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jueves, 24 de diciembre de 2020

Macarons de crème brûlée

    Si el año pasado comenzaba el Calendario de Adviento con unos macarons, en éste van a ser ellos los que pongan el punto final de este Galletario. Preparaos que partimos rumbo a París, el paraíso de esta pequeña delicatessen. 

    Las luces brillan en la Torre Eiffel iluminando nuestros pasos mientras nos encaminamos a la casa de uno de los más famosos y aclamados pastelos no solo en Francia sino en el mundo entero : Pierre Hermé. Lo difícil no solo será elegir un sabor, sino traer algo que represente totalmente a Francia y que sirva el como colofón especial que esta ocasión merece; así que ¿por qué no hacerlos de uno de sus postres más famosos? 


    Ingredientes :

    Para los macarons

  • 75 g de azúcar glass
  • 75 g de harina de almendra
  • 27 g de claras
  • 75 g de azúcar blanquilla
  • 21 g de agua
  • 27 g de claras

    Además


    Lo primero tendremos que hacer los macarons el día anterior a montarlos ya que tendrán que tener un reposo, guardados en un recipiente hermético, de  por lo meno  una noche en la nevera .

    Triturar juntos la harina de almendra y el azúcar glass con cuidado de que no se forme una pasta. Para que queden bien finos lo recomendable sería tamizar después la mezcla, aunque si está bien fina no será necesario. Poner en un bol, añadir las primeras claras y mezclar hasta que se unifique la masa. Tapar el mazapán resultante con film para que no se reseque.

    Para el siguiente paso necesitaremos un termómetro de cocina.
    Poner en un cazo el azúcar junto al agua y llevar al fuego. Cuando la mezcla alcance los 110º C comenzar a batir las otras claras, deberán estar casi montadas cuando el almíbar llegue a 118º C. Retirarlo del fuego, bajar la velocidad de montado de las claras y añadir el almíbar en forma de hilo por un lateral, nunca por encima de las varillas. Cuando esté totalmente integrado volver a subir la velocidad y seguir batiendo hasta que la temperatura baje a unos 40º C, vamos que al tocar las paredes del bol este esté templado.
    El siguiente paso es lo que se llama el macaronage, que consiste en unir ambas preparaciones, para lo cual usaremos una lengua y mezclaremos con movimientos envolventes hasta que estén bien integradas. Deberá estar lisa y brillante y debe caer lentamente en forma de cinta si la dejamos caer desde la lengua.
    Rellenar una manga provista de una boquilla lisa de unos 10 mm y formar pequeños montoncitos sobre un tapete de teflón o papel de horno, con la manga perpendicular a la bandeja, de unos 4 mm de diámetro (más o menos el mismo diámetro que el tapón de una botellita de agua) Lo ideal es hacerse una plantilla para ajustar el espacio y controlar el tamaño. Dar golpecitos a la bandeja por bajo para que los picos que nos hayan quedado al formarlos se integren.
    Dejar que se sequen para que formen una ligera costra que será determinante para que les salga un buen pie y no rompan por arriba al cocer. Al tocarlos ligeramente con la yema del dedo no se deben pegar.
    Precalentar el horno a 150º C, con calor de arriba-abajo y sin aire, y dejarlos cocer durante unos 12 minutos a media altura. 
    Sacar y dejar enfriar sin levantarlos hasta que estén fríos que ya veréis como se despegarán casi solos. Si no es así podéis ayudaros de un cuchillito.

    Guardar en la nevera dentro un recipiente hermético durante unas 24 horas antes de rellenarlos para que se terminen de asentar y queden con esa textura tan especial que debe de tener un buen macaron.

    Una vez asentados rellenar la mitad de las coquilles con un cordón de crema pastelera, que habremos metido previamente en una manga con boquilla estriada, y en medio una puntita de la salsa de caramelo. De la otra mitad de las coquilles humedecer ligeramente una con un pincel mojado en agua. Pasar la parte mojada por azúcar y quemar con un soplete. Repetir el proceso con el resto de la mitad de las coquilles que van a hacer de tapa, de una en una.


    Ir colocando las coquilles con caramelo sobre las coquilles con relleno que teníamos preparadas, cerrando de esta manera los macarons. Terminar de enfriar en la nevera dentro de un recipiente hermético para que el relleno coja cuerpo. 


    Aunque no la he seguido al pie de la letra, más bien solo he tomado prestada la idea del relleno y de como prepararlos, la receta original en la que me he basado es de Cristina, una grandísima crack a quien admiro profundamente. Os invito a ver los suyos porque son delicatessen total y tiene unas fotos absolutamente divinas.


miércoles, 23 de diciembre de 2020

Joulutorttu, molinillos finlandeses de ciruelas

     Se acerca el día en que Papá Noël surcará los cielos repartiendo alegría entre los ilusionados pequeños, y no tan pequeños, de cada casa. Como soy un poco cotilla, he querido ver como realizan los preparativos finales antes de emprender su mágico viaje. Hoy, con mucho sigilo, vamos a colarnos en la mismísima casa de Papá Noël.  Así que cerraos bien los abrigos, para no enfriaros, que nos disponemos a surcar Finlandia, sobre un trineo, hasta llegar a nuestro destino. Ya me puedo imaginar, en una gran sala llena de duendes envolviendo los últimos regalos, mientras degustamos una gran taza de chocolate acompañada de algo dulce que nos haga entrar en calor después del gélido viaje. Y nada más adecuado en estas fechas que unos deliciciosos joulutorttu, cuyo nombre significa pastelillo de Navidad, ya que son tradicionales por estas tierras.


    Las base de esta delicia puede ser de masa danesa, de masa tipo sablée o de hojaldre, siendo esta última opción la más tradicional y es, además, la que yo he elegido para traeros, ya que es la más rápida y menos complicada de preparar... si eliges comprar el hojaldre ya hecho, claro está. Suelen estar rellenos de mermelada de ciruela especiada, aunque también se pueden encontrar rellenos de mermelada de manzana, y estar cubiertos con una fina capa de azúcar glass; aunque yo los he adornado con azúcar perlado y luego los he espolvoreado con azúcar moreno tal como nos propone Eva en su receta.


    Ingredientes :

  • 1 paquete de hojaldre fresco con mantequilla cuadrado
  • 100 g de ciruelas pasas sin hueso
  • 1 naranja, zumo y ralladura
  • 1/2 limón, el zumo
  • 1 cuchradita de canela
  • 1 clavo
  • 4 vainas de cardamomo
  • 1/4 de cucharadita de nuez moscada
  • 1 cucharadita de azúcar moreno + para espolvorear
  • 1 yema de huevo, talla M
  • 1/4 de cucharadita de leche
  • Azúcar perlado


    Lo primero haremos el relleno ya que tiene que estar bien frío antes de rellenar el hojaldre. Retirar las vainas del cardamomo y machacar las semillas junto al clavo hasta que estén trituradas muy finas. Poner en un cazo, a fuego suave, las ciruelas troceadas junto a los zumos, la ralladura, el azúcar y todas las especias. Dejar cocer, aplastando las ciruelas con un cuchara, hasta que se forme una pasta espesa pero con textura untable. Retirar del fuego y dejar enfriar por completo. 

    Una vez bien frío el relleno, sacar la plancha de hojaldre de la nevera y cortar, con un cuchillo muy afilado, en cuadrados iguales. Yo la dividí en cuadrados de unos 10cm de lado, saliendo unos molinillos bastante grandecitos. Colocar los cuadrados en una bandeja de horno cubierta con papel, dejando sitio entre ellos para que al subir no se toquen, y hacer un corte en diagonal en cada una de las esquinas hacia el centro sin que lleguen a tocarse los cortes. Repartir el relleno en el centro de los cuadrados y doblar alternando las puntas hacia el centro, dándoles forma de molinillos. Presionar ligeramente las puntas unidas en el centro para que no se despeguen al cocer. Meter en la nevera mientras precalentamos el horno a 200ºC, con calor de arriba-abajo.

    Una vez caliente el horno, sacar de la nevera. Batir la yema junto a la leche y pincelar los hojaldres con la mezcla. Poner un poco de azúcar perlado en la unión del centro y espolvorear toda la superficie con un poco de azúcar moreno. Hornear, a media altura, de 12 a 15 minutos, hasta que el hojaldre haya subido y esté bien dorado. Sacar del horno y pasar los molinillos, con el papel, a una rejilla hasta que terminen de enfriarse.


    Mira que a mí lo del relleno de ciruelas no me hacía mucha gracia pero le dí una oportunidad, afortunadamente porque están para ponerles un piso. Y parede que a mis chicos también les ha gustado, menos mal que me había comido uno cuando aún estaban templados, porque a la que me descuido ni los pruebo, jejjeje.

    Fuente : Bake-Street para Claudia&Julia

martes, 22 de diciembre de 2020

Schoko mandel spritzgebäck, galletas de chocolate y almendra alemanas

    De regreso a Europa, volvemos a ponernos los abrigos para llegar a Alemania y, después de darnos un paseo por los Mercados Navideños para abastecernos de unos cuantos de sus típicos Cascanueces, lo que más puede apetecernos es un café bien calentito acompañado, por supuesto, de un buen plato de galletas. Y si son de chocolate mejor que mejor ¿no os parece?


    Las primitivas spritzgebäck tienen su origen en el siglo XVI y, desde entonces las recetas han pasado de generación en generación. Según la tradición durante las fiestas navideñas las familias se reunen para preparar y hornear galletas que, con el paso de los años, han ido incluyendo diversos ingredientes para dotarles de diferentes sabores : limón, cacao, mantequilla de cacahuete, café, almendra... Y almendra y cacao es lo que yo le he puesto a las galletas que hoy os traigo.


    El nombre original se refiere al verbo alemán spritzen que quiere decir algo así como arrojar a chorros ya que se preparaban pasando una masa blanda a traves de una prensa con distintos diseños. Desde el siglo XX se les da forma con una pistola, aunque también puedes hacerlo como yo, metiendo la masa en una manga con una boquilla estrellada.


    Ingredientes :

  • 65 g de mantequilla
  • 55 g de azúcar fina
  • 1 yema de huevo, talla L
  • 20 g de leche
  • 1/2 cucharadita de vainilla en pasta 
  • 75 g de harina de reposteria
  • 50 g de almendra molida
  • 25 g de cacao en polvo sin azúcar (tipo Valor)
  • 8 g de levadura química
  • 1 pizca de sal
    Para decorar :
  • Chocolate blanco
  • Chocolate negro
  • Decoraciones de azúcar


    Tamizar la harina, el cacao, la levadura y la sal. Reservar. 

    En un bol batir la mantequilla y el azúcar hasta que esté cremoso. Añadir la yema, la leche y la vainilla y mezclar hasta integrar. Agregar la mezcla de harina y la almendra molida y comenzar a trabajar con una espátula hasta que la masa esté uniforme. La textura será blandita aunque sin que se pegue demasiado a las manos. Meter la masa en una manga con boquilla de estrella e ir  haciendo las formas que quieras sobre una bandeja de horno antiadherente SIN papel. Yo hice herraduras, eses y palitos, como podéis ver en las fotos. En principio no hace falta refrigerarlas pero yo las metí unos 20 minutos en la nevera para asegurarme de que no iban a perder el estriado.

    Podía haber utilizado una pistola de galletas para hacerlas pero no tenía ganas de sacar más trastos, aparte de que las mangas y las boquillas las tengo mucho más a mano, jejjeje.

    Calentar el horno a 175ºC, con calor de arriba-abajo. Meter la bandeja sobre la rejilla, a mitad de horno, y cocer de 10 a 15 minutos dependiendo del grosor que tengan. Sacar y dejar unos minutos en la bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que terminen de enfriarse.

    Una vez frías del todo las decoraremos... si queréis hacerlo, claro. Para ello derretir los chocolates por separado. Meter el chocolate blanco en una manga pequeña y cortar la punta dejando un agujero lo suficientemente pequeño para hacer líneas. Mojar las puntas de algunas galletas con el chocolate negro y decorar al gusto con los sprinkles. Dejar secar los chocolates antes de llevar a la mesa. 

  

    El resultado será unas galletas mantecosas, tiernas y quebradizas que, con las almendra y el cacao, estarán de rechupete.

lunes, 21 de diciembre de 2020

Soetkoekies, galletas sudafricanas

    Hoy dejamos  aparcados por unas horas los abrigos ya que volamos a Sudáfrica. La Navidad allí es calurosa y la gente hace las celebraciones pertinentes organizando barbacoas a la vera de la piscina, yendo de acampada o, los más afortunados, acercándose hasta la playa. De cualquier manera las soetkoekies son uno de los principales regalos de Navidad y, hasta los supermercados, las venden en pequeñas cajas de edición especial navideña.


    Nunca se imaginaron los holandeses que estas galletas que se llevaron con ellos a Sudáfrica, hace más de 200 años, acabarían siendo una de las preferidas de estos últimos. Me encantan los nombres cuya etimología ya te ofrecen un avance de lo que te vas a encontrar y el nombre de éstas es, precisamente, Galletas dulces, ya que en afrikáans, el principal idioma de Sudáfrica, soet significa dulce y koekies galletas.


     Ingredientes :

  • 125 g de harina
  • 1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/4 de cucharadita de cremor tártaro
  • 1/2 cucharadita de canela molida
  • 1/4 de cucharadita de jengibre molido
  • 1/4 de cucharadita de nuez moscada molida
  • 1/8 de cucharadita de clavo molido
  • 100 g de azúcar
  • 50 g de mantequilla salada fría
  • 1 huevo batido, talla L
  • 1/2 cucharadita de leche


    Poner en un bol la harina, el bicarbonato, el cremor tártaro, las especias y el azúcar y remover hasta que la mezcla esté uniforme. Añadir la mantequilla cortada en trocitos e integrar, frotando con las puntas de los dedos, hasta que la masa tenga una textura arenosa. Añadir el huevo batido, reservando un poquito para pincelar posteriormente. Trabajar hasta que esté totalmente integrado y la masa no se pegue a las manos, añadiendo un pelín más de harina si fuera necesario. Hacer una bola con la masa, cubrir con film transparente y refrigerar durante, por lo menos, 1 hora.

    Calentar el horno a 190ºC, con calor de arriba-abajo. Cubrir 2 bandejas de horno con papel. Poner la masa sobre la superficie de trabajo, ligeramente enharinada, y estirar con un rodillo hasta que tenga un grosor de unos 6mm. Cortar discos de unos 6cm de diámetro e ir colocándolos sobre las bandejas, dejando algo de sitio entre cada galleta. Añadir la cucharadita de leche al huevo reservado y batirlo hasta que esté uniforme. Pincelar con esta mezcla la superficie de las galletas y hornear, a media altura, durante unos 12 minutos, hasta que estén ligeramente doradas. Sacar y dejar reposar en la bandeja durante unos minutos antes de pasarlas a una rejilla hasta que se enfríen por completo.

    Con estas cantidades salen 18 galletas de las dimensiones que os indico.


    Fuente : Melkkos & Merlot

domingo, 20 de diciembre de 2020

Sörur o Sarah Bernhardt, las galletas preferidas en Navidad en Islandia

    Hornear galletas para Navidad es, al igual que en otras partes del mundo, una tradición que comparten en Islandia, donde las familias se reunen para prepararlas juntos. Estas galletas son de las preferidas por los islandeses en Navidad.


    Aunque su origen sea danés. De hecho, fueron creadas por el pastelero Johannes Steen, para homenajear a Sarah Bernhardt cuando ésta visitó Copenhague a principios del siglo XX.

     Para las galletas :

  • 67 g de almendra molida
  • 60 g de azúcar glass
  • 1 clara de huevo, talla L
  • 1 pizca de sal

    Para la crema :

  • 25 g de azúcar
  • 20 g de agua
  • 2 yemas de huevo talla L
  • 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2 cucharaditas de cacao en polvo
  • 1/2 cucharadita de café instantaneo

    Para la cobertura

  • 130 g de chocolate de cobertura


    Lo primero prepararemos la crema para que se refrigere. Hacer un almíbar con el azúcar y el agua. Montar las yemas hasta que blanqueen y espesen. Ir añadiendo el almíbar, poco a poco, sin parar de batir. Ir agregando la mantequilla en trocitos hasta que se integre por completo. Echar el cacao y el café e integrar bien. Poner dentro de una manga y refrigerar durante, por lo menos, una hora para que coja cuerpo.

    Calentar a 170ºC, con calor de arriba-abajo. Triturar la almendra junto al azúcar glass. Poner la clara en un bol junto la pizca de sal hasta que se formen picos duros. Añadir la mezcla de harina y glass e integrar con movimientos envolventes con ayuda de una espátula. Meter en una manga  e ir poniendo montoncitos, de unos 5 cm de diámetro, sobre una bandeja de horno forrada con papel. Hornear, a media altura, durante unos 12 minutos hasta que estén ligeramente dorados. Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.

    Una vez que estén totalmente frías las galletas, fundir la cobertura de chocolate y dejar templar mientras empezamos poner un montoncito de la crema sobre la parte plana de las galletas y, con ayuda de la parte cóncava de una cucharilla, arrastrar el relleno hasta los bordes. Sumergir la parte de la crema en la cobertura hasta cubrirla por completo. Escurrir ligeramente e ir colocándolas sobre una bandeja y dejar secar por completo antes de servir. 


    Acompañadas de una taza de café harán las delicias de todos.


    Fuente : Ljúfmeti

sábado, 19 de diciembre de 2020

Nankhatai, galletas indias de cardamomo (Receta vegana)

     Si el olor a especias en Europa está íntimamente relacionado con la Navidad, en India podríamos pensar que huele a Navidad durante todo el año ya que su cocina es una de las más aromáticas que existen. Es por esto que he decidido incluir esta galleta, muy popular en el norte de India y Pakistan, en este Galletario de Adviento, aunque por allí estos días no sean especialmente festivos salvo para los pocos cristianos que allí viven.


    Curioso es el que parece ser el origen de estas galletas cuando en Surat, en el siglo XVI, un iraní que se quedó con una panadería, que anteriormente había pertenecido a unos holandeses; para prevenir el fracaso económico del establecimiento tras el traspaso, comenzó a vender pan seco a bajo precio dando lugar este proceso, con el paso del tiempo, a los nankhatai. Su etimología deriva de las palabras persas naan, que significa pan, y khatai, del persa darí, que significa galleta. Fuente : Wikipedia


    Ingredientes :

  • 60 g de harina de trigo integral
  • 70 g de harina 
  • 60 g de harina de garbanzos
  • 60 g de azúcar fino
  • 1/4 de cucharadita de cardamomo molido
  • 1/4 de cucharadita de canela molida
  • 95 g de aceite de girasol
  • Pistachos picados


    Calentar el horno a 170ºC. Preparar una bandeja de horno cubriéndola con papel.

    Poner todos los ingredientes secos en un bol y mezclar bien. Hacer un hueco en medio y verter el aceite dentro. Incorporarlo con ayuda de las manos hasta obtener una masa que no se pegue a las manos. Hacer bolitas de unos 20g e ir depositándolas sobre la bandeja dejando algo de espacio entre ellas aunque no hace falta que sea demasiado ya que no se extienden mucho. Espolvorearlas con el pistacho picado y aplastarlas un poco para que quede bien pegado.

    Hornear, a media altura, durante unos 18-20 minutos. Sacar y dejar enfriar sobre la bandeja ya que son muy delicadas y se rompen solo con mirarlas mientras están calientes. 


    Una vez frías aguantan bien unos días guardadas en una lata hermética aunque con estas cantidades salen poquitas, unas 16-17 y en cuanto las probéis no vais a poder parar de comerlas hasta que se terminen.


    Fuente : Libro Soul Spices de Anjalina Chugani

viernes, 18 de diciembre de 2020

Pryaniki, galletas navideñas rusas de café, miel y especias

     Hoy toca abrigarse bien porque nos vamos a las heladas tierras rusas para deleitarnos con unas galletas con muchísimos siglos de historia. Su origen se encuentra en el siglo IV a C., pero no fue hasta el siglo IX cuando se popularizaron en la cocina rusa, aunque entonces eran llamados medovyy khleb (pan de miel) ya que estaban elaboradas con miel, harina de centeno y jugo de bayas. Fue entre los siglos XII y XIII cuando llegaron las especias, cuando se establecieron las rutas comerciales con Oriente Medio y la India, y las galletas cambiaron de nombre pasándose a llamar pryanik, nombre derivado de pryanost' que es el término ruso para las especias. Cuando se trata de galletas el nombre pasa al plural, pryaniki, quedándose el singular para denominar al pan. Los pryaniki se horneaban utilizándose como decoración en el árbol de Navidad aunque también como regalo para los cumpleaños e incluso juegan un papel muy importante en las celebraciones de las bodas tradicionales (Fuente : 196 flavors

     Aunque las originales no llevan café, yo no me he podido resistir a probar la receta de Patty's Cake que si lo incluye, aunque yo no le he puesto tanto, y que ella ha sacado del blog Olga's Flavor Factory pero vamos al lío... empezamos.


    Ingredientes :

  • 15 g de café instantaneo
  • 60 g de agua hirviendo
  • 115 g de mantequilla
  • 50 g de azúcar
  • 255 g de miel
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1/8 de cucharadita de nuez moscada
  • 1/4 de cucharadita de jengibre molido
  • 1/8 de cucharadita de clavo molido
  • 40 g de huevo batido
  • 3/4 de cucharadita de levadura química
  • 3/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
  • 1/2 cucharadita de vinagre
  • 375 g de harina

    Para el glaseado

  • 280 g de azúcar glass
  • 50 g de leche


    En un cazo disolver el café en el agua hirviendo. Añadir el azúcar, la mantequilla y la miel y llevar a fuego bajo removiendo hasta que la mentequilla esté derretida y el azúcar totalmente disuelto. Retirar del fuego y dejar templar.

    Poner la mezcla templada en un bol, agregar el huevo batido y las especias y remover. Echar la levadura y el bicarbonato disuelto en el vinagre e integrar. Ir añadiendo la harina, de tres veces, y, con ayuda de una espátula integrarla hasta que la masa esté homogénea. Tapar con plástico y dejar reposar, en la nevera, como mínimo 4 horas.

    Calentar el horno a 170ºC, con calor de arriba-abajo. Preparar un par de bandejas de horno cubriéndolas con papel.

    Sacar la masa de la nevera, ir haciendo bolitas con ella, del tamaño de una avellana, e ir depositándolas sobre las bandejas dejando sitio entre ellas. Hornear, a media altura, de 20-25 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.

    Cuando estén totalmente frías preparemos el glaseado batiendo el azúcar glass con la leche hasta que esté uniforme. Ir bañando la parte curva de las galletas en él y dejar secar. Con el paso de las horas el glaseado se irá tiñendo de marrón así que, como Patty nos aconseja, glasear solo las que se vayan a consumir en el momento. Sin bañar durarán bastantes días guardadas en una lata hermética.


    Aunque lo habitual sea tomarlas con una taza de té o de café creo que, con la cantidad de café que llevan ya en su interior, yo mejor voy a hacerlo con un chupito de vodka. Za zdorovie!!!

jueves, 17 de diciembre de 2020

Rosquitas caracheras de leche

    En nuestro viaje galleteril por el mundo hoy hacemos escala en Venezuela. Nos dirigimos a Carache con el fín de degustar sus rosquitas de leche tradicionales. Cierto es que no he encontrado demasiada información sobre ellas pero cuando, ojeando los parrandones navideños que en sucesivos años ha organizado Angélica, de Bizcochos y Sancochos, me enamoré de ellas y sólo estaba esperando el momento apropiado para prepararlas. 


    El Galletario de Adviento me ha proporcionado la excusa perfecta para hacerlo y, os aseguro que ha sido un gran acierto porque están de rechupete.


    Ingredientes (para 24 unidades) :

  • 57 g de mantequilla, a temperatura ambiente
  • 75 g de azúcar
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 180 g de harina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1 pizca de sal
  • 56 g de leche

    Poner en un bol la mantequilla con el azúcar y batir con una varilla eléctrica, hasta que la masa blanquee y se vuelva esponjosa. Agregar la vainilla e integrar.

    Tamizar la harina, la levadura y la sal. Ir añadiendo la mezcla a la masa de tres veces y alternándola con la leche, integrando bien entre cada adicción. La última parte de la harina deberéis integrarla con las manos, trabajando la masa hasta que deje de pegarse a los dedos. Tapar con plástico de cocina y dejar reposar durante unos 10 minutos para que la masa se relaje.

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. 

    ¿No os parece que tienen una pinta estupenda?


    Fuente : Bizcochos y sancochos

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Vogelnestli, galletas nidito de pájaro suizas

     Curioso nombre el de estas galletas pero ése es exactamente su significado y, mirando la forma que tienen, creo que es bastante sencillo el adivinar por qué se llaman así ¿no os parece? Puede que ésta no sea una galleta tradicional de Navidad pero está tan tan deliciosa que he decidido que represente a Suiza, en este Galletario de Adviento. Suiza no podía faltar, ya que es uno de los países donde los calendarios de adviento son una tradición. A pesar de que lo que se esconde detrás de cada ventana tradicionalmente sea una figura de chocolate, tenía claro que la galleta que iba a aparecer en este galletario no lo iba a llevar, aunque sí de alguno de los productos que se encuentran en sus bosques : las avellanas y los frutos rojos, de los cuales yo he elegido las frambuesas. 


    Lo que es tan de allí como el chocolate y los relojes es, en tiempo de adviento, el meterse en la cocina con los más pequeños para preparar galletas. Ésta es una deliciosa manera de amenizar la espera impaciente de los más pequeños ante la llegada de Christkindli, un pequeño ángel tocado con una corona de joyas que, tras tañir su campanita de plata, repartirá sus regalos.


    Ingredientes :

  • 250 g de masa quebrada
  • 3 claras de huevo, talla L
  • 1 pizca de sal
  • 50 g de azúcar
  • 50 g de azúcar glass
  • 250 g de avellanas molidas
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • Mermelada de frutos del bosque (la mía de frambuesa)


    Estirar la masa hasta que tenga un grosor de unos 3mm. Cortar círculos de unos 8cm de diámetro, con ayuda de un cortador de galletas. Ir colocándolas en una bandeja cubierta con papel de horno y meter a la nevera.

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo. Mientras éste coge temperatura, montar las claras con la sal y el azúcar hasta obtener un merengue brillante y que haga picos duros. Añadir el azúcar glass, el zumo de limón y las avellanas molidas e integrar, con movimientos envolventes, justo hasta que esté homogéneo pero sin trabajar demasiado para que el merengue no se desmonte. Meter en una manga con boquilla grande de estrella. 

    Sacar la bandeja de la nevera y hacer una circunferencia con el merengue de avellanas en el borde de cada círculo de masa. Rellenar el centro con un poco de la mermelada elegida, como 1/2 cucharadita en cada hueco, y hornear, a media altura, durante unos 20 minutos. 

    Una vez pasado ese tiempo, sacar la bandeja del horno y dejar reposar un par de minutos antes de pasar las galletas a una rejilla para que terminen de enfriarse.


    Ya sé que estoy diciendo que están ricas con cada una de las galletas que conforman el Galletario pero éstas no sólo están ricas sino que están espectaculares. Jamas en la vida pensé que la mezcla de frambuesa y avellanas pegara y sin embargo, con esta delicia, he llegado a alucinar muy mucho. Vamos, que no tengo yo muy claro que no me las reserve para mí sola, jejjeje.


    Fuente : En guete! by Kako

martes, 15 de diciembre de 2020

Ma'amoul, galletas libanesas

     Conocía estas galletas desde hace tiempo, incluso las había preparado en el curso de Las mil y una noches de Cupcakes a gogó el cuál recomiendo encarecidamente, pero lo que no conocía era la simbología que detrás de ellas se esconde. En principio no tenía intención de incluirlas en el Galletario de Adviento pero, al descubrir lo que se esconde detrás de ellas mientras estaba documentándome, no me he podido resistir el hacerlo.


    Detrás de cada galleta hay una historia y, gracias a Sonsoles he conocido la de éstas. Estas galletas tradicionales de Oriente Medio suelen ser servidas en ocasiones festivas o de carácter religioso : los musulmanes en Ramadán, los judíos y egipcios en Purim, Rosh Hashanah y Hanukkah y los cristianos en Pascua y Navidad.  Yo solo os voy a contar la parte cristiana que atañe a Navidad pero os recomiendo ir a su entrada y leer la parte que corresponde a la Pascua porque es igual de bella y enriquecedora. El molde de madera en el que se les da forma simboliza la cuna de Jesús, el dibujo del molde las humildes ropas que lo tapaban, la superficie está espolvoreada con azúcar glass en referencia a la alegría del nacimiento y el interior es dulce y alegre para simbolizar como tiene que estar siempre nuestro corazón. Con semejante historia era imposible dejarlas fuera ¿no os parece?


    Ingredientes :

  • 160 g de harina de trigo
  • 60 g de sémola fina de trigo
  • 120 g de mantequilla ablandada
  • 40 g de azúcar glass
  • 1/2 cucharadita de agua de rosas
  • 1/2 cucharada de leche
  • 1/8 de cucharadita de goma arábica en polvo

    Para el relleno

  • 75 g de dátiles sin hueso
  • 1/2 cucharada de agua de rosas
  • 2 cucharadas de pistachos al natural picados finamente


    Primero prepararemos el relleno aplastando con los dedos los dátiles junto al agua de rosas hasta que se forme una pasta. Añadir los pistachos picados y seguir trabajando con los dedos hasta que estén integrados. Tapar y reservar.

    En un bol mezclar todos los ingredientes de la masa. Amasar con las manos, sin trabajar en exceso, hasta que se forme una masa compacta, suave y que no se pegue a los dedos. Envolver en plástico y refrigerar durante, por lo menos, un par de horas. 

    Ir cogiendo trozos de la pasta del relleno, con las manos impregnadas de aceite de girasol, y formar una bola entre las palmas de las manos con cada trozo, tapar y reservar. Dividir la masa en tantos trozos como bolas de relleno hayan salido y formar una bola con cada uno. Coger una bola, hacer un hueco en el medio y rellenar con una de las bolas de pasta de dátil. Cerrar hasta que esté totalmente cubierto el relleno, con cuidado de que no se escape nada de la pasta. Colocar sobre una bandeja cubierta con papel y repetir el proceso hasta que se acaben masa y relleno. En mi caso salieron 20 unidades.

    Espolvorear el interior del molde con harina, introducir una de las bolas preparadas anteriormente y presionar para que se quede bien marcado el dibujo. Dar unos golpes secos al molde para que la galleta se despegue y salga de él y volver a poner sobre la bandeja forrada. Repetir con el resto de las bolas y meter en la nevera durante media hora más para que no pierdan el dibujo al hornearlas. 

    Precalentar el horno a 175ºC, con calor de arriba-abajo. Meter a mitad de horno y dejar cocer durante 12 minutos. Las galletas tienen que quedar blanquitas, sin que cojan color.

    Sacar del horno y dejar enfriar en la misma bandeja puesta sobre una rejilla, ya que en calientes son muy frágiles. Una vez frías espolvorear las galletas con azúcar glass y servir.


lunes, 14 de diciembre de 2020

Vanillekipferl, galletas austriacas navideñas

    ¿Preparados para viajar a uno de los lugares donde la magia del adviento se respira en cada rincón? Nos vamos a Austria, donde el espíritu navideño se hace sentir de la misma manera que fluye el Danubio por sus tierras y los mercadillos llenan las plazas de sus principales ciudades. 


    Y estando por estas tierras una de las galletas que no pueden faltar en estas fechas son estas Vanillekipferl, ya que este es su país de origen. Dicen que la forma de media luna fue dada como símbolo de la victoria del Imperio Austro-Húngaro sobre los turcos en uno de sus muchos enfrentamientos pero a mí me gusta más pensar que representa el reflejo de la luna sobre las agua heladas del Danubio y la nieve cayendo finamente sobre ella... bueno, ya sé que estoy muuuu mal pero es que es pensar en este país y me imagino paseando entre los puestos de uno de sus numerosos mercadillos navideños tomando una taza de vino caliente especiado e hinchándome a comer estas deliciosas galletas. Y, por supuesto, de fondo música de vals.


    Ingredientes :

  • 75 g de azúcar
  • 175 g de mantequilla, a temperatura ambiente
  • 2 cucharaditas de esencia de vainilla
  • 1 huevo L*
  • 150 g de almendra molida
  • 250 g de harina de repostería
  • 3 cucharadas de azúcar glass
  • 1 vaina de vainilla

    *En realidad la receta original lleva 2 yemas de huevo pero yo no tenía ganas de tener 2 claras rondando por la nevera así que decidí poner en su lugar un huevo entero.


    Poner en un bol el azúcar glass. Partir la vaina de vainilla y raspar las semillas, con ayuda de un cuchillo. Añadir las semillas al azúcar glass y remover para integrar. Tapar herméticamente y reservar.

    En un bol grande echar la mantequilla, el azúcar y la vainilla y mezclar bien. Añadir el huevo e integrar. Agregar la harina y la almendra y mezclar hasta que esté homogéneo. Hacer una bola con la masa, que no se pegará a los dedos, cubrir con plástico y refrigerar durante por lo menos 1 hora.

    Pasado ese tiempo precalentar el hornoa 170ºC y sacar la masa de la nevera. Ir haciendo bolitas de unos 15g. Formar churros con cada bola y doblar ligeramente para darle la forma de media luna. Depositarlas sobre un par de bandejas, cubiertas con papel, sin juntarlas demasiado ya que crecerán al cocer. Hornear, a media altura, durante unos 12 minutos, hasta que las puntas comiencen a dorarse. 

    Dejar enfriar en la bandeja durante 10 minutos antes de pasarlas a una rejilla para que se terminen de enfriar. Una vez frías rebozar en la mezcla de azúcar glass y semillas de vainilla.


    Como casi todas las galletas se conservarán bien varios días guardadas en una lata hermética.

 
    Fuente : Adaptada de Jaleo en la cocina