durante unos 40 minutos, hasta que esté bien doradito.


    Una vez pasado el tiempo de cocción, sacar del horno y retirar de la bandeja, sin quitar el papel, poniéndola sobre una rejilla hasta que se enfríe. Esto hará que la base no se reblandezca y quede crujiente.


    Y, si os gusta más y queréis, podéis espolvorearla con azúcar glass a la hora de servir.


    Tengo que reconocer que estaba rica rica rica, un verdadero vicio.

1 comentario:

  1. Nunca he probado algo parecido, debe estar delicioso! me ha sorprendido sobretodo el toque de jengibre

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