Magdalenas con arándanos

    Hoy toca una receta sencilla pero llena de sabor. Algo dulce para comenzar el día.

    La receta base es la de las muffins del libro de Susanna Tee que utilizábamos en el reto de "La magdalena de la semana" en el que estaba metida hace algún tiempo, aunque en formato reducido... soy incapaz de comerme de una sentada los muffins tan grandes que venden por ahí por muy ricos y jugosos que estén, jejjeje, así que los he hecho la mitad de pequeños.
    Vamos con la receta :
    Ingredientes :

• 280 g de harina
• 1 sobre de levadura química (utilicé Royal)
• 1 pizca de sal
• 150 g de azúcar
• 2 huevos medianos
• 6 cucharadas de aceite de girasol
• 235 ml de leche entera
• 15 ml de zumo de limón
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 125 g de arándanos frescos

 

    Precalentar el horno a 180º C.
    Tamizar en un bol la harina, la levadura y la sal y mezclar.
    Mezclar la leche y el zumo de limón, remover y dejar reposar unos minutos. Parecerá como leche cortada, no os preocupéis porque debe tener ese aspecto. Acabamos de hacer un buttermilk casero.
    Batir ligeramente los huevos, añadir el aceite, el extracto y el buttermilk que hemos hecho anteriormente.
    Añadir en el bol de la mezcla de la harina el azúcar y remover hasta integrar. Hacer un hueco en medio y verter la mezcla de líquidos en su interior.
    Remover la mezcla solo hasta que esté todo integrado pero sin trabajar demasiado. Yo este paso lo realizo con una lengua de pastelero.
    Introducir cápsulas de papel dentro de los moldes para hacer magdalenas.
    Rellenar las cápsulas hasta la mitad de su capacidad, con la ayuda de  una cuchara. Repartir los arándanos por encima y, con cuidado de no llevarlos hasta el fondo del todo, apretarlos un poco hacia abajo.
    Introducir a mitad de horno y cocer unos 18 minutos. El tiempo de cocción dependerá del tamaño que tengan, pinchar alguno con una aguja que deberá salir limpia, como mucho podrá tener un color azulado si habéis atravesado un arándano al pinchar, jejjeje.
    Sacar del horno y poner a enfriar, a los 5 minutos desmoldar y terminar de enfriar sobre una rejilla.

   
    Cuando estén fríos podréis disfrutar de unas magdalenas sencillas y llenas de sabor que están riquísimas.