Pan con gorgonzola y arándanos rojos, con masa madre natural

    Como podéis ver sigo embarcada en mi #experienciapanarra. Cada vez que cae en mis manos alguna receta de un pan diferente no puedo resistirme a adaptarla para tratar de realizarla con masa madre natural.
    En este caso se trata del "Cranberry & Stilton bread" de Paul Hollywood pero ligeramente adaptado ya que, como no tenía queso Stilton, le puse queso Gorgonzola en su lugar... al fin y al cabo ambos son quesos azules ¿o no? Además como os decía antes en este caso lleva masa madre natural y un poco de levadura fresca para ayudarle a levar.

  
     Como resultado queda un pan contundente, con mucho sabor, ideal para comer acompañado de un buen vino blanco. Yo lo degusté con una copita de verdejo, ¿os había dicho ya que es mi vino preferido?, y la combinación es altamente recomendable.

    Ingredientes :

• 200 g de harina de fuerza
• 100 g de masa madre natural (al 100% de hidratación)
• 110 ml de agua, a temperatura ambiente (Yo la uso filtrada)
• 5 g de sal
• 5 g de levadura fresca de panadería
• 15 g de mantequilla, a temperatura ambiente
• 50 g de arándanos rojos deshidratados
• 80 g de queso Gorgonzola picantte, desmenuzado

    Deshacer la levadura en 3/4 partes del agua. Añadir la masa madre y remover ligeramente. Volcar sobre la harina, que habremos puesto en un bol grande, y mezclar bien. Agregar la mantequilla y la sal y seguir mezclando agregando poco a poco el agua hasta que la masa esté suave. Yo utilicé esa cantidad de agua pero puede que vosotros no necesitéis tanta, eso dependerá del agua que absorba vuestra harina.
    En este punto volcar sobre la superficie de trabajo y comenzar a amasar hasta que esté lisa y sedosa. Poner la masa en un bol ligeramente aceitado, cubrir con un paño de cocina y dejar reposar hasta que aumente de volumen. No es necesario que doble de tamaño.
    Volcar con cuidado la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y aplanar ligeramente con las manos hasta que forme un rectángulo de unos 35 x 25 cm. y dejando el lado largo en la parte más cercana a vosotros. Espolvorear con el queso y los arándanos de la forma más uniforme posible y comenzar a enrollarlo desde el borde más cercano. Presionar a lo largo de la costura para sellarlo.
    Poner un papel de horno en una bandeja y poner encima el pan. Meterlo dentro de una bolsa de plástico y dejar levar hasta que al empujar la masa con el dedo vuelva a su lugar.
    Precalentar el horno a 250º C con una bandeja en la posición media y otra en la parte de abajo donde pondremos agua caliente para generar vapor.
    Dejar deslizar el papel de horno junto con el pan en la bandeja del centro y añadir más agua caliente en la de abajo. Esto debe hacerse rápidamente para que no se escape el vapor.
    Bajar la temperatura a 220º C. Sacar la bandeja con el agua a los 10 minutos y dejar hornear 20 minutos más, hasta que el pan suene a hueco al golpearlo en la base.
    Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.

   Como todo pan que lleve masa madre es preferible que la miga se asiente, o sea que es recomendable comerlo unas cuantas horas después de estar frío... si es que puedes esperar tanto, jejjeje. Yo no pude y lo empecé cuando todavía estaba templado pero el trozo que me quedó para el día siguiente estaba muchísimo más rico que el que me comí el primer día.