Si además lo acompañamos con un buen trozo de bizcocho la tarde se convierte de buena en sublime y, como para hoy me había propuesto conseguir tener una de esas tardes, decidí que era hora de encender el horno y ponerme manos a la obra, o mejor dicho a la masa.
Tenía bien claro que iba a preparar. Si cierro los ojos y aspiro, este tiempo que huele a Navidad, me huele a especias.
Aprovechando que aún me quedaba una poca de mezcla de speculoos que me regalaron hace tiempo se me ocurrió que podía emplearlos para hacer un Angel Food Cake.
Hace tiempo que, tomando como base la receta de William Sonoma que Bea tiene en su blog, una vez que probé su variación de chocolate, me dedico a hacer las mías. De estas variaciones salieron los Angel Food de violeta, mandarina y menta con baño de chocolate y los rainbow cupcakes. Después vinieron el de Navidad de Trotamundos, una variación salada : los de parmesano y los últimos los de limón con semillas de amapola. De esto hace mucho mucho tiempo, demasiado diría yo, así que tenía que ponerle remedio y de ahí nació la idea de la nueva variación de este riquísimo bizcocho.
Ingredientes :
- 9 claras pasteurizadas
- 100 g de harina tamizada
- 200 g de azúcar
- 1/4 de cucharadita de sal
- 1 cucharadita de cremor tártaro
- 1 cucharadita de pasta de vainilla
- 2 cucharaditas de especias speculoos
- 1 cucharadita de ralladura de naranja
- 100 g de queso crema
- 200 g de azúcar glass tamizado
- 1/2 cucharadita de pasta de vainilla
- 1 cucharada de leche
- Sprinkles para decorar (yo puse hombrecitos de jengibre)
Precalentar el horno a 175º C
Batir las claras a velocidad baja junto al cremor tártaro y la sal. Cuando empiece a espumar y esté disuelto subir la velocidad y montar en picos blandos.
Bajar la velocidad e ir incorporando el azúcar a cucharadas hasta que se vuelva brillante y firme.
Incorporar las especias, la vainilla y la ralladura de naranja y batir a velocidad media durante aproximadamente un minuto.
Bajar la velocidad y añadir 1 cucharada de harina, batir hasta integrar y repetir con el resto de la harina hasta terminar con ella. El aspecto será suave y esponjoso.
Pasar la molde, que no estará engrasado, y hornear durante unos 40 minutos.
Pinchar cerca del centro para comprobar que está hecho, la aguja deberá salir totalmente limpia.
Dar la vuelta y dejar enfriar así por lo menos una hora. Dar la vuelta y pasar un cuchillo por los laterales, tanto del molde como del tubo. Dar la vuelta sobre el plato de servir y terminar de enfriar sobre una rejilla.
Preparar el glaseado. Batir el queso hasta que quede con una textura suave y cremosa. Agregar el azúcar glass, la vainilla y la cucharada de leche y batir hasta que esté completamente integrado.
Si estuviera demasiado espeso añadir un poco más de leche poco a poco batiendo hasta que tenga la consistencia deseada.
Extender sobre el pastel, que deberá estar bien frío, y espolvorear con los sprinkles.
Hacía mucho mucho tiempo que no comía algo que me recordara tantísimo a la Navidad, y no solo por los hombrecitos de jengibre que lleva por encima.
Esponjoso al cien por cien y absolutamente delicioso, os lo aseguro, es como estar comiendo nubes de algodón especiadas.
Qué rico desayuno Vivi, feliz navidad preciosa.
ResponderEliminardesde luego te ha quedado precioso y tiene una pinta increible!!! besitos y feliz navidad!!
ResponderEliminar¡Hemos vuelto!, ¡Comer De Todo ha vuelto! :)
ResponderEliminarTe invito a que vuelvas a pasarte por el blog, venimos con muchas ganas, ideas y recetas nuevas.
¡Te esperamos con los brazos abiertos!
Y bueno, vemos que sigues por todo lo alto, qué maravilla de receta, y fantastica para estas fiestas.
Un saludo inmenso.