Páginas

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Cherbet, la limonada argelina {Reto CocinArte}

    No quería despedirme del verano sin publicar la receta del cherbet al que me he aficionado desde que lo descubrí este año.
    La verdad es que encontré la receta por pura casualidad cuando buscaba algo que preparar con unos limones que me habían regalado y no quería que se echaran a perder.


    Además de que me iban a servir estupendamente para dar las ligeras pinceladas que necesitaba para recrear el cuadro de Matisse que María eligió para el regreso del CocinArte tras el descanso vacacional.
    Se trata de La habitación roja, un óleo de grandes dimensiones encargado por el millonario ruso Sergei Shukin, gran coleccionista de la obra del artista, donde lo importante es la fuerza de los colores. Este cuadro se encuentra en el Museo del Hermitage de San Petersburgo (Rusia)

    Nada más ver el cuadro tenía claro que el viejo plaid que cubre uno de los sofás del apartamento donde paso los veranos iba a servirme de mantel y, por supuesto, iba a usar los limones que, como ya os había dicho, me habían regalado.
    Y que más refrescante que una limonada. Aunque ésta es una limonada un poco distinta ya que además de limón lleva leche y agua de azahar... casi ná.
    Pero vamos al lío, ya veréis que cosa tan sencilla y a la vez sencilla y deliciosa.


    Ingredientes :

  • 5 limones
  • 2 litros de agua
  • 5 cucharadas de agua de azahar
  • 4 cucharadas de leche
  • 5 cucharadas de azúcar

     Poner a hervir la mitada del agua en un cazo hondo. Lavar bien los limones, partirlos por la mitad y sumergirlos en el agua hirviendo. Dejar infusionar hasta que el agua se haya enfriado por completo.

    Una vez fría, exprimir los limones dejando caer el zumo dentro del agua. Colar en una jarra y añadir el agua restante, el agua de azahar y la leche. 

    Agregar el azúcar y remover hasta su completa disolución. Meter a la nevera y dejar enfriar.

    Justo antes de servir volver a remover para que mezclar todo bien ya que, con el tiempo de reposo, la leche y la infusión de limón se separarán quedando en dos capas.

    Lo curioso de esta limonada, además de los ingredientes, es cómo está hecha. Lo de infusionar los limones es algo que no había visto hacer nunca y, doy fé de ello, da un resultado estupendo... aparte de que sale bastante más zumo que cuando solamente los exprimes.

    Fuente : Golosos del Mundo

martes, 1 de septiembre de 2020

Bizcocho de naranja y aceite de oliva

    Hoy comienza septiembre. Se acabaron las vacaciones y no queda otra que volver a la rutina así que habrá que animar la cosa de alguna manera ¿no os parece?
    Hacía mucho muchísimo tiempo que le tenía echado el ojo a unas magdalenas de naranja y aceite de oliva que la gogó (Cupcakes a gogó) había versionado de una receta de Raúl (Contigo en la playa) y me pareció que una de esas para desayunar era la mejor manera de coger fuerzas para afrontar el comienzo de la vuelta al trabajo.
    La verdad que miré las dos recetas y cogí un poco de cada una de ellas y, como ayer estaba en plan un poco cagaprisas, en vez de magdalenas horneé la masa en un molde redondo de 20cm.


    Como podéis observar en la foto, cuando enfrió lo regué con una glasa. Pero ¿qué os parece si nos metemos en harina?
    Pues vamos ya con la receta.


    Ingredientes :
  • 4 huevos L
  • 210 g de harina
  • 200 g de azúcar
  • 180 g de aceite de oliva 
  • 8 g de levadura química 
  • 1 pizca de sal
  • 1 naranja 
  • Azúcar glass

    Calentar el horno a 180ºC, con calor de arriba-abajo.
    Engrasar el molde con spray antiadherente o encamisar con mantequilla y harina. Poner boca abajo para que escurra si le habéis puesto spray, o dar un golpe en la base para retirar el exceso de harina.
    Lavar y secar bien la naranja. Rallar la mitad de la piel y sacar la otra mitad en una tira procurando que no tenga nada de blanco. Cortar por la mitad y exprimir el zumo. Reservar.
    Calentar el aceite, a fuego bajo, junto con la tira de piel de naranja y retirar del fuego antes de que empiece a humear. Dejar templar con la piel dentro para que infusione.
    Separar las claras de las yemas. Montar las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y estén bien espumosas. Montar aparte las claras con la pizca de sal y reservar.
    Tamizar la harina y la levadura y añadirlas a las yemas, removiendo con movimientos envolventes, hasta que la mezcla esté uniforme. Entonces verter el aceite, al que habremos retirado la piel de naranja, de poco en poco, integrándolo después de cada adicción.
    Cuando la masa esté homogénea añadir la ralladura y la mitad de las claras montadas e integrar con movimientos envolventes. Agregar el resto de las claras y terminar de integrar hasta que la masa esté uniforme.
    Volcar dentro del molde preparado y golpear ligeramente, sobre la superficie de trabajo, para que se asiente y las posibles burbujas que tenga suban hacia arriba.
    Hornear a media alturadurante unos 45 minutos o hasta que al pinchar con una aguja ésta salga húmeda pero limpia.
    Sacar del horno y dejar reposar durante unos 5 minutos antes de desmoldar. Volcar sobre una rejilla y terminar de enfriar.


    Una vez que el bizcocho esté frío por completo, prepararemos el glaseado añadiendo azúcar glass al zumo y removiendo hasta que tengamos la textura deseada.
    Es aconsejable dejar que se seque un poco antes de llevarlo a la mesa.


    Yo, para tener bien de energia, me he zampado un par de trozos porque cuando llegue a casa no tengo muy claro que mis fieras me hayan dejado ni un trocito... y como se suele decir : lo que va delante, va delante, jejjeje.