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martes, 30 de marzo de 2021

Codornices estofadas en escabeche de chocolate negro, fresas maceradas picantes y crujiente de totopo

     Ha pasado ya un año desde el confinamiento y aún no he terminado de probar la inmensa cantidad de recetas que tengo apuntadas de entonces. La verdad es que, aunque he hecho bastantes, es tan larga la lista que parece que no tenga fin. Además, como he estado un poco apartada del blog, se me han ido acumulando deliciosas recetas pendientes de subir aún teniendo las fotos hechas. Intento ponerle remedio aunque me temo que me va a costar un mundo ponerme al día. 

    Jamás me pude imaginar que me iba a gustar tanto la cocina de Dabiz Muñoz. Ese revoltijo de texturas y sabores, que parece imposible que vayan a casar, acaban conjugándose para crear verdaderas delicias... como estas codornices con aire mexicano, ya que la salsa en la que están estofadas se asemeja bastante a su mole negro. Poco a poco os iré trayendo las delicatessen que me he atrevido a hacer, aunque con alguna ligera variación, de las recetas que compartió en su perfil de Instagram.


    Vamos al lío porque es un proceso largo ya que se cocina a fuego lento, dándole tiempo para que de simples ingredientes pasen a ser, como diría el mismo David, un ejemplo perfecto de gochismo ilustrado.

    Ingredientes :

  • 4 codornices 
  • 5 pimientos secos
  • 5 tortillas de maíz
  • 1 cebolla grande
  • 6 dientes de ajos
  • 3 tomates maduros
  • 1 guindilla
  • 5 ramitas de mejorana fresca
  • 2 ramitas de tomillo fresco
  • 1 vaso de vino tinto
  • 1 chorrito de vinagre de Jerez
  • 150 g de chocolate negro de hacer
  • 4 clavos de olor
  • 25 g de mantequilla 

    Para las fresas picantes

  • 150 g de fresas
  • 1 lima
  • 1 cebolleta
  • 1 ramita de mejorana fresca
  • 1 cucharada de pasta de chiles (yo le puse sriracha) 
  • 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra

    Además

  • 5 tortillas de maíz
  • Aceite para freír


    Lavar y secar bien los pimientos secos. Abrirlos y retirar todas las semillas interiores. Colocar sobre una bandeja de horno, con la piel hacia arriba, y tostar por ambos lados en el grill del horno. Asar tambien los ajos sin pelar hasta que estén blanditos. Pelar, cortar la cebolla en juliana y reservar. Lavar, secar, cortar en octavos los tomates y reservar.

    Sacar los pimientos del horno y ponerlos en un bol. Echar agua hasta que los cubra y dejar reposar, por lo menos, media hora. Tostar las 5 tortillas en el horno por los dos lados hasta que estén bien crujientes. 

    Salar  las codornices, previamente limpias, y dorar en una cazuela, con un generoso chorro de aceite de oliva, a fuego fuerte. Retirar y reservar. En la misma cazuela poner a pochar la cebolla a fuego bajo. Cuando esté bien pochada añadir los tomates, rehogar, tapar y dejar cocinar unos 5 minutos. Sacar los pimientos rehidratados, reservando 1 vaso del agua del remojo, y agregarlos a la cazuela cortados en trozos junto a la guindilla, la mejorana y el tomillo, los clavos de olor y los ajos asados. Verter el vino y el vinagre, remover y dejar cocer, a fuego medio, para que el alcohol se evapore pero sin dejar reducir demasiado el líquido. 

    Colocar las codornices bien juntas dentro de la cazuela. Es importante que estén bien prietas unas con otras para que guarden la forma y no lleguen a deshacerse. Mojar con el vaso de agua del remojo de los pimientos reservada y echar más agua hasta que las codornices estén cubiertas por completo. Romper por encima de ellas las tortillas crujientes, tapar y dejar cocinar, afuego muuy suave, hasta que estén tiernas. Sobre hora y cuarto, más o menos, dependiendo de lo grande que sean las codornices. Apagar el fuego y dejar reposar, tapadas, media hora más.

    Mientras reposa, cortar en juliana fina las otras 5 tortillas de maíz y freír en aceite caliente hasta que estén bien crujientes. Sacar y dejar escurrir sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa. Conservar en caliente.

    Lavar, quitar los pedúnculos de las fresas y cortarlas en cuadraditos pequeños. Ponerlas en un bol y regar con el zumo de la lima. Picar la cebolleta del mismo tamaño que los cuadraditos de fresa y añadirlas al bol. Espolvorear con las hojas de la mejorana picadas y rallar un poco de la piel de la lima por encima. Regar con la cucharada de salsa de chiles y un chorrito de aceite y remover hasta que todo se integre. Reservar.

    Sacar las codornices, con muchísimo cuidado para que no se rompan. Pasar la salsa por un chino, apretando bien todo para que salga todo el líquido posible, volver a poner en la cazuela y llevar a fuego medio-alto. Picar el chocolate bien fino y reservar. Reducir la salsa hasta que coja algo de cuerpo y tenga una textura almibarada. Añadir el chocolate y dejar fundir por completo. Volver a colocar las codornices dentro de la cazuela y dejar cocinar 5 minutos para que se mezclen los sabores. Retirar del fuego y echar la mantequilla en taquitos. Tapar y dejar derretir. Mezclar moviendo ligeramente la cazuela y llevar a la mesa.

    Servir acompañado del "pico de gallo de fresas", poner por encima los totopos crujientes y comer en seguida.


    Puede que al oir describir el plato por el mismo chef como suculento hasta decir basta o puro néctar de los dioses pueda resultar chocante e incluso llegara pensar que es un poco prepotente... hasta que lo pruebas y descubres que, incluso, puede haberse quedado corto en sus afirmaciones. Ahí lo dejo...


    Fuente : Perfil de Instagram de Dabiz Muñoz

martes, 23 de marzo de 2021

Magdalenas de chocolate y naranja sanguina

     Reconozco que últimamente estoy un poco perezosa con el blog, y no precisamente porque haya dejado de cocinar ni mucho menos. Los que me seguís por la redes sabéis lo que me gusta leer y, en estos meses, me he venido tan arriba con las lecturas conjuntas que me ha quedado muy poco tiempo para dedicarle a otras actividades que también me gustan, entre ellas el blog. Decir que me ha quedado poco tiempo es un eufemismo, la verdad es que estos meses estoy yendo de culo para llegar a todo, pero prometo que voy a bajar un poco el nivel lector y no dejar tan de lado el blog.


    Una de las recetas que tenía pendiente por subir son estas deliciosas magdalenas que, a buen seguro, lograrán aportarnos un chute extra de energía gracias al chocolate que llevan... que no hay penas que no se curen con una onza de chocolate. Además de que casadas como están con la dulzura que le aporta la naranja sanguina, aprovechando que aún se las puede encontrar en los mercados, hacen de sean un puro manjar.


    Ingredientes :

  • 2 huevos L
  • 120 g de azúcar 
  • 115 g de mantequilla en pomada
  • 60 g de queso crema
  • 70 ml de zumo de naranja sanguina
  • 1 cucharadita de levadura
  • 160 g de harina 
  • 30 g de cacao sin azúcar
  • 1 pizca de sal

    Para el glaseado

  • 100 g de azúcar glass
  • 1-2 cucharadas de zumo de naranja sanguina

     Calentar el horno a 190ºC. Tamizar la harina junto al cacao, la sal y la levadura. Cubrir con capacitos de papael un molde de magdalenas.

    Batir la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosa. Añadir el queso y seguir batiendo a velocidad media-baja. Incorporar los huevos  1 a 1, batiendo bien entre cada adicción. Echar la mitad de la mezcla de harina tamizada e integrar. Verter el zumo y batir hasta que la crema esté uniforme antes de agregar el resto de la harina. Terminar de mezclar con una espátula de cocina y rellenar con la masa los capacitos, hasta las 3/4 partes de su capacidad.

    Hornear, a media altura, durante unos 20-22 minutos. Pinchar para comprobar que estén bien hechos antes de retirar el molde del horno. Dejar reposar 5 minutos antes de desmoldar las magdalenas y colocarlas sobre una rejilla hasta que terminen de enfriarse.

    Una vez frías prepararemos el glaseado echando poco a poco el zumo en el azúcar glass hasta que obtengamos la textura deseada. Teniendo en cuenta que no deberá estar ni demasiado líquida, para que no se escurra demasiado, ni tan densa que se quede como un pegote encima de la magdalena.

    Una vez bien frías las magdalenas bañarlas repartiendo el glaseado por encima de ellas. Yo me ayudé de una cucharilla, como podéis observar en la foto. Dejar reposar un rato para darle tiempo al glaseado a que se seque un poco y ya las tendréis listas para degustar.


    Ñam, ñam. Ricas no, lo siguiente.

    Fuente : Adaptada de Con harina en mis zapatos

lunes, 8 de marzo de 2021

Crema de tupinambos y zanahorias con pesto de sus hojas y avellanas

     Aunque estemos en los últimos coletazos del invierno siguen los días desapacibles, donde el frío y la lluvia parece que no quieran dejar de acompañarnos. Nada apetece más que reconfortar el cuerpo y hacerle entrar en calor con un rico plato de cuchara, con lo que nos gusta el cuchareo y lo bien sienta. Así que, como esta tarde se está poniendo fría fría, os voy dejando una cremita rica y contundente que seguro que os entona a tope.


    Hacía tiempo que no encontraba tupinambos en el mercado y es que tengo que reconocer que últimamente me dejo caer poco por allí... bueno, por allí y por cualquier otro sitio, que esto de la pandemia me está pasando factura. Pero a lo que íbamos, que el otro día los encontré y no me pude resistir a llevarme unos cuantos para casa, además de un buen manojo de zanahorias cuyas hojas eran ideales para hacer un pesto de acompañamiento. Aquí os dejo el resultado de lo que hice con todo ello. Vamos pues al lío.


    Ingredientes :

    Para la crema

  • 1 cebolla mediana
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 300 g de tupinambos
  • 300 g de zanahorias
  • 500 ml de agua
  • 200 ml de nata líquida
  • Sal
  • Pimienta negra recién molida

    Para el pesto

  • 1 taza de hojas de zanahorias
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 1 puñado de avellanas tostadas + unas pocas para adornar los platos
  • 1 pizca de sal
  • 1 cucharada de parmesano rallado
  • 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra

    Lo primero preparemos la crema. 
    Pelar y picar fina la cebolla. Poner en una cazuela el aceite a fuego medio. Cuando esté caliente echar la cebolla y dejar sofreír bien. Mientras la cebolla se pocha, pelar y picar en cuadraditos las zanahorias y los tupinambos. Añadir ambos a la cazuela y rehogar ligeramente antes de verter el agua. Salpimentar y llevar a ebullición. Bajar el fuego al mínimo, tapar y dejar cocer hasta que todo esté bien blando. Apartar del fuego y, mientras dejamos que baje un poco la temperatura, prepararemos el pesto.

    Lavar concienzudamente las hojas de zanahoria. Retirar los tallos e ir echándolas en el vaso de una picadora. Añadir el ajo pelado y cortado en trozos, las avellanas, el parmesano rallado, una pizca de sal y un poquito de aceite. Triturar hasta que se forme una pasta e ir añadiendo más aceite, en hilo, hasta que esté bien ligada y tenga la textura deseada. Pasar a un bote con cierre hermético y tapar. Golpear el resto de las avellanas y reservar.

     Una vez que haya bajado la temperatura de las verduras, agregar la nata y triturar hasta que tenga una textura bien fina. Volver a llevar al fuego para que se caliente de nuevo. Rectificar de sazón y servir enseguida para que no se enfríe.

    Repartir en los platos, echar un poco de pesto en el medio de cada uno y espolvorear con las avellanas troceadas por encima.

    Fuente : Pesto, adaptado de Patty's Cake